Escasas repercusiones inmediatas en Rumania, Bulgaria y Hungr¨ªa
El desenlace de la crisis polaca no tendr¨¢ repercusiones inmediatas en Hungr¨ªa, Rumania y Bulgaria, seg¨²n la opini¨®n de los observadores del campo socialista presentes en Viena. Seg¨²n se ha podido saber a trav¨¦s de las revistas de Prensa difundidas por las agencias nacionales, los diarios de estos pa¨ªses no han dedicado casi espacio a la soluci¨®n del conflicto. Evidentemente, los partidos no pueden olvidar que se trata de un precedente peligroso que podr¨ªa servir de ejemplo.
Pero la situaci¨®n en cada uno de estos pa¨ªses difiere profundamente de la de Polonia. La crisis polaca no parece haber suscitado ning¨²n estremecimiento en Bulgaria. Este pa¨ªs, el m¨¢s soviet¨®filo de todo el campo socialista, ha escapado, hasta el momento, de todo movimiento disidente. Todor Jivkov, que lleva en el poder veinticinco a?os, tiene bien agarrada la situaci¨®n.
En Rumania el partido no ha escondido, la pasada semana, su posici¨®n frente a las huelgas. Estas, seg¨²n el partido, atentan al inter¨¦s superior de la naci¨®n y no podr¨ªan ser admitidas cuando, precisamente, el desarrollo del pa¨ªs y el bienestar general exigen ?el aumento de la producci¨®n y el refuerzo de la disciplina?. Los m¨¦todos autoritarios del r¨¦gimen de Bucarest respaldan, seg¨²n los observadores, esta advertencia.
Al mismo tiempo, el partido ha recordado en los peri¨®dicos las medidas adoptadas en favor de los trabajadores y subrayado el papel predominante que juegan los sindicatos -con sus siete millones de adherentes- en la sociedad rumana.
Por su parte, Hungr¨ªa constituye, seg¨²n los observadores, una especie de isla de felicidad. Una reforma econ¨®mica que ha aliado la prudencia a la audacia ha asegurado a los h¨²ngaros unas condiciones le vida aceptables. Su l¨ªder, Janos Kadar, se beneficia del apoyo, de la confianza o de la comprensi¨®n de los m¨¢s amplios sectores de la poblaci¨®n.
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