El plan especial evitar¨¢ que el casco urbano se convierta en un gran centro comercial
El antiguo Plan Especial de Protecci¨®n y Conservaci¨®n de Edificios y Conjuntos de Inter¨¦s Hist¨®rico-Art¨ªstico de la Villa de Madrid entr¨® el viernes pasado en una nueva fase, despu¨¦s de que la corporaci¨®n municipal diera su visto bueno, en su reuni¨®n plenaria, a una propuesta de desglose en ocho apartados que trata de conseguir una salvaguardia de la ciudad con efectos inmediatos.
Sin embargo, tal y como lo reconoce el documento elaborado por la Gerencia Municipal de Urbanismo, las nuevas medidas arbitradas por el ayuntamiento para hacer viable el antiguo plan especial dependen en gran medida de la aprobaci¨®n que de ellas pueda hacer la Comisi¨®n de Planeamiento y Coordinaci¨®n del Area Metropolitana (Coplaco). Y lo cierto es que ese organismo de la Administraci¨®n central ha paralizado ya varias iniciativas municipales que tienen el mismo fin de salvaguardia del patrimonio urbano madrile?o la propuesta de suspensi¨®n del planeamiento que afecta a las zonas industriales, la propuesta de modificaci¨®n del Plan General para la conservaci¨®n de las colonias de hotelitos y, m¨¢s recientemente, la suspensi¨®n de licencias en el barrio de Moratalaz, a la espera de que sea revisado el plan general en esa zona.El plan especial aprobado por el ayuntamiento presidido por Jos¨¦ Luis Alvarez recibi¨® diversas acusaciones de extralimitaci¨®n en las atribuciones municipales, ilegalidad o modificaci¨®n del plan general, sin que, para ello se siguiera la tramitaci¨®n prevista legalmente. Para soslayar estas acusaciones, el nuevo equipo de la Gerencia Municipal de Urbanismo, surgido de las elecciones del 3 de abril del a?o pasado, decidi¨® fragmentar el plan especial en ocho expedientes distintos que siguieran tramitaciones separadas.
La primera de esas porciones es la que hace referencia a la modificaci¨®n necesaria del plan general para conseguir la definitiva eliminaci¨®n del planeamiento madrile?o de la gran v¨ªa Diagonal, la gran v¨ªa de San Bernardo y la prolongaci¨®n de la calle de los Reyes, las tres previstas en el plan de 1963, aunque la primera de ellas procede ya del de 1946. En s¨ªntesis, responden a la filosof¨ªa urban¨ªstica que trataba de dar el m¨¢ximo de facilidades para la circulaci¨®n automovil¨ªstica por el centro de la ciudad y tiene su reflejo inmediato en la generaci¨®n de unas plusval¨ªas econ¨®micas para los due?os del suelo de la zona a costa del desarraigo de la poblaci¨®n asentada en ella a lo largo de generaciones. S¨®lo la construcci¨®n de la gran v¨ªa de San Bernardo y la calle de los Reyes (esta ¨²ltima a base de hacer desaparecer la antigua universidad de San Bernardo) supondr¨ªan la demolici¨®n innecesaria de m¨¢s de 325 edificios.
No ocurre lo mismo, sin embargo, con la modificaci¨®n de las ordenanzas municipales generales sobre uso del suelo y edificaci¨®n para que no entren en contradicci¨®n con las medidas de protecci¨®n adoptadas por el plan especial o la modificaci¨®n de los planes parciales del Antiguo Ensanche (plan Castro-barrio de Salamanca) o del plano 90-A del casco antiguo. En el primer caso, la competencia es exclusivamente municipal, en tanto que en los planes parciales, el ayuntamiento puede llegar hasta la aprobaci¨®n provisional, lo que implica su inmediata entrada en funcionamiento, quedando s¨®lo la definitiva en manos de Coplaco.
En ambos casos, el fin perseguido es evitar que el centro de la ciudad se convierta en un gran centro comercial y de oficinas, como hasta este momento ha venido ocurriendo. A partir de ahora, la construcci¨®n de grandes edificios destinados a centros comerciales, de oficinas o espect¨¢culos, quedar¨¢ suprimida del centro urbano. De esta forma, los Corte Ingl¨¦s o Galer¨ªas Preciados quedan, en la pr¨¢ctica, fuera de ordenaci¨®n, y a su desaparici¨®n, el solar que ahora ocupan no podr¨¢ ser edificado con otro centro comercial.
Para hacer posible econ¨®micamente el proceso de conservaci¨®n del patrimonio inmobiliario madrile?o, el ayuntamiento propone la creaci¨®n de un fondo de ayuda que, caso de ser aceptado por la Administraci¨®n central, estar¨ªa dotado en un 35% por el municipio y en el 65% restante por el Estado. El fondo ha sido calculado, en principio, con un montante de quinientos millones de pesetas.
Categor¨ªas de protecci¨®n
La lista de edificios a proteger por el plan especial, enumerados en expediente administrativo aparte, establece tres categor¨ªas b¨¢sicas de protecci¨®n: integral, es decir, que el edificio en cuesti¨®n debe ser mantenido tal cual est¨¢
ahora, si bien se permitir¨¢ obras de restauraci¨®n; estructural, esto es, que aporta un valor a la estructura urbana pero no es necesario proteger todo el edificio, por lo que las obras a realizar en ¨¦l podr¨ªan llegar hasta el vaciado total con el mantenimiento de la fachada, y ambiental, categor¨ªa ¨¦sta en la que no se limitan las obras a realizar, pero s¨ª se establece un control de las calidades est¨¦ticas. En todo caso, la licencia de derribo de un edificio calificado como ambiental deber¨¢ ir acompa?ada de la solicitud de licencia de nueva planta, para evitar la caries urbana que suponen los solares.
Adelpha (Asociaci¨®n de Defensa Ecol¨®gica y del Patrimonio Hist¨®rico-Art¨ªstico) ha mostrado ya, sin embargo, su oposici¨®n a este nuevo enfoque dado al plan especial, por considerarlo un ?recorte? del anteriormente aprobado, y ha pedido del Ministerio de Cultura que deniegue la aprobaci¨®n del plan elaborado por el ayuntamiento democr¨¢tico -al que califica de irresponsable?- y ampl¨ªe la zona de protecci¨®n del conjunto hist¨®rico-art¨ªstico de la ciudad a todo el casco urbano anterior a la guerra civil.
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