Las ra¨ªces del ¨¦xodo
La Convenci¨®n Internacional sobre el Refugiado define a ¨¦ste como ?toda aquella persona que teme fundamentalmente ser perseguida por su raza, religi¨®n, nacionalidad o por sus opiniones pol¨ªticas, y se traslada fuera del pa¨ªs de su nacionalidad y no puede o. en raz¨®n de este miedo, no quiere solicitar la protecci¨®n de su pa¨ªs de origen?.En esta definici¨®n entran las ra¨ªces que han provocado el ¨¦xodo africano, que ya alcanz¨® dimensiones alarmantes en los a?os sesenta, cuando se produjo el movimiento emancipador de las naciones del continente negro.
La guerra de liberaci¨®n de Argelia y la independencia de Guinea-Conakrv provocaron la huida de centenares de miles de personas. La situaci¨®n se agrav¨® con las guerras civiles y la intervenci¨®n de potencias occidentales en el ex Congo belga -hoy, Zaire- y los subsiguientes movimientos secesionistas en Shaba (antigua Katanga), que casi han perdurado hasta nuestros d¨ªas.
Los movimientos secesionistas de Biafra (Nigeria) y de los cristianos Anya-Anya del sur de Sud¨¢n provocaron tambi¨¦n la consiquiente oleada de refugiados.
En la misma d¨¦cada de los sesenta. las guerras tribales d.e Ruanda y Burundi forzaron la expatriaci¨®n de etnias enteras de estos pa¨ªses centroafricanos, que huyeron de las matanzas de que eran objeto.
Pero ha sido a partir de 1975 cuando la huida masiva de africanos alcanza su punto ¨¢lgido a consecuencia de los conflictos del Cuerno de Africa y Africa austral independencia y guerra civil de Angola, independencia de Mozambique, luchas de liberaci¨®n en Zimbabue y Nambia, racismo surafricano-, que aceleraron la expatriaci¨®n de m¨¢s de un mill¨®n de personas. La actual guerra civil de Chad ha provocado tambi¨¦n el consiguiente ¨¦xodo.
Por otro lado, la represi¨®n pol¨ªtico-tribal en la ex colonia espa?ola de Guinea Ecuatorial -durante el r¨¦gimen de Mac¨ªas y en Uganda -dictadura de Idi Amin- tuvieron tambi¨¦n sus secuelas de emigrados forzosos.
Este dram¨¢tico cuadro se completa con el azote de una cat¨¢strofe natural: la sequ¨ªa. Si en el a?o 1973 provoc¨® grandes desplazamientos en la zona norteafricana, que afectaron gravemente a las regiones et¨ªopes de Tigrai y Wollo e hirieron de muerte al r¨¦gimen del emperador Hail¨¦ Selassi¨¦, en nuestros d¨ªas la incidencia de esta calamidad amenaza con la muerte por inanici¨®n a veinte millones de personas o con ¨¦l ¨¦xodo, en Yibuti, nuevamente Etiop¨ªa, Somalia y Uganda.
Por otro lado, una epidemia de c¨®lera en el norte de Kenia podr¨ªa extenderse a las zonas de refugiados del sur de Somalia, lo cual constituir¨ªa una nueva cat¨¢strofe suplementaria para las v¨ªctimas del gran drama africano.
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