Radio Futura, del proyecto al hecho

Radio Futura actu¨® el pasado jueves en la sala Carolina. Era su primer concierto algo serio en Madrid, despu¨¦s de muchos meses, de un disco grande y de un verano en que el grupo se ha pateado lugares de lo m¨¢s diversos a lo largo de la Pen¨ªnsula. Y eso era lo interesante: comprobar la evoluci¨®n de un grupo madrile?o tras casi medio a?o de trabajo continuado y profesional,

Una cuesti¨®n contestada casi con una sola frase: ahora, Radio Futura son un grupo. Antes, cuando grabaron su primer elep¨¦, apenas eran poco m¨¢s que un proyecto lleno de inter¨¦s y de balbuceos. El pasado jueves se escuch¨® a una gente que sab¨ªan de manera bastante precisa lo que ten¨ªan que hacer, que hab¨ªan remodelado sus canciones m¨¢s conocidas (La moda iuvenil es ahora el doble de r¨¢pida, su versi¨®n de la Noche en blanco de los eiecutivos agresivos ya no tiene nada que ver con la original, etc¨¦tera) y que, desde la mera presencia esc¨¦nica hasta lo puramente instrumental, demostraban lo que se llama oficio. Un oficio que les permit¨ªa expresar mejor lo que quer¨ªan decir, como si ellos mismos lo vieran m¨¢s claro, una vez superadas unas limitaciones t¨¦cnicas b¨¢sicas.

Lo de Radio Futura era importante porque, aparte de que la gente pod¨ªa disfrutar, se mostraba bien a las claras que los grupos se hacen en los escenarios, enfrent¨¢ndose a un p¨²blico. S¨®lo es cosa de que puedan hacerlo.

El tema es que, en buena ley y en cierta l¨®gica, es ahora cuando Radio Futura debiera grabar su primer elep¨¦ (cosa que hizo el a?o pasado). A los grupos madrile?os se les est¨¢ exigiendo un nivel de profesionalidad basado sobre el hecho de que tienen un disco al cual no pueden muchas veces responder. Se sit¨²an de esta forma frente a una tensi¨®n y unas expectativas dif¨ªciles de resolver. El hecho de que Radio Futura lo hayan conseguido, de que puedan convencer sin considerandos, es, dentro de lo que cabe, una esperanza. Ojal¨¢ todos puedan mont¨¢rselo tan afortunadamente.