Tiene duende y se llama Cayetano
Su duendesito tiene este Cayetano de And¨²jar, que se present¨® el domingo en Las Ventas. Se trata de un muchacho muy alto y espigado, de agitanado rostro y un corte que nos recuerda a Rafael de Paula. Si es por esto ¨²ltimo, manco de arte que va el ni?o, o no tan ni?o. Los espadas del domingo, debutantes los tres, ten¨ªan envergadura f¨ªsica de matadores de toros. T¨¦cnica torera, no, incluido el llamado Cayetano del duendesito, que pudo sacar mejor partido de los novillos que le correspondieron.Quiz¨¢ lo har¨¢ as¨ª cuando se placee. De momento, basta -incluso es mucho- que haya arrancado ol¨¦s estruendosos de los severos aficionados que frecuentan Las Ventas, por un toreo en redondo largo y cadencioso y un ligado pase de pecho, ce?ido y hondo, que levant¨® al p¨²blico de sus asientos. Dio tambi¨¦n naturales y manoletinas, todo ni fu ni fa, y acab¨® sus faenas con abaniqueos, todo lo cual est¨¢ al alcance de cualquier pegapases; pero lo importante fueron aquellos redondos de mucho sentimiento y mucho garbo, que llenaron la plaza de aromas toreros.
Plaza de Las Ventas
Tres novillos de Alonso Moreno, muy desiguales de presentaci¨®n, y tres (segundo, cuarto y sexto) de Bernardino Jim¨¦nez, con trap¨ªo, todos mansurrones, pero manejables. Rafael Sandoval: pinchazo y estocada ca¨ªda y trasera (silencio). Estocada desprendida y descabello (palmas y protestas cuando saluda). Solanito: pinchazo, media atravesada (aviso) y dos descabellos (silencio). Estocada corta atravesada, rueda de peones (aviso), pinchazo pescuecero y estocada atravesada (silencio). Cayetano de And¨²jar: dos pinchazos y otro hondo delantero atravesado (vuelta con protestas). Pinchazo, estocada atravesada que asoma y descabello (vuelta por su cuenta). Presidi¨® bien el comisario Pajares.
Aqu¨ª est¨¢ un torero para repetirlo el domingo, pero nos dicen que no habr¨¢ tal cosa, pues vuelven los rejoneadores, con sus galopadas, sus farpas y sus cosas, todo lo cual tenemos ya muy visto. Al empresario le va el toreo ecuestre y nos tememos que, en el fondo de la cuesti¨®n, est¨¢ su sentido pedestre de la fiesta. Pero, en fin, ¨¦l paga el canon de arrendamiento y, como lo paga, manda, Y la diputaci¨®n, a cobrar, que es cuanto sabe y le importa, y ah¨ª me las den todas.
No s¨®lo Cayetano de And¨²jar hizo buen toreo el domingo, pues el madrile?o Solanito tambi¨¦n se apunt¨® estimables derechazos y principalmente unas ver¨®nicas de pierna adelante, verdaderamente embraguetado, que, por cierto, pudieron terminar de mala manera, pues plante¨® los lances cerrado en tablas y, al rematar con una larga afarolada, de poco lo atrapa el novillo. Era ese novillo, el segundo de la tarde, res de trap¨ªo, pero flojona, a la que Solanito pis¨® los terrenos con valent¨ªa y se la jug¨® en el toreo al natural, por cuyo lado aguant¨® dos horr¨ªsonos ga?afones. En cambio, no aprovech¨® la nobleza del quinto, al que ¨²nicamente sac¨® unos buenos redondos aislados en el curso de la interminable faena. En fin, nos quedamos sin saber si Solanito lleva dentro mejor toreo o hizo en su deb¨² madrile?o todo lo que sabe.
Con un novillucho rid¨ªculo de Alonso Moreno y un noble buen mozo de Bernardino Jim¨¦nez -los espadas contaron con una res de estas divisas cada uno-, Rafael Sandoval exhibi¨® un toreo deslavazado y mediocre, de esos que no dicen nada, y menos a¨²n por el desmesurado tiempo que emple¨® en ambos trasteos. Agot¨® a los novillos, y a los espectadores de rechazo, con tanto pase. La perniciosa moda de torear a destajo sigue pujante. Lo que en realidad quiere decir que aqu¨ª no torea ni el Potito (pegar pases, ?cu¨¢ntas veces lo llevamos dicho?, es otra cosa).
Volvi¨® a hacer un fr¨ªo siberiano, a pesar de lo cual hubo mucho p¨²blico en los tendidos. La gente a¨²n est¨¢ con ganas de toros, y, responde en cuanto la empresa le ofrece un m¨ªnimo aliciente. Al Manolito Gonz¨¢lez del s¨¢bado y al Cayetano del domingo estamos deseando verles de nuevo; cuanto antes, mejor.
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