Un licenciado en historia cambia el reparto de butano por la conserjer¨ªa de un museo

?No, yo no considero esto como definitivo, ni mucho menos. No espero estar de conserje toda la vida?. Antonio Vicente Ortega, veintis¨¦is a?os, licenciado en Historia, es, desde este mes de enero, el conserje del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Elche, puesto al que accedi¨® tras superar una oposici¨®n. No fue el ¨²nico licenciado que aspiraba a la plaza de ordenanza del museo. ?Nos presentamos varios, y es que hay que tener alg¨²n trabajo?.Tratar de conseguir un trabajo fue la obsesi¨®n de Antonio Vicente Ortega desde que termin¨® sus estudios en la universidad. Primero intent¨® las oposiciones, pero suspendi¨®. Despu¨¦s busc¨® trabajo en la ense?anza, ?pero no encontr¨¦ nada, absolutamente nada. La situaci¨®n es as¨ª de mala. Mi especialidad es la que m¨¢s saturada est¨¢. No hay ning¨²n trabajo, nada de nada. S¨®lo las oposiciones?. Y como hab¨ªa que trabajar en algo, empez¨® a repartir butano, trabaj¨® en el campo y muchas m¨¢s cosas. ?Pero no soy yo el ¨²nico. Es mucha la gente que est¨¢ en mi situaci¨®n?.

Quiz¨¢ por eso le molesta salir en la Prensa: haber, adquirido notoriedad por el ¨²nico hecho de estar trabajando de ordenanza con su t¨ªtulo universitario bajo el brazo. ?Es triste, no el que yo est¨¦ aqu¨ª, sino que haya mucha gente parada y con la carrera terminada. Casi todos mis amigos est¨¢n sin nada; y les parece bien mi trabajo?.

A veces, se encuentra frustrado. ?Es algo que ocurre y que es inevitable?. Pese a todo, si volviera a empezar en la universidad, posiblemente volver¨ªa a estudiar lo mismo. ?Yo eleg¨ª letras porque me gustaba, y entonces, cuando empiezas, no te planteas el problema de las salidas. Son muchos los a?os que te quedan por delante y siempre crees que encontrar¨¢s algo. No obstante, y aun sabiendo lo que ya s¨¦, volver¨ªa a estudiar lo mismo?.

Dedicarse a la ense?anza

De diez a una y de cinco a ocho, todos los d¨ªas, cumple su trabajo como ordenanza del museo. ?Soy el conserje. Estoy en la puerta y, si alguien me pregunta algo del museo, le respondo, pero mi trabajo no es el de gu¨ªa?. Pese a todo, no ha perdido la esperanza de presentarse alg¨²n d¨ªa a unas oposiciones de instituto y dedicarse a la ense?anza, que es lo suyo y lo que le gusta. Pero, mientras tanto, ?lo que no puedes hacer es estar en casa, sin trabajar en nada y lament¨¢ndote. Para m¨ª, este trabajo tambi¨¦n tiene sus ventajas. La primera es la compensaci¨®n econ¨®mica, y luego, que es un trabajo tranquilo, que no exige grandes esfuerzos y te permite estudiar. Desde luego, pienso seguir preparando oposiciones para la ense?anza, si las convocan, claro?.

Entre tanto, se encuentra molesto por haberse convertido en un caso singular, cuando son muchos los que est¨¢n en su misma situaci¨®n. ?Al terminar en la Universidad de Valencia me vine a Elche y he perdido la pista de casi todos los compa?eros. Pero s¨¦ que son muchos los que est¨¢n trabajando mal, a disgusto, porque lo que quieren son oposiciones, y mientras tanto, tienen que trabajar en lo que no es lo suyo?. Por eso confiesa que el suyo no es un caso de desesperaci¨®n. ?Hay gente mucho m¨¢s desesperada, pero esos no salen en la Prensa?.