Jos¨¦ Rada analiza las obras de Cabez¨®n y la ret¨®rica en la m¨²sica
Curso del organista espa?ol en el Museo Arqueol¨®gico Nacional
El m¨²sico espa?ol Jos¨¦ Rada, nombrado por oposici¨®n organista y cantor en la iglesia luterana de la ciudad de Reinbeek, en la Rep¨²blica Federal de Alemania, donde reside en la actualidad, acaba de impartir un curso sobre m¨²sica espa?ola antigua en el Museo Arqueol¨®gico Nacional, en Madrid, donde estudi¨® las obras del compositor Cabez¨®n y la ret¨®rica en la m¨²sica. Rada es uno de los m¨¢s reputados organistas europeos a partir de un pa¨ªs donde se dieron algunos de los m¨¢s importantes organistas de la historia de la m¨²sica occidental. Para que esta situaci¨®n se mantenga, Rada pide que se intensifique la preparaci¨®n de los m¨²sicos de su car¨¢cter.
?He tratado en este curso?, dice Rada, ?de dar una especie de ayuda anal¨ªtica para la m¨²sica antigua. Lo primero ha sido analizar el compendio Obras de m¨²sica de Antonio Cabez¨®n, editado por su hijo Hernando. He querido dar una idea de Cabez¨®n como maestro y compositor progresista, como figura internacional, en cuya obra aparecen procedimientos y materiales compositivos considerados hasta ahora invenci¨®n de Andrea Gabrieli, Sweelink o Zarlino, y que el, veinte o treinta, a?os antes, ya los hab¨ªa empleado?.Sobre la influencia de la obra de Cabez¨®n en otros compositores europeos de la ¨¦poca se?ala Rada: ?Hay un hecho fundamental: ?por qu¨¦ el rey Felipe II llev¨® siempre en sus viajes a Cabez¨®n? Espa?a era un pa¨ªs guerrero y la gente que hace la guerra tiene poca cultura. As¨ª nos trataban en el extranjero. Yo he visto muchos documentos en los Pa¨ªses Bajos, en Alemania, donde se refieren a nosotros como gente inculta, dominante, b¨¢rbara. Entonces, el rey, que era disc¨ªpulo suyo, lo llevaba siempre como prueba y ejemplo de que en Espa?a se hac¨ªa muy buena m¨²sica. Y donde ¨¦l estuvo dej¨® huellas?.
El arte discursivo
Tambi¨¦n ha tocado el tema de la ret¨®rica en la m¨²sica de los siglos XVI y XVII. ?La ret¨®rica es un arte discursivo. El tiento, que es la forma principal de la m¨²sica de teclado espa?ola de esa ¨¦poca, no se sabe bien lo que es, no se le puede encuadrar f¨¢cilmente, y la ¨²nica soluci¨®n posible es que se trata de una forma discursiva. Por eso aparece con el nombre de discurso en algunas ediciones posteriores a Cabez¨®n. Esto me llev¨® a estudiar f¨®rmulas de ret¨®rica desde el siglo XV hasta el XIX. Y he descubierto que las figuras ret¨®ricas existentes, desde Quintiliano hasta Beethoven, en Espa?a eran usuales, se compon¨ªa de acuerdo a esas f¨®rmulas. Toda la nomenclatura musical de esa ¨¦poca, las palabras quiebro, redoble, reiterado, etc¨¦tera, proviene del arte de hablar o est¨¢ muy imbricada con ¨¦l, principalmente con la poes¨ªa, siempre muy ligada a la m¨²sica?.Rada habl¨® en su curso del Fandango del padre Soler, situ¨¢ndolo en su epicentro madrile?o. ?Una de las caracter¨ªsticas de la m¨²sica italiana del siglo XVIll?, se?ala el organista, ?es el influjo de Madrid como foco de inspiraci¨®n. El airecillo del Prado motiv¨® una revoluci¨®n o, mejor, una revolucioncilla, como yo la he llamado. Los grandes m¨²sicos italianos de la ¨¦poca, como Dom¨¦nico Scarlatti o Luigi Boccherini, m¨²sico impresionante que compuso hasta zarzuelas en espa?ol, se han salvado porque han vivido en Madrid?.
?El resto de los italianos de la segunda mitad del XVIll?, a?ade Rada, ?son m¨²sicos muy mediocres comparados con esta gente. La influencia madrile?a fue enorme en esta ¨¦poca. La ¨®pera estaba en un callej¨®n sin salida, ten¨ªa entonces un sentido muy decadente. Y todos estos aires y formas de la danza madrile?a salvaron la m¨²sica italiana de aquel momento. Se dice que los m¨²sicos espa?oles tuvieron influencia italiana, y s¨ª la tuvieron, pero s¨®lo en un sentido te¨®rico, y era l¨®gico que fuese as¨ª?.
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