Un estilo exento de toda finura

Repito, con palabras m¨¢s extensas, lo que ya he dicho a otro peri¨®dico para la misma ocasi¨®n: Dostoievski no me ha interesado gran cosa y lo tengo olvidado casi por completo; por supuesto que no se me ocurre releerlo ni rellenar los huecos que dej¨¦ cuando lo le¨ª en mi juventud. No me divierte ni espero que me ense?e nada. Por si fuera poco, su estilo me parece zafio, exento de toda finura. No creo que se pueda aducir que eso se debe a malas traducciones, pues un estilo con potencia y gracia se transparenta a trav¨¦s de la transcripci¨®n m¨¢s cruel, como se demuestra por las mismas traducciones de sus compatriotas y contempor¨¢neos que escrib¨ªan con delicadeza, esto es, Turgueniev, Checoj y Toistoi, por ese orden.Por otra parte, no es de extra?ar que la pluma de Dostoievski parezca una escoba. S¨®lo se dedicaba a barrer, fregar; y enjuagar la ropa, labores dom¨¦sticas en un escenario plagado de mujeres chillonas, visionarios de blus¨®n, ambiciones de casaca, piedad de sotana y -entre tanta miseria- mucha alma ser¨¢fica siempre dispuesta a presentar la otra mejilla.

Delicias de un cierto p¨²blico

Ese tremendismo -si adem¨¢s viene acompa?ado de la estancia de su autor en Siberia por una temporada- suele hacer las delicias de un cierto p¨²blico, el mismo en todas las ¨¦pocas. A m¨ª nada me parece m¨¢s inelegante -y deshonesto- que explotar las propias l¨¢grimas; todo escritor de fuste a s¨ª mismo se tiene prohibida la piedad y si a eso suma una buena educaci¨®n jam¨¢s se dejar¨¢ arrastrar al m¨¢s repugnante de los sentimientos, la autocompasi¨®n.

El tiempo, muy explicablemente, ha sido devastador para con Dostoievski. Hace cuarenta a?os era todav¨ªa uno de los genios del siglo XIX, un explorador de los entresijos del alma humana. Hoy es una sombra, un escritor pompier que, sin duda, sigue teniendo sus devotos, esto es, todos aquellos que siguen apegados a la lucha literaria contra la opresi¨®n. A m¨ª me parece un sonajero y de nada me congratulo tanto como de la direcci¨®n que tom¨® la mejor literatura del siglo XX, en todo opuesta a la l¨ªnea marcada por los Dostoievski, Zola & Co.