?Ha habido una pol¨ªtica municipal de izquierdas?
Se ha cumplido un a?o de las elecciones del 3 de abril de 1979 y, por consiguiente, es ¨²til hacer un balance de la gesti¨®n municipal de la izquierda, que gobierna la mayor parte de los municipios de la provincia, donde viven la inmensa mayor¨ªa de los madrile?os.No es mi intenci¨®n hacer un balance, dir¨ªamos, l¨®gico, cl¨¢sico, tal como se est¨¢ haciendo por parte de muchos. Algo as¨ª que dijera qu¨¦ es lo que se ha hecho, por qu¨¦ no se ha hecho m¨¢s y cu¨¢les son las perspectivas de trabajo para este segundo a?o de gesti¨®n.
Creo que hay una pregunta mucho m¨¢s sugestiva: ?Ha habido una pol¨ªtica municipal de izquierdas? Ah¨ª est¨¢ la clave del asunto.
En principio, hay que se?alar que el triunfo municipal en las elecciones de abril del 79 introdujo un factor de progreso y de profundizaci¨®n en el proceso democr¨¢tico que vive el pa¨ªs.
Hay que se?alar tambi¨¦n que en este primer a?o de gesti¨®n se ha logrado introducir un factor de modernidad y de eficacia en el gobierno de los municipios madrile?os, muy superior al que hubiese sido capaz de poner en marcha la derecha y, por supuesto, a a?os luz del anterior r¨¦gimen.
La transparencia en la actuaci¨®n de los ayuntamientos y la honestidad y honradez personal que los representantes de la izquierda en las corporaciones locales han demostrado que son un elemento nuevo tambi¨¦n de extraordinaria importancia.
En definitiva, la izquierda est¨¢ demostrando que los municipios no son ingobernables en sus manos, tal y como amenazaba la propaganda de la derecha previamente a las elecciones. Todo lo contrario. La izquierda es capaz de gobernar y de hacerlo mejor que la derecha, defendiendo con m¨¢s eficacia los intereses colectivos. Ser¨ªa interesante contabilizar los miles de millones que los ayuntamientos han hecho perder al capital especulativo inmobiliario.
Todo esto teniendo en cuenta la situaci¨®n que heredaron las actuales corporaciones: unos ¨®rganos de poder totalmente desprestigiados.
Ahora bien, si todo este a?adido de elementos justifica perfectamente la actuaci¨®n desarrollada hasta el momento, no da respuesta a la pregunta que nos hab¨ªamos hecho previamente: ?Ha habido una pol¨ªtica municipal de izquierdas? O, mejor dicho, nos permite deducir una respuesta negativa..
La izquierda espa?ola, como tal izquierda, no este o el otro partido, carece de un proyecto pol¨ªtico estrat¨¦gicamente convergente. Los acuerdos municipales entre socialistas y comunistas carecen de un significado com¨²nmente elaborado en su sentido estrat¨¦gico. Su actuaci¨®n en los ayuntamientos, de hecho, tiene m¨¢s de colaboraci¨®n coyuntural que de entendimiento con proyecci¨®n hacia el futuro.
Socialistas y comunistas, cada uno por su lado, valoran de diferente manera los acuerdos municipales suscritos ahora hace un a?o. Para el PSOE, se trata de una operaci¨®n pol¨ªtica v¨¢lida como contrapeso a la hegemon¨ªa de UCD en la Administraci¨®n central. Y de ah¨ª no pasan. Para el PCE, los acuerdos municipales son adem¨¢s un eslab¨®n que afianza su concepci¨®n de avance hacia el socialismo a partir de una pol¨ªtica de cooperaci¨®n democr¨¢tica donde la unidad de la izquierda juega un papel determinante.
Pero en cualquier caso, socialistas y comunistas no se han parado a discutir un proyecto com¨²n de transformaci¨®n de la sociedad en un sentido progresista, en la perspectiva del socialismo.
Y esto es importante tenerlo en cuenta para entender muchas de las cosas que han pasado a lo largo de este a?o en los municipios de la provincia de Madrid a los que referimos nuestro an¨¢lisis. No ha habido una pol¨ªtica de izquierdas, porque la izquierda como tal, no este o aquel partido, no tiene pol¨ªtica municipal.
Y yo voy mucho m¨¢s all¨¢ a¨²n. No habr¨¢ pol¨ªtica municipal de izquierdas en los tres a?os que quedan de gesti¨®n si no se cumple este requisito.
Hoy, en nuestro pa¨ªs, la apuesta municipal constituye la jugada m¨¢s importante de la izquierda para ganar la partida de las elecciones de 1983 o al menos para lograr unas posiciones de fuerza que obliguen a la derecha a practicar una pol¨ªtica de concesiones, de cooperaci¨®n.
Pero esto s¨®lo ser¨¢ posible en la medida que la izquierda desarrolle una pol¨ªtica transformadora y no reformista.
Los concejales socialistas y comunistas podr¨¢n ponerse de acuerdo para desarrollar la gesti¨®n en cada ayuntamiento del modo m¨¢s eficaz posible, incluso podr¨¢n elaborar unitariamente los programas de actuaci¨®n municipal y los correspondientes presupuestos, podr¨¢n trabajar doce horas diarias; podr¨¢n ser muy honestos e incluso muy capaces, en fin, podr¨¢n ser brillantes gestores. Pero sin la cobertura pol¨ªtica de sus partidos, est¨¢n abocados al reformismo.
Durante estos meses he pensado, y muchos como yo, que la inhibici¨®n de las organizaciones del PSOE y el PCE en impulsar una intervenci¨®n pol¨ªtica en apoyo de la gesti¨®n de sus representantes en los ayuntamientos era, por una parte, simplemente fruto de la crisis de militancia por la que atraviesan todos los partidos pol¨ªticos, especialmente los de izquierda, donde la afiliaci¨®n tiene una influencia m¨¢s determinante, y, por otra, que la adecuaci¨®n a la nueva situaci¨®n lleva l¨®gicamente un tiempo de adaptaci¨®n.
Esto es verdad, pero creo que hay una raz¨®n m¨¢s profunda. Y es que la Federaci¨®n Socialista Madrile?a y el comit¨¦ provincial del Partido Comunista en Madrid han sido incapaces de impulsar una pol¨ªtica municipal com¨²n en la que ambos partidos jugasen el papel de vanguardia pol¨ªtica.
Est¨¢ absolutamente claro que esto es dif¨ªcil de concretar en Madrid, sin que exista un acuerdo PSOE-PCE de car¨¢cter estatal. Muy dif¨ªcil. Sin embargo, en Madrid creo que hay condiciones para hacer m¨¢s.
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