Hunosa responde hoy con una huelga a la negativa de conceder un anticipo sobre el convenio
La presentaci¨®n parcial a los sindicatos de los objetivos para Hunosa durante el periodo 1981-1983 fijados por la Administraci¨®n no consigui¨® anular la huelga que dar¨¢ comienzo hoy (y se prolongar¨¢ ma?ana y los pr¨®ximos d¨ªas 27 y 28) en la miner¨ªa, convocada por el SOMA-UGT y Comisiones Obreras. Por otra parte, hoy mismo, los responsables del Instituto Nacional de Industria (INI), ¨²nico accionista de la sociedad hullera p¨²blica asturiana, ampliar¨¢n la informaci¨®n sobre el futuro de Hunosa a las centrales sindicales.
El plan de reconversion, al que tuvo acceso EL PAIS, pretende conseguir la eliminaci¨®n de las p¨¦rdidas por tonelada de carb¨®n arrancada en 1984. El a?o pasado, ¨¦stas fueron de 5.480 pesetas, cifra que se desglosa de la siguiente forma: 3.000 pesetas en concepto de ayudas; 700 pesetas, para las cargas heredadas del pasado, y 1.700 pesetas, de p¨¦rdidas propiamente dichas. En el per¨ªodo 1981-1983, la empresa deber¨¢ reducir a cero los cap¨ªtulos relativos a cargas heredadas y a las p¨¦rdidas propiamente dichas, de forma que las ayudas puedan ser consideradas como ingresos, f¨®rmula vigente en los pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). De esta manera, Hunosa podr¨ªa incluso cerrar sus ejercicios con beneficio, lo que supondr¨ªa un favorable cambio de imagen de la empresa y de Asturias, que perder¨ªa as¨ª su aparente car¨¢cter de regi¨®n mendicante.Seg¨²n los c¨¢lculos de la Administraci¨®n, el objetivo de conseguir en 1984 un coste por tonelada de carb¨®n extra¨ªda de calidad media de 9.450 pesetas constantes es perfectamente alcanzable, a la vista de los costes y ayudas aplicados a los yacimientos similares de Espa?a y la CEE, adem¨¢s de permitir un coste por termia tambi¨¦n comparable al de otras fuentes de energ¨ªa. Para llegar a esta cifra, se parti¨® de los resultados de explotaciones parecidas a las de Hunosa, como las del Nord el Pas-de-Calais, en Francia, B¨¦lgica y Minas de Figaredo, en Asturias. El coste por tonelada arrancada en 1980 fue en la primera zona de 9.404 pesetas; en las minas belgas, de 9.906 pesetas, y en Minas de Figaredo, de 9.415 pesetas. En 1980, el coste por tonelada ascendi¨® en Hunosa a 11.800 pesetas.
Criterio para valorar los resultados
No se ha explicado, sin embargo, el criterio a seguir con los pozos que superen el coste est¨¢ndar por tonelada. Se da la circunstancia de que algunos de ellos deber¨¢n mejorar sus actuales resultados en un 40%. La inc¨®gnita reside en el margen de flexibilidad que utilizar¨¢ la Administraci¨®n al evaluar el resultado individual de los veintid¨®s centros de trabajo al t¨¦rmino del plan trienal.Los objetivos fijados para Hunosa deben ser el resultado de combinar la productividad y los salarlos. En este sentido, la Administraci¨®n pretende conseguir de las centrales sindicales un compromiso para alcanzar un rendimiento de 4.000 kilos por picador y reducir el absentismo laboral, que el a?o pasado fue del 29,5 % sobre 259 d¨ªas de trabajo en esta categor¨ªa. El inadecuado sistema de incentivar los destajos es uno de los temas m¨¢s preocupantes para la actual direcci¨®n de Hunosa, que intenta incrementar la producci¨®n subterr¨¢nea a 3,4 millones de toneladas de carb¨®n en 1981, a 3,7 en 1982 y a cuatro millones en 1983. El a?o pasado produjo 3,3 millones de toneladas. En cuanto a los incrementos salariales, medios solventes manifestaron ayer a este peri¨®dico que podr¨ªan ser similares a los del sector sider¨²rgico en 1981 -la ¨²ltima oferta empresarial ha sido del 9%-, y que en los dos pr¨®ximos a?os no deber¨ªan superar el ¨ªndice de precios al consumo (IPC).
Por otra parte, la direcci¨®n de Hunosa propondr¨¢ en las negociaciones propiamente dichas con las centrales sindicales, que dar¨¢n comienzo la pr¨®xima semana en Oviedo, la obligatoriedad de aplicar las jubilaciones a los 65 a?os. De conseguirse este objetivo, la empresa recurrir¨ªa a nuevas incorporaciones de personal para el arranque, con la finalidad de incrementar el n¨²mero de picadores, que en la actualidad es de 4.620, ochocientos menos que en 1977.
Cargas heredadas
Entre las cargas heredadas por Hunosa destaca la superioridad del personal pasivo (28.070 trabajadores) respecto del activo (22.357), lo que da una relaci¨®n de 1,22 frente al 0,94 de Minas de Figaredo, y el 0,91 de La Camocha. En consecuencia, el exceso de personal pasivo al que Hunosa paga parcialmente es de 7.278 jubilados. El documento elaborado por la Administraci¨®n hace referencia tambi¨¦n, como cargas heredadas, a los 254 millones de pesetas, en 1980, por exceso de carb¨®n entregado al personal pasivo; a 92 millones de pesetas por conservaci¨®n y desag¨¹e de explotaciones que se encuentran, de momento, en v¨ªa muerta; a 155 millones de pesetas en amortizaciones pendientes de las inversiones realizadas en los cuatro a?os posteriores a la integraci¨®n en la empresa nacional hullera; a 147 millones para amortizaciones vivas de instalaciones obsoletas en el momento de la recepci¨®n por Hunosa; a 561 millones de pesetas en servicios sociales (economatos, viviendas, becas, fundaci¨®n de minusv¨¢lidos), y a 60 millones de pesetas en perjuicios mineros y mantenimiento de antiguas escombreras.La Administraci¨®n estudia igualmente la f¨®rmula de reducir los gastos financieros de Hunosa, que actualmente suponen el 6% de los costes, al 4%, posiblemente mediante la duplicaci¨®n del capital social en los pr¨®ximos tres a?os en partes iguales.
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