El Plan de Urgencia para Extremadura prev¨¦ inversiones superiores a los 250.000 millones de pesetas

El Gobierno estudia estos d¨ªas el Plan de Urgencia para Extremadura, elaborado por la Junta regional, que prev¨¦ inversiones globales de 250.195.100.000 pesetas, durante un per¨ªodo de aplicaci¨®n comprendido entre tres y cinco a?os. El plan, al que ha tenido acceso EL PAIS, presenta como objetivos b¨¢sicos la lucha contra el paro y el equilibrio infraestructural de Extremadura con el resto de las regiones, al ser la menos desarrollada de todas ellas. El PSOE no suscribi¨® el documento por considerar que las inversiones previstas (fundamentalmente en Obras P¨²blicas y Agricultura), tal y como est¨¢n enfocadas, no observan criterios de prioridad ni conseguir¨¢n el volumen de empleo que necesita la regi¨®n para iniciar su despegue econ¨®mico.

Los cap¨ªtulos m¨¢s importantes de estas inversiones son Obras P¨²blicas y Urbanismo (158.550.400.000 pesetas) y Agricultura (pesetas 5 1.294.000.000). Con esta pol¨ªtica, la Junta pretende remediar no s¨®lo el problema del paro a corto plazo, sino dotar a la regi¨®n de una infraestructura suficiente que permita enlazar con un despegue mucho m¨¢s estabilizado del desarrollo econ¨®mico.De acuerdo con sus propuestas, estima la Junta que el empleo generado por inversi¨®n directa durante la ejecuci¨®n del plan ser¨¢ de unos 50.900 puestos por a?o, el 40% de los cuales mejorar¨ªa el ¨ªndice de ocupaci¨®n actual o subempleo. La inversi¨®n indirecta supondr¨ªa otros 5.000 puestos de trabajo anuales. Y como consecuencia de las realizaciones materiales de estas inversiones, directas e indirectas, se crear¨ªan otros 10.765 y 18.000 puestos de trabajo, respectivamente.

En un per¨ªodo de tres a?os, el PUEX pretende dotar a Extremadura de una red de carreteras, tanto nacionales como provinciales, ?que permitan romper el cuello de botella que supone la dificultad de transportes para el desarrollo de la actividad econ¨®mica?. En el sector agrario, la Junta aspira a que el PUEX financie la construcci¨®n de varias obras hidr¨¢ulicas; se trata de una vieja aspiraci¨®n regional, no s¨®lo para aumentar la capacidad de embalse de cara a la agricultura, sino tambi¨¦n con fines de abastecimiento a varias poblaciones pobres en aguas subterr¨¢neas. El ente preauton¨®mico es partidario de mantener una serie de cultivos y actividades agr¨ªcolas y ganaderas, actualmente en crisis, porque se mantendr¨ªa el empleo. y porque presentan mejor futuro de cara a la integraci¨®n espa?ola en la CEE. Finalmente, en materia de viviendas, se persigue reactivar su demanda (cr¨¦ditos al promotor y pr¨¦stamos al comprador).

Fomentar la inversi¨®n privada

Frente a ¨¦stas y otras inversiones estatales directas, la Junta de Extremadura dedica una parte de su plan a medidas de fomento de la actividad econ¨®mica y a la inversi¨®n privada.

Pide concretamente, en este sentido, que las instituciones de cr¨¦dito oficial, principalmente el Banco de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n y el Banco Hipotecario, establezcan unas l¨ªneas de cr¨¦dito -a largo plazo- por valor de 2.000 millones de pesetas anuales, que se gestionar¨ªan mediante convenios con las cajas de ahorro que operan en la regi¨®n. Estos cr¨¦ditos se destinar¨ªan a financiar, con car¨¢cter urgente y prioritario, los expedientes de viviendas que se encuentran en tramitaci¨®n; a m¨¢s largo plazo, a la adquisici¨®n de viviendas, cuyo presupuesto de construcci¨®n no exceda los siete millones de pesetas.

La Junta estima necesario que el Ministerio de Trabajo cree un fondo especial de 1.200 millones, que se destinar¨ªa a financiar con 400.000 pesetas -a fondo perdido- la creaci¨®n de cada puesto de trabajo fijo; esta subvenci¨®n tendr¨ªa prioridad cuando se trate de contratos a favor de personas que ejercer¨ªa con ellos su primer empleo.

El desarrollo industrial de la regi¨®n se articula mediante el aumento de los beneficios de la gran ¨¢rea de expansi¨®n industrial (hasta un 30% del presupuesto de instalaci¨®n), reduciendo hasta veinte millones de pesetas el tope m¨ªnimo de presupuesto que puede acogerse a ellos. Durante el trienio de aplicaci¨®n del plan se prev¨¦ un gasto de recursos p¨²blicos de 4.200 millones de pesetas, que inducir¨ªan otros 9.000 del sector privado.

Y se estiman necesarias diversas actuaciones de empresas p¨²blicas o mixtas. Entre ellas, una planta de pelletizaci¨®n en Fregenal de la Sierra (3.500 millones de pesetas); otra, de energ¨ªa solar (2.500); una de aprovechamiento de residuos s¨®lidos (quinientos), y ampliaci¨®n del capital social de Sod¨ªex, hasta 3.000 millones, para que pueda desempe?ar mejor sus objetivos. El plan estima igualmente necesario que las inversiones directas en materia de electrificaci¨®n rural vayan acompa?adas de otras del sector privado (2.000 millones), puesto que la infraestructura el¨¦ctrica rural resulta necesaria para el desarrollo industrial.

Una situaci¨®n desesperada

La Junta extreme?a recoge en el documento algunos datos relativos a la desesperada situaci¨®n, de los que se desprende un claro agravio comparativo con el resto de las nacionalidades. En este sentido, se deja constancia de que la mayor¨ªa de las estad¨ªsticas manejadas corresponden a 1975 (¨²ltimos datos de que ha podido disponer la Junta), apuntando la posibilidad de que, desde entonces, la situaci¨®n haya podido empeorar a¨²n m¨¢s.

La renta per c¨¢pita sit¨²a a los extreme?os en el ¨²ltimo lugar del ranking por regiones, con s¨®lo 87.812 pesetas. Ello supone menos de la mitad de la correspondiente a Madrid (197.361), Pa¨ªs Vasco y Navarra (190.963) y Catalu?a (184.414), situ¨¢ndose muy por debajo de su inmediata superior, Andaluc¨ªa (103.103) y de la media nacional (144.812).

La densidad de poblaci¨®n extreme?a es de 25,8 habitantes por kil¨®metro cuadrado, mientras que el ¨ªndice medio nacional es de 70,8. Extremadura es la ¨²nica regi¨®n espa?ola que presenta saldo negativo en la poblaci¨®n de hecho. Durante veinte a?os (1955-1975) ha perdido el 21,67%,de su poblaci¨®n, el 26,40% de su poblaci¨®n activa y el 30,7% de su poblaci¨®n ocupada. El saldo migratorio arroja para el per¨ªodo mencionado una variaci¨®n negativa del 53,7%, seguida ya muy de lejos por Andaluc¨ªa (-22,8%). En ambas provincias extreme?as la cifra de emigrantes supera las 625.000 personas desde 1940.

En Extremadura, el 48% de la poblaci¨®n se dedica, de una u otra manera, a la agricultura (porcentaje superior al de la mayor¨ªa de los pa¨ªses del Tercer Mundo, seg¨²n destaca la Junta). En cambio, el sector industrial s¨®lo emplea al 10,3% de la poblaci¨®n, muy por debajo del 27,4% que supone la media nacional.

Y aun con datos referidos a 1975, los indicadores socioecon¨®micos del nivel de vida extreme?o no son menos preocupantes. La mortalidad infantil (18,31%) era una de las mayores de Espa?a, s¨®lo superada por Galicia (23,27%) y Asturias (19,08%). Dispon¨ªan entonces de un solo m¨¦dico por cada 962 habitantes (la media nacional era de 693). Igualmente ocupaba el ¨²ltimo lugar regional en cuanto a consumo de electricidad (399 kilovatios por habitante y a?o), a instalaci¨®n de tel¨¦fonos (73 por cada mil habitantes) o a veh¨ªculos de turismo (48 por cada mil habitantes). La Junta no quiere analizar ya ?el grado de analfabetismo, el n¨²mero de unidades escolares...?, seg¨²n p¨¢rrafo textual del documento.

En cuanto a las cifras de producci¨®n, se destacan las referidas al producto interior bruto regional, que s¨®lo representa 99.885 millones de pesetas, frente a cifras como las de Andaluc¨ªa (707.233) o Galicia (317.282).

La participaci¨®n del PIB en el total nacional es de un 1% para Badajoz, y un 0,7% para C¨¢ceres. Estas provincias ocupan los lugares 30 y 39 en la correspondiente clasificaci¨®n nacional.

Explica finalmente la Junta en el documento la estructura de la producci¨®n, que es netamente agraria.

Extremadura cuenta con 296 cooperativas del campo, en las que est¨¢n asociados 64.478 agricultores (datos relativos a 1977); la participaci¨®n de sus agricultores en la actividad econ¨®mica es francamente alta, mientras que la del sector industrial es todo lo contrario.

Las ventas del sector agrario al industrial suponen el 34,6% de la producci¨®n total agraria. Las del sector ganadero, tan s¨®lo un 7,2%; y las del sector torestal representan el 36,4% de la producci¨®n total forestal.

El autoabastecimiento industrial en Extremadura es muy inferior al de las dem¨¢s regiones; el sector agrario absorbe el 13,3% de la producci¨®n total industrial, y el de servicios, el 5,5%. Las ventas del sector industrial al resto del pa¨ªs representan el 24,8% de la producci¨®n total, y s¨®lo se exporta el 16,9 % de dicho valor. Entre los subsectores m¨¢s deficitarios, el documento destaca los de transportes y comunicaciones, banca y seguros. El volumen monetario de los servicios importados sobrepasaba en 1975 los 1.600 millones de pesetas anuales.

Disconformidad del PSOE

El texto definitivo del PUEX fue elaborado sobre un primer proyecto de UCD, al que luego se le introdujeron enmiendas de comunistas e independientes. El PSOE, sin embargo, calific¨® este plan de ?improvisado?, y prefiri¨® enviar al Gobierno -como anexo- su propia alternativa.

El primer partido de la oposici¨®n muestra en ella su conformidad con el PUEX en la necesidad de asignar a Extremadura, por las v¨ªas presupuestaria y del cr¨¦dito oficial, una cantidad de 250.000 millones durante el per¨ªodo de actuaci¨®n que se fija. Sin embargo, no asume las deficiencias t¨¦cnicas del plan ni su l¨ªnea pol¨ªtico-econ¨®mica, ?que se decanta hacia la v¨ªa de la inversi¨®n directa estatal (que absorber¨ªa casi la totalidad de los t¨®ndos), mientras que reducir¨ªa a un m¨ªnimo el est¨ªmulo a la inversi¨®n directa privada y a la empresa p¨²blica, mucho m¨¢s rentables y eficaces en la creaci¨®n de empleo. Considera, por tanto, que la propuesta de la Junta no contribuye apenas a generar empleo y provocar¨ªa fuertes p¨¦rdidas en la agricultura regional.

No obstante, en caso de que su alternativa no sea aceptada o tenida en cuenta por el Gobierno, el PSOE hace p¨²blica su intenci¨®n de apoyar el PUEX, en bien de la propia regi¨®n.

Para los socialistas, en'la lista de inversiones propuesta por el PUEX no aparece una selecci¨®n de prioridades. Rechazan el amplio cap¨ªtulo de inversiones en la construcci¨®n de carreteras (37.000 millones), por el alto grado de mecanizaci¨®n existente en este sector, que s¨®lo dar¨ªa trabajo a unas seiscientas personas; sin embargo, mediante est¨ªmulos directos al empleo, se podr¨ªan generar m¨¢s de 25.000 puestos. Y se opone igualmente a la transformaci¨®n en regad¨ªos de 170.000 hect¨¢reas -tal y como propone el plan-, que ser¨ªa m¨¢s del doble de la superficie transformada en toda Espa?a durante los ¨²ltimos cinco a?os. En la opini¨®n socialista, ello puede provocar fuertes p¨¦rdidas en la agricultura regional, ya que los precios se hundir¨ªan por exceso de oferta; adem¨¢s, el coste de transformaci¨®n en regad¨ªos mediante obras hidr¨¢ulicas es siempre m¨¢s caro (dos o tres veces) que la captaci¨®n de aguas subterr¨¢neas o superficiales (abundantes en la regi¨®n). En definitiva -dice el PSOE-, el PUEX dedica 44 veces m¨¢s recursos a la iniciativa estatal que a la privada.

Y como l¨ªnea concreta de actuaci¨®n, el partido socialista propone el establecimiento de transferencias presupuestarias para trabajos subvencionados, que se destinar¨ªan a financiar contratos colectivos de trabajo con agricultores y con peque?os y medianos empresarios de la regi¨®n. Y para fomentar la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo, propone lo que denomina ?subvenci¨®n al salario? (1.000 pesetas por jornal para trabajadores agrarios, y quinientas para el resto), que se har¨ªa efectiva solamente a aquellos grupos de empleadores que se comprometan a aumentar el empleo, para 1981, en una proporci¨®n m¨ªnima -a determinar- sobre sus niveles de 1980. La propuesta socialista considera que esta modalidad de trabajo subvencionado permite una mayor eficacia en la creaci¨®n de empleo.