El Gobierno de Teher¨¢n se prepara para un conflicto prolongado

ENVIADO ESPECIAL Ir¨¢n asegur¨® ayer que la contraofensiva de su Ej¨¦rcito contra los invasores iraqu¨ªes ya est¨¢ en marcha y comienza a dar resultados. Las tropas iran¨ªes han recibido instrucciones de pasar a la ofensiva en todos los frentes y las autoridades hacen llamamientos continuos a los combatientes para que intensifiquen sus esfuerzos hasta la ?victoria final?. El pa¨ªs se prepara para una guerra larga. Centenares de soldados, entre los que se encuentran muchos voluntarios, parten desde Teher¨¢n a las principales ciudades del pa¨ªs para combatir en los campos de batalla, donde se libran luchas encarnizadas.Seg¨²n un despacho de la agencia oficial iran¨ª Pars, diecis¨¦is carros de combate fueron abandonados ayer, junto a abundante munici¨®n, en la zona de Jorramhar, y un elevado n¨²mero de soldados de las tropas enemigas ha emprendido la huida en toda el ¨¢rea. La informaci¨®n oficial iran¨ª desmiente la versi¨®n de Irak, seg¨²n la cual su Ej¨¦rcito controla completamente desde ayer esta ciudad del l¨ªmite fronterizo entre ambos pa¨ªses.

El presidente Abolhassan Banisadr envi¨® ayer un mensaje a las fuerzas armadas iran¨ªes en el que las exhortaba a ?intensificar sus esfuerzos contra el Ej¨¦rcito invasor?. En su mensaje, Banisadr agreg¨® que ?la victoria final s¨®lo llegar¨¢ a costa del m¨¢ximo autosacrificio?. Por su parte, el jefe del Gobierno, Ali Radjai, dijo ayer que los combatientes iran¨ªes ?estamos dispuestos a derramar hasta la ¨²ltima gota de nuestra sangre, si ello fuera necesario, para conseguir la gran victoria?.

Ayer se cumpli¨® la duod¨¦cima jornada desde que estall¨® el conflicto b¨¦lico, y las autoridades de Teher¨¢n se preparan para librar una guerra duradera que miden, como poco, en meses. Nadie cree en Teher¨¢n que ¨¦sta vaya a ser una ?guerra rel¨¢mpago?, como en un principio algunas canciller¨ªas del Oeste y del Este imaginaron.

Adem¨¢s, la eventual pero no descartada aqu¨ª internacionalizaci¨®n del conflicto puede contribuir poderosamente a dilatar todav¨ªa m¨¢s la conclusi¨®n de esta guerra.

Ayer, d¨ªa de oraci¨®n para todos los musulmanes chiitas, el ayatollah Jamenei, l¨ªder del Partido Revolucionario Isl¨¢mico, pidi¨® ante miles de fieles, congregados en la mezquita de la Universidad de Teher¨¢n, que el Ministerio iran¨ª de Asuntos Exteriores clarifique sus posiciones respecto a la actitud tomada por Kuwait, Om¨¢n, Arabia Saud¨ª y Egipto ante el conflicto irano-iraqu¨ª, proclives a Irak.

Jamenei, que goza de un amplio poder en el Parlamento (Majlis), consider¨® que la postura del ministro iran¨ª de Asuntos Exteriores sobre este tema no ha quedado suf¨ªcientemente expl¨ªcita y desea un pronunciamiento oficial rotundo. El ayatollah fustig¨® duramente a estos Gobiernos ¨¢rabes.

Discrepancias sobre el objetivo final

Si bien las llamadas a la unificaci¨®n de criterios sobre la guerra son persistentes y resulta claro que no hay dudas sobre la consideraci¨®n de la guerra como una ?agresi¨®n impuesta? por Irak, a la que todas las fuerzas pol¨ªticas y militares deben responder, existen, no obstan te, disparidades en cuanto a las metas ¨²ltimas de este conflicto.

De un lado, un importante y poderoso sector de los dirigentes religiosos considerar¨ªa que el fin de la guerra no llegar¨¢ mientras las tropas victoriosas iran¨ªes no derroquen el r¨¦gimen ?corrupto e infiel? de Saddam Hussein. De otro, algunos pol¨ªticos ven las cosas de otro modo y convendr¨ªan en que, desde una ¨®ptica realista, los sacrificios que aguardan al pa¨ªs en caso de prolongarse excesivamente la guerra pueden ser ahorrados.

Los efectos inmediatos de esta confrontaci¨®n sobre la vida econ¨®mica no se van a hacer esperar, por el esfuerzo que supone para cualquier naci¨®n afrontar una guerra como esta. El mantenimiento de un Ej¨¦rcito como el iran¨ª implica costos¨ªsimas inversiones, dada su infraestructura t¨¦cnica, sobre todo en las fuerzas a¨¦reas, hasta ahora protagonistas del lado m¨¢s brillante de esta guerra en cuanto a sus resultados b¨¦licos. Su pertrechamiento acarrea la provisi¨®n de nutridas sumas, cuya consecuci¨®n se hace ahora m¨¢s dificil para Ir¨¢n, al haber quedado restringida la actividad econ¨®mica del pa¨ªs y al aminorarse obviamente la entrada de divisas procedentes de los contratos petroleros.