Las inversiones previstas para el pr¨®ximo trienio ascienden a 1,2 billones de pesetas

A 1,2 billones de pesetas contantes asciende la inversi¨®n prevista para el pr¨®ximo trienio en el Plan de Urgencia para Andaluc¨ªa (PUA), aprobado el pasado martes por la comisi¨®n cuatripartita, y a cuyo texto definitivo ha tenido acceso EL PA?S. El plan, que consta de 165 folios, se aprob¨® por unanimidad, aunque existen textos alternativos de UCD sobre aspectos considerados no fundamentales.

La financiaci¨®n de estas inversiones correr¨¢ a cargo, a partes iguales, del Estado y de la propia comunidad andaluza, subray¨¢ndose de forma expresa, en este segundo caso, el papel que deber¨¢ jugar la empresa privada. La ¨²ltima p¨¢gina del PUA se?ala textualmente: ?La Junta de Andaluc¨ªa entiende que sin la iniciativa privada, por su influencia directa e indirecta, no se podr¨¢n conseguir los objetivos propuestos en el plan de urgencia?.Teniendo en cuenta una previsible inflaci¨®n del 16% anual, los 600.000 millones que habr¨¢ de invertir el Gobierno en el per¨ªodo 1981-1983 en Andaluc¨ªa significan 720.000 millones de pesetas corrientes; es decir, una media de 240.000 millones por a?o (205.000 incluidos en los Presupuestos Generales del Estado y 35.000 como esfuerzo especial de las empresas P¨²blicas radicadas en esta regi¨®n).

En relaci¨®n con este ¨²ltimo tema, se ha consignado una clausura de salvaguardia, en virtud de la cual, si estas inversiones en la empresa p¨²blica no se ejecutasen en su totalidad, la diferencia correspondiente ser¨¢ absorbida en los Presupuestos Generales del Estado, con cargo a la partida de ?flexibilidad del plan de inversiones p¨²blicas? o por medio del recurso al cr¨¦dito extraordinario. Tambi¨¦n se especifica que la inversi¨®n estatal debe orientarse prioritariamente hacia la agricultura.

Hay que se?alar que estos recursos financieros, que har¨¢n posible un crecimiento del 3% al 3,5% del producto interior bruto (PIB) de Andaluc¨ªa, servir¨¢n para poco m¨¢s que para detener la tendencia al aumento de los actuales niveles de desempleo en la regi¨®n (60.000 j¨®venes tratar¨¢n de incorporarse cada a?o a su primer trabajo) mediante la creaci¨®n de 300.000 nuevos puestos de trabajo, que es el objetivo fundamental de todo el plan de urgencia. S¨®lo en el horizonte de 1985 -si se contin¨²a en la l¨ªnea dibujada en el PUA- ser¨¢ posible pensar en una Andaluc¨ªa con pleno empleo.

No obstante, en medios pol¨ªticos de la regi¨®n se considera este acuerdo sobre la financiaci¨®n del PUA como uno de los ¨¦xitos fundamentales de las tareas de la comisi¨®n redactora. Para vencer la desconfianza de la izquierda, UCD se ha apresurado a declarar que los tres ministros del ¨¢rea econ¨®mica van a ser los abogados del plan dentro del Gobierno. ?Puedo asegurar que estas cifras las ha acep lado ya hasta Adolfo Su¨¢rez?, manifest¨® al respecto un l¨ªder centrista.

A pesar de todo, la izquierda desconf¨ªa (se debe tener en cuenta que la inversi¨®n prevista en Andaluc¨ªa representa el 30% del total nacional). De acuerdo con el acta de la ¨²ltima reuni¨®n, que ha podido conocer este peri¨®dico, Jos¨¦ Vall¨¦s, representante del PSOE en la comisi¨®n, manifest¨® el ?escepticismo de que UCD consigne, priraero, apruebe y ejecute, despu¨¦s, las cantidades previstas en el plan, a.s¨ª como que se controle despu¨¦s por parte de la Junta de Andaluc¨ªa?

Vall¨¦s, que ha endurecido notablemente su posici¨®n, tras la visita a Sevilla de Felipe Gonz¨¢lez, hizo constar en acta la defensa por parte de los socialistas de dos planificaciones concertadas: una, entre la Junta de Andaluc¨ªa y el Gobierno, y otra, m¨¢s importante a¨²n, entre la propia Junta y las centrales sindicales, empresarios y corporacionesocales de la regi¨®n.

El portavoz del PSA, Ricardo M¨¢rquez, mostr¨® el mismo esceplacismo con relaci¨®n a la viabilidad irreal de cualquier plan, sin que previamente se haya dado salida al proceso auton¨®mico, que dote de poder a la Junta, advirtiendo al mismo tiempo sobre la conveniencia de evitar que se creen falsas expectativas en los ciudadanos andaluces al magnificar o exagerar la trascendencia de las medidas que se propugnan en el PUA. Por su parte, Bartolom¨¦ Zamora (UCD) y Fernando Feijoo (PCE) se limitaron a resaltar la necesidad de un plan de desarrollo regional a medio y largo plazo y el esfuerzo de su partido por encontrar posiciones de s¨ªntesis, respectivamente.

Es de se?alar que el consejo permanente de la Junta, que dar¨¢ la aprobaci¨®n oficial al PUA, en su reuni¨®n de ma?ana, tendr¨¢ que dilucidar algunos temas, sobre los que no existe acuerdo, al haber presentado UCD textos alternativos a los defendidos por la izquierda. As¨ª, en la declaraci¨®n de principios, los centristas pretenden que desaparezcan las referencias al paro como ?irracionalidad m¨¢xima del sistema capitalista?, y al art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n, como v¨ªa liacia la autonom¨ªa andaluza, que ha de garantizar el ¨¦xito del plan.

Otros motivos de desacuerdo se refieren al sector comercio, a la atribuci¨®n o no a la Junta de competencias sobre los propuestos institutos de reestructuraci¨®n y promoci¨®n industrial de Andaluc¨ªa, a la inversi¨®n extranjera y a la pol¨ªtica financiera. M¨¢s importante puede ser el enfrentamiento en el seno del consejo a la hora de concretar los organismos de control de la ejecuci¨®n del plan, Merece destacarse, dentro del PUA, la importancia atribuida al sector agr¨ªcola, del que se indica: ?Debe generar m¨¢s renta y asumir el papel de motor de arranque y aceleraci¨®n de la econom¨ªa andaluza, logrando una acumulaci¨®n inicial que posibilite, a medio plazo, la diversificaci¨®n de ¨¦sta?. Los m¨¢s significativo es que se propugna una aut¨¦ntica reforma agraria (esta expresi¨®n figura con may¨²sculas y subrayada) negociada con las organizaciones agrarias.