Desaparece por problemas econ¨®micos la revista "Star"
Fue uno de los reductos b¨¢sicos de la cultura "underground"
La cuesti¨®n comienza a estar dram¨¢ticamente clara: o el underground acaba con los ochenta, o los ochenta acaban con el underground. A los pocos d¨ªas de hundirse Radio Carolina y cuando la expresi¨®n despectiva ?esos viejos hippies? comienza a tomar carta de naturaleza hasta entre quienes una vez lo fueron (o aparentaron ser) resulta que la prensa marginal espa?ola sufre un golpe salvaje: la revista Star dejar¨¢ de aparecer a partir del pr¨®ximo mes.
Star naci¨® en el a?o 1974, en plena euforia del marginalismo barcelon¨¦s y cuando cund¨ªan iniciativas musicales, teatrales, dibuj¨ªsticas y de simple paseo por unas Ramblas repletas de flores y de sorpresas. Su mentor, due?o y gran animador fue un solo sujeto, el llamado Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez, quien de esta forma y manera ampliaba una empresa familiar dedicada tanto a la edici¨®n de cromos como a la exportaci¨®n de libros a Suram¨¦rica. La revista que este hombre ide¨® ten¨ªa cuatro pilares fundamentales: la m¨²sica , el rollo, los comix y la posibilidad de comunicaci¨®n entre sus lectores. Su lenguaje era unas veces brutal y otras po¨¦tico, y una cierta tendencia (muy mal vista en aquella ¨¦poca) hacia los temas del sexo loco y su representaci¨®n gr¨¢fica les condujo por los mucho m¨¢s obscenos caminos del cierre y la suspensi¨®n. Una de ¨¦stas (1975) les llev¨® a un retiro temporal durante el cual la revista tuvo ocasi¨®n de meditar sobre la Administraci¨®n y su metodolog¨ªa disuasoria.Pero no pasa nada y Star vuelve a salir a la calle en 1976 y comienza una racha mucho m¨¢s virulenta que la anterior, reflejada en la portada de su n¨²mero veintis¨¦is con un sonoro titular: ?Contra todo y contra todos.? Nunca el nihilismo se hab¨ªa presentado en sociedad con tanto rostro, pero Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez ten¨ªa clara su jugada y comenz¨® adem¨¢s a editar libros malditos de autores m¨¢s malditos todav¨ªa. As¨ª, las gentes de bien pudieron escandalizarse a gusto y justicia cuando sus criaturas recib¨ªan del cartero las obras de Alfred Jarry, William Burroughs, Jack Kerouac, Thimoty Leary, Sam Lundwall, Woody Guthrie o Jim Morrison, entre otros degenerados por el estilo. Starbooks, que as¨ª se llama la editorial librera, tambi¨¦n editaba ¨¢lbumes de comix, y alguno de sus ejemplares, como el Comix Marginal Espa?ol, es uno de los pocos repasos serios a ese campo, por lo general condenado a apariciones y desapariciones mete¨®ricas. La editorial, todo hay que decirlo, continuar¨¢ sus actividades.
Pero ?c¨®mo una revista tan conocida de todos y tan considerada por la intelectualidad progresista puede irse a pique? Seg¨²n Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez, la cosa es muy sencilla: no salen los n¨²meros. Curiosamente, y con toda su marginalidad, Star es una de las pocas publicaciones que pagaban con religiosidad a sus colaboradores, sal¨ªa a la calle con regularidad y pose¨ªa una imagen bien definida. La previsible y ya casi inminente subida en los precios del papel y de la mano de obra y el hecho de que, a pesar de su fama, Star no haya superado nunca los 25.000 ejemplares de tirada ha decidido el cierre antes de empezar a trampear malamente y sufrir la cadena de impagos por la que suelen discurrir los ¨²ltimos estertores de la marginalidad. Desaparecido Disco Express, a punto de hacerlo Vibraciones, con Sal Com¨²n y Ajo Blanco sin aclararse en demas¨ªa, poco queda del underground. El tiempo es m¨¢s fuerte y mientras fuera de Espa?a la marginalidad acaba muchas veces integr¨¢ndose, aqu¨ª, mucho m¨¢s crudamente, desaparece.
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