"Ayuda a la joven", una oficina de las Trinitarias para las chicas que vienen a Madrid sin casa ni trabajo
En la tercera planta de la estaci¨®n ferroviaria de Chamart¨ªn hay, desde hace algunos meses, un despacho de las Madres Trinitarias junto a la zona comercial. En la puerta de cristal hay un cartel con la fotograf¨ªa de una chica de unos catorce a?os, maleta en mano, que baja unas escaleras blancas. El texto del cartel habla de una prometedora ?Ayuda a la joven?. El objetivo es atender a las muchachas que llegan a Madrid sin trabajo, casa ni amigos.
Por la ma?ana no suele haber nadie en el despacho. ?Las monjitas vienen a ¨²ltima hora a veces, pero seguro que despu¨¦s de comer est¨¢n aqu¨ª. Ellas son muy buenas y s¨¦ que hacen muchas obras buenas?, dice una de las empleadas de la Autoescuela Chamart¨ªn.Ya por la tarde, hacia las cuatro, la puerta de cristal est¨¢ semiabierta. Al abrirla, una monja se levanta con una amplia sonrisa en la boca y tiende su mano con fuerza a la primera joven desorientada que llega hoy.
-?C¨®mo est¨¢s? Pasa y si¨¦ntate, no te preocupes. Seguro que has estado esperando y estar¨¢s cansada.
La monja intenta en todo momento dar sensaci¨®n de confianza y seguridad a la visitante, joven desorientada que busca trabajo y que cuenta que hace dos meses se vino de su pueblo a Madrid porque estaba cansada y aburrida, pero que solamente ha estudiado bachiller y no est¨¢ preparada para hacer nada, que vive con una prima suya, pero que tendr¨¢ que dejar la casa ese mismo mes y que necesita desesperadamente trabajo y alojamiento.
-Nosotras lo ¨²nico que podemos hacer por ti es intentar colocarte como chica de servicio en alguna casa. Antes ten¨ªamos otras posibilidades, pero en noviembre hemos colocado la ¨²ltima en el Corte Ingl¨¦s y desde entonces no nos han vuelto a pedir nada. Luego, m¨¢s adelante, si surge algo, te avisar¨ªa, pero ahora lo ¨²nico que hay es trabajo de ni?era o de criada.
Como primera medida, asegura que: ??Qu¨¦ l¨¢stima que no hayas llegado antes, porque hab¨ªa llamado una se?ora pidiendo chica y he enviado a una ya?. Luego pasa a querer saber con quien est¨¢ hablando, pero a nivel de datos comprobables, es decir, de documentos en mano. El nombre no es suficiente.
-D¨¦jame el carn¨¦ de identidad y dame la direcci¨®n de tu casa, porque nosotras proporcionamos trabajo, pero, como comprender¨¢s, tenemos que hacerlo con las m¨¢ximas garant¨ªas. No es que sea desconfianza, enti¨¦ndelo.
Pero, en ese momento, la visitante asegura que est¨¢ renovando el carn¨¦ y que no lleva consigo el resguardo. Que volver¨¢ por la tarde o al d¨ªa siguiente. Y a?ade que comprende los controles y comprobaciones, porque lo contrario ir¨ªa en contra de servicio tan importante como el que realizan las Trinitarias con las j¨®venes desorientadas. Pero, ?se plantean problemas, digamos de delincuencia, con algunas de las chicas?
-No se suelen plantear. Hace poco hemos tenido un caso, pero no es frecuente. Adem¨¢s, tomamos todo tipo de precauciones para evitarlo, porque t¨² puedes hoy no tener el carn¨¦ y me puedes dar una direcci¨®n de donde vives que yo acepte como buena, pero yo tengo una furgoneta y entonces directamente compruebo si me has dicho la verdad o no.
Acto seguido, se saca del h¨¢bito una min¨²scula bolsita de piel, color granate, y muestra un peque?¨ªsimo aparato transmisor, con todo el aspecto de ser de factura japonesa.
-?Ves? Esto me sirve para tener una conexi¨®n constante con la comisar¨ªa de polic¨ªa que hay aqu¨ª abajo. A veces es necesario localizar a alguien y de esta manera es f¨¢cil hacerlo, porque a veces vienen chicas que se han escapado de la c¨¢rcel o de sus casas y sus padres las buscan.
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