Rosewall, grande del tenis durante tres d¨¦cadas

La participaci¨®n de Manuel Santana en los pasados campeonatos de Espa?a de tenis supuso tino de los hitos m¨¢s importantes del deporte de la raqueta en los ¨²ltimos a?os. A sus 42 a?os, ?Supermanuel? llen¨® la Ciudad Deportiva madridista y s¨®lo cay¨® ante el luego campe¨®n Fernando Luna, despu¨¦s de deleitar varios d¨ªas con los destellos de su clase. Este mes, en los torneos de Sidney y Melbourne, otra de las grandes figuras del tenis de todos los tiempos, el australiano Ken Rosewall, a punto de cumplir los 46 a?os, ganaba a jugadores clasificados entre los cincuenta mejores delmundo actualmente, y que podr¨ªan ser sus hijos. Su caso, como jugador de tres d¨¦cadas, es, sin duda, el m¨¢s destacado de longevidad deportiva en su especialidad junto a Pancho Gonz¨¢lez.

Ken Rosewall naci¨® el 2 de noviembre de 1934 en Hurtsville, un barrio de las afueras de Sidney. Est¨¢, pues, a s¨®lo unos d¨ªas de cumplir los 46 a?os. El pasado d¨ªa 13, dentro de los campeonatos internacionales de Australia sobre pista cubierta, disputados en su ciudad natal, venci¨® al norteamericano Tim Wilkinson, por 6-4 y 7-5. Este, con veinte a?os menos, no pudo con las genialidades del conocido como ?peque?o maestro de Sidney?. Kenneth Rosewall, que seis a?os antes de nacer Wilkinson, por ejemplo, hab¨ªa ganado ya los campeonatos de Australia al aire libre, y Roland Garros, dos de los grandes torneos integrantes del Gran Slam, junto a Wimbleden y los campeonatos de Estados Unidos, mostr¨® a¨²n su enorme calidad acumulada tras muchos a?os de experiencia. Sin embargo, para M¨²sculos -otro apodo-, pese al cuidado casi monacal de su f¨ªsico -su peque?o f¨ªsico, pues incre¨ªblemente s¨®lo mide 1,70 metros, para 65 kilos de peso-, los a?os eran ya una barrera, y otro norteamericano, veintid¨®s a?os m¨¢s joven, John Sadri, le elimin¨®, aunque en tres sets: 7-5, 3-6, 6-3.La semana siguiente, en Melbourne, tambi¨¦n sobre pistas cubiertas, pero m¨¢s lentas, de nuevo Rosewall dej¨® sentado que a¨²n puede dar sustos a jugadores de cierta entidad, aunque la potencia del tenis actual est¨¦ re?ida con su estilo. Un estadounidense m¨¢s, Butch Walts, cay¨® por 6-3 y 6-2. Por ¨²ltimo, un cuarto norteamericano, Chris Delaney, eliminar¨ªa a Rosewall poco antes de cumplirse un a?o desde que, al ser derrotado por su compatriota Phil Dent en los campeonatos de Nueva Gales del Sur -su Estado-, hab¨ªa declarado que se retiraba. Sin embargo, en un caso portentoso de mantenimiento al m¨¢s alto nivel de calidad dentro del deporte, el peque?o australiano a¨²n juega torneos de gran nivel, como si los habituales para ?viejas glorias? fueran todav¨ªa poca cosa para ¨¦l. Cabe se?alar que en el torneo Sidney gan¨® John McEnroe.

La carrera de Ken Rosewall es, sin duda, la m¨¢s brillante del tenis contempor¨¢neo, por su longevidad, junto a la del norteamericano Pancho Gonz¨¢lez. El ejemplo de ¨¦ste -de caracter¨ªsticas f¨ªsicas impresionantes, con sus 1,87 metros para 85 kilos, bastantes distintas del australiano- es ya un ¨ªndice de las calidades de que se habla.

Grandes carreras

Pancho, en 1968, cuando ya ten¨ªa cuarenta a?os, a¨²n figuraba entre los diez mejores jugadores del mundo, y dos a?os m¨¢s tarde, a los 42, en 1970, entre los veinte. En 1969, durante la primera ronda del torneo de Win¨ªbledon, realiz¨® una de las haza?as quiz¨¢ m¨¢s famosas de todos los tiempos, al tener que disputar la friolera de 112 juegos para derrotar en cinco horas y doce minutos a Charles Pasarell.Rosesvall, ?ni?o prodigio? en el tenis gracias a la afici¨®n inmensa de su padre por ense?arle, fue ya campe¨®n juvenil de Australia a los quince a?os, el m¨¢s joven de toda la historia. A los dieciocho integraba el equipo de Copa Davis con su ?pareja? en celebridad, Lewis Hoad, de su misma edad, y otro nombre tan legendario como Frank Sedgman. Cinco a?os m¨¢s tarde pas¨® al profesionalismo y s¨®lo hasta 1968. en que el tenis adopt¨® el sistema open, no pudo jugar abiertamente con los aficionados marrones, tan profesionales como ¨¦l, uno de los muchos perjudicados en una absurda etapa de la historia del tenis. En cualquier caso, sus golpes, especialmente la volea, han quedado como ejemplos vivos de la mejor t¨¦cnica, y gracias a ella a¨²n puede contrarrestar la juventud de rivales a los que dobla -o m¨¢s- la edad,

Otras grandes figuras del tenis australiano, como John Newcombe. con 36 a?os ahora, o Tony Roche, de 35, a¨²n juegan torneos como el de Sidney, en el que precisamente el segundo gan¨® al primero por 6-4, 7-6. Roche, en un torneo anterior jugado en Brisbane, lleg¨® hasta cuartos de final, donde fue derrotado por Dent. Ambos Jugadores, ya de la hornada siguiente a Rosewall, cinco veces triunfadores en dobles en Wimbledon, son otro ejemplo de la ?rancia? escuela australiana, dominadora casi invencible toda una ¨¦poca. Sin embargo, ya se aprecia que han cumplido en el tenis una d¨¦cada menos que Rosevall, jugador de tres, algo ins¨®lito y s¨®lo alcanzable por las grandes figuras del deporte mundial.

?Pienso que mi peque?a estatura me otorga muchas ventajas. Cuando en un encuentro importante el p¨²blico no tiene preferencias, se inclina siempre por el que parece m¨¢s d¨¦bil. Es la eterna desdicha de Goliath ante David?. Rosewall declaraba esto en 1972. Su modestia le imped¨ªa a?adir que su t¨¦cnica y su gran preparaci¨®n f¨ªsica apenas necesitaban otros apoyos.

Nuevos jugadores, mayores ganancias

Ken Rosewall. ha ganado mucho dinero a lo largo de su carrera ten¨ªstica, pero ni siquiera con su temprano paso al profesionalismo se ha podido comparar con lo percibido actualmente por jugadores que ¨¦l hubiese vencido sin problemas en su mejor ¨¦poca. La mayor¨ªa de ellos adem¨¢s s¨®lo pasar¨¢n a la historia del tenis como ?buenos? jugadores. Seg¨²n informaba ayer la AFP, ¨²nicamente en premios de torneos, sin contar los ingentes ingresos por publicidad, Bjom Borg ha ganado esta temporada 34.107.500 pesetas. Y, lo que es m¨¢s asombroso, Martina Navratilova, la ex checoslovaca ya casi nacionalizada norteamericana, con unas ganancias de 40.368.090, demuestra que la mujer est¨¢ ya equiparada a los hombres en cuanto a premios.