Un pueblo minero de Le¨®n crea brigadas de vigilancia nocturna ante los incendios provocados en edificaciones

El pueblo minero de Tremor de Arriba, situado a unos cuarenta kil¨®metros de Ponferrada, y uno de los cinco ayuntamientos con mayor¨ªa comunista en la provincia de Le¨®n, vive desde hace semanas en una situaci¨®n de creciente nerviosismo por los incendios provocados por personas desconocidas en varias casas y pajares, que han obligado a crear grupos armados de vigilancia en colaboraci¨®n con la Guardia Civil.

Los incendios ocurren un a?o despu¨¦s de que el alcalde de lgue?a, municipio al que pertenece el pueblo, denunciara p¨²blicamente la existencia de tr¨¢fico de armas en esta localidad, que registra, al amparo de la miner¨ªa, una tasa de inmigraci¨®n espectacularmente alta: casi la mitad de los habitantes de Tremor son portugueses o norteafricanos.Los incendios se iniciaron el pasado d¨ªa 7 de noviembre, lleg¨¢ndose a contabilizar hasta cuatro en diez d¨ªas, uno de ellos pudo ser atajado de forma inmediata, y en otro hubo que desalojar algunas viviendas colindantes por el riesgo de expansi¨®n del fuego. En general afectaron a pajares y casas deshabitadas. Las patrullas de vigilancia, integradas por una pareja de la Guardia Civil y ocho vecinos, comenzaron a funcionar una semana despu¨¦s -d¨ªa 13- entre las 0,30 horas y las seis de la madrugada.

Todos los incendios han surgido hasta ahora entre las dos y las 3.30 de la madrugada, en ocasiones durante noches de fuerte lluvia, lo que, sin embargo, no impidi¨® la propagaci¨®n de las llamas. Las brigadas de vigilancia no han dado hasta ahora con los autores de los incendios, cuyas motivaciones parecen bastante confusas. Seg¨²n el alcalde de Tremor, Laudino Garc¨ªa (PCE), y el portavoz de la junta vecinal y maestro del pueblo, F¨¦lix Ord¨¢s (PSOE), por el momento se barajan dos hip¨®tesis: que todo se deba a la labor de un pir¨®mano o que los incendios tengan una ?raz¨®n pol¨ªtica?.

No hay pistas

Las dificultades para encontrar una pista que avale razonablemente cualquiera de las dos hip¨®tesis son notables en una zona que cuenta con un 50% de poblaci¨®n inmigrante y, en muchos casos, indocumentada, con s¨®lo cinco n¨²meros de la Guardia Civil por toda vigilancia, un ¨²nico tel¨¦fono para todo el pueblo y dif¨ªciles accesos por carretera. La posibilidad de que se est¨¦ buscando a un pir¨®mano no debe ser descartada, seg¨²n el alcalde, pero el hecho de que en una ocasi¨®n dos incendios se iniciaran de forma simult¨¢nea hace pensar en otro tipo de implicaciones.A la pregunta de si puede haber alg¨²n grupo o personas interesadas en desestabilizar la vida municipal, el alcalde y el portavoz de la junta se limitan a se?alar que el Ayuntamiento no ha tenido problemas especiales durante los ¨²ltimos meses, si se except¨²an algunos conflictos con empresas mineras propietarias de explotaciones a cielo abierto sin permiso municipal y con las cuales se lleg¨® recientemente a acuerdos negociados para su reapertura. Las entregas de carb¨®n procedentes de este tipo de explotaciones hab¨ªan sido clausuradas hace m¨¢s de un a?o por ENDESA, que monopoliza el mercado energ¨¦tico de la zona, a pesar de lo cual las minas contin¨²an abiertas. La decisi¨®n de ENDESA estaba motivada, por razones de estrategia econ¨®mica -las explotaciones a cielo abierto son una reserva f¨¢cil de carb¨®n para casos de emergencia- y por cuestiones sociales relacionadas con la conservaci¨®n de puestos de trabajo, dado que estas minas funcionan con muy poca mano de obra.

La posibilidad de que la supuesta desestabilizaci¨®n obedezca a m¨®viles pol¨ªticos es algo tambi¨¦n muy remoto, por cuanto la propia composici¨®n del Ayuntamiento, desde las ¨²ltimas elecciones, no deja margen a la existencia de grupos de ultraderecha. El actual Ayuntamiento est¨¢ integrado por cuatro concejales del PCE, dos del PSOE, tres de Coalici¨®n Democr¨¢tica (CD) y dos de UCD. Los dos ¨²ltimos partidos cuentan con el apoyo del voto rural de pueblos vecinos y notoriamente diferenciados de Tremor, donde, seg¨²n el alcalde, ?s¨®lo hubo quince votos para Coalici¨®n Democr¨¢tica?.

Los inmigrantes, en medio

Cuesti¨®n aparte es la posible manipulaci¨®n, por grupos an¨®nimos, de los inmigrantes que residen en el pueblo, muchos de los cuales pueden calificarse de ?incontrolados? en el sentido de carecer de documentaci¨®n o medios de subsistencia. Las confusas circunstancias que rodean a los incendios se reflejan en los propios comunicados reivindicativos, algunos de los cuales aparecieron escritos en servilletas de bar con apariencia de haber sido redactados con la mano izquierda y, en ocasiones, con t¨¦rminos y palabras de origen portugu¨¦s. La firma de uno de los comunicados correspond¨ªa a un extra?o grupo autodenominado El gallo rojo, mientras que otros dos alud¨ªan a cuestiones de car¨¢cter personal con dos muchachas de la localidad amenaz¨¢ndolas si insist¨ªan en ?salir de noche? con sus amigos.En principio no existe ninguna relaci¨®n entre los propietarios que han sufrido los incendios, aunque algunos de ellos son miembros o simpatizantes del PCE. El alcalde piensa que esta circunstancia puede ser una primera pista, sobre todo si se vieran amenazados nuevos militantes de izquierda o sus familiares, como recientemente ha sucedido en el vecino pueblo de Pobladura de las Regueras, a unos cuatro kil¨®metros.

Tr¨¢fico de armas

La posible relaci¨®n de los incendios con el tr¨¢fico de armas, denunciado hace un a?o por el alcalde en una reuni¨®n de los ayuntamientos de El Bierzo con el gobernador civil, es tratada tambi¨¦n con suma prudencia, a pesar de que el propio PCE hab¨ªa difundido d¨ªas atr¨¢s en Madrid una nota en la que, junto a esta hip¨®tesis, se hablaba de posibles actuaciones de bandas ultraderechistas en la zona, lo que explicar¨ªa que los vecinos hubieran escuchado ?tiroteos similares a los de entrenamiento?. El alcalde, sin embargo, calific¨® de exagerada esta versi¨®n en declaraciones a EL PA?S. Dijo que varios vecinos hab¨ªan asegurado o¨ªr los tiroteos, ?pero yo no?.En cuanto al comercio de armas, se se?ala que ha desaparecido de Tremor, tras la denuncia, o al menos carece ya de notoriedad p¨²blica. Las armas proced¨ªan de Portugal y su precio oscilaba para las pistolas entre 8.000 y 20.000 pesetas, lleg¨¢ndose a vender incluso en locales p¨²blicos, siempre seg¨²n esta denuncia.

Fuentes policiales y del Gobierno Civil, por su parte, hab¨ªan restado importancia desde el principio a estos hechos, alegando que pod¨ªa tratarse de casos aislados dif¨ªciles de prever y de controlar.

La denuncia, en todo caso, dio lugar a la detenci¨®n de dos personas, una de ellas de nacionalidad portuguesa, aunque las inspecciones llevadas a cabo en domicilios particulares no dieron los mismos resultados.