"Seat est¨¢ preparada para iniciar la andadura internacional por su cuenta"
Pregunta. Un a?o de crisis como 1980, ?c¨®mo ha resultado para la industria de la automoci¨®n y para Seat en particular?Respuesta. Para la industria de automoci¨®n, 1980 ha sido muy malo; en los nueve primeros meses se ha experimentado una baja en el mercado interior del 16%. Esto influye en la actividad de todo sector y en un sector de s¨ªntesis como es el del autom¨®vil. Es muy grave un descenso tan notable. Espec¨ªficamente, Seat ha tenido un importante descenso el a?o pasado. En el sector hay dos grupos: uno, Renault, y otro, en el que estamos el resto. En ¨¦ste todos han perdido m¨¢s que Seat, mientras que Renault ha experimentado un alza. ?Por qu¨¦ ha sucedido esto? Me gustar¨ªa saberlo, pero, evidentemente, nuestro fallido intento -y no por voluntad de Seat- de integraci¨®n con Fiat habr¨¢ influido, entre otras cosas. De todos modos, con los nuevos modelos, como el Panda, y las modificaciones en otros, como el Ritmo, espero que desaparezca la de limitaci¨®n entre los dos grupos.
P. Es decir, que se prev¨¦ un futuro problem¨¢tico.
R. No puedo decir que las perspectivas son optimistas. Realmente, se podr¨ªa prever una ligera recuperaci¨®n, pero siempre supeditada al problema del petr¨®leo. Siendo optimistas, podemos decir que es posible que se produzca alguna mejora con respecto a 1980. Lo que sucede es que, as¨ª como el primer semestre de 1981 vemos bastante claro que tenemos que hacer, el segundo es todav¨ªa una inc¨®gnita. La industria del autom¨®vil no es que tenga el porvenir negro, lo que quiz¨¢ no tenga es el grado de desarrollo de los ¨²ltimos a?os. Si nos referimos a Seat, debemos resolver el problema espec¨ªfico de su entrada en el mercado internacional. Seat tiene que buscar su- enlace con el sector internacional, en el m¨¢s amplio sentido de la palabra, que hab¨ªamos intentado del modo m¨¢s natural con la empresa con la que hab¨ªamos convivido durante veinticinco a?os, como es Fiat.
P. Quiz¨¢ el problema de la automoci¨®n es que este sector padece una crisis especialmente profunda.
R. Tiene una crisis m¨¢s importante que el resto porque, por su tama?o, cualquier crisis de la industria del autom¨®vil, se traduce en unas cifras enormes. Producir autom¨®viles requiere una tecnolog¨ªa tan variada y tan extensa, utilizando concentraciones industriales de gran tama?o, que cualquier crisis se transforma en un problema grave, porque afecta a una gran concentraci¨®n industrial que, a su vez, influye sobre un extenso segundo escal¨®n de forma muy notable.
P. ?C¨®mo ha podido influir en Seat la entrada en Espa?a de Ford, y c¨®mo afectar¨¢ la instalaci¨®n de la General Motors?
R. Creo que no se puede considerar aislado el mercado espa?ol. Nosotros exportamos el 50% de la producci¨®n al mercado europeo donde est¨¢n Ford, GNI y todos los dem¨¢s el hecho de que Ford est¨¦ en Almusafes o en D¨¹sseldorf importa relativamente poco, desde mi punto de vista.
En el mercado interior, Ford se ha llevado una parte del sector, lo que nos ha obligado a exportar un poco m¨¢s; con esto quiero decir que estamos obligados a acudir al mercado internacional independientemente de Ford. Si Ford tiene la f¨¢brica en Austria, para poner un ejemplo, nos lo encontramos igual en los mismos sitios. Por las peculiares circunstancias de nuestro mercado interno, no nos hubi¨¦ramos encontrado con Ford en Espa?a, y quiz¨¢ nos hubiera facilitado algo la situaci¨®n en el segmento en el que est¨¢ el Fiesta. En conjunto, para todo el pa¨ªs, que Ford est¨¦ en Espa?a es positivo; para Seat, en particular, es algo negativo, pero no tanto como parece. General Motors es un caso parecido, si bien el enfoque que da al problema es distinto. GM est¨¢ tratando de dar la batalla en el mundo a los japoneses, y el hecho de que se instale en Espa?a es un accidente.
En resumen, puede decirse que la instalaci¨®n de Ford y GM ha representado un problema para los otros fabricantes, en lo que se refiere al mercado interno y a corto plazo, mientras Espa?a no se integre en la CEE.
P. ?C¨®mo son sus relaciones con Fiat en estos momentos?
R. Estamos de acuerdo con Fiat para tratar de llegar a una colaboraci¨®n que nos garantice las exportaciones, por lo menos durante un per¨ªodo de transici¨®n, porque todas las inversiones realizadas en Espa?a se han hecho de acuerdo con un plan estudiado, para llegar a un compromiso que permita a ambas compa?¨ªaa tener una situaci¨®n de colaboraci¨®n t¨¦cnica y exportaci¨®n mientras siga siendo conveniente para ambas partes.
Este a?o est¨¢ ya acordado que exportemos 100.000 unidades a la red Fiat.
P. ?Esto quiere decir que entienden la colaboraci¨®n con Fiat como un mal menor, un entendimiento porque no hay otro remedio?
R. No necesariamente. Cuando se rompieron los acuerdos enjunio hab¨ªa que buscar una f¨®rmula inmediata. Est¨¢bamos a medio camino de la integraci¨®n, hab¨ªa inversiones hechas en colaboraci¨®n, planes de futuro conjuntos, etc¨¦tera; era necesario encontrar una v¨ªa de salida, independientemente del problema que pudiera existir entre los accionistas. Por eso, debemos hallar, como m¨ªnimo, la f¨®rmula para seguir cooperando durante un cierto tiempo.
P. Tiene Seat proyectos propios par¨¢ fabricar sus propios modelos o. existe una dependencia tecpol¨®pica decisiva con Fiat?
R. Seat debe seguir hablando con Fiat para, en una de las conclusiones, resolver esta inc¨®gnita. Puede ser que nos interese disponer de productos Fiat, puede ser que s¨®lo parcialmente o puede ser que no; en este supuesto hay dos caminos: productos de otro -y ah¨ª entran las conversaciones con los japoneses- o el camino independiente es decir, proyectar nosotros sobre la base la tecnolog¨ªa adquirida en muchos a?os. En cualquier caso, la continuidad de los modelos actuales est¨¢ totalmente asegurada.
P. ?Qu¨¦ les interesa a los japoneses de la industria espa?ola?
R. Los japoneses son un modelo de fabricantes que se distinguen por ser los exportadores puros. Pero, en las circunstancias actuales, a Jap¨®n puede que no se le permita que, apoyado en su peculiar estructura industrial -en su filosof¨ªa del cambio de moneda que han empleado siempre-, sigan vendiendo en Francia, Holanda, Alemania, etc¨¦tera, todos los coches que pueda, exportados desde Jap¨®n. Esto es lo que obligar¨¢ a los japoneses a buscar soluciones alternativas: colaborar con una empresa europea, fabricar un produclo mixto, etc¨¦tera. Creo que Seat puede significar una buena baza para un japon¨¦s que est¨¦ interesado en fabricar en Europa. Es una empresa que tiene la participaci¨®n del Estado, que cuenta con un tama?o apropiado y con una f¨¢brica nueva, en Pamplona, en la que se puede montar casi cualquier coche y cuya densidad de personal es ¨®ptima.
P. En el supuesto de optar poi- la v¨ªa aut¨¢rqu¨ªca, ?qu¨¦ proye ctos tiene preparados Seat?
R. Nosotros tenemos cuatro rnodelos en producci¨®n: Panda, Ritmo, 127 y 131. La vida de un mod¨¦lo es limitada y, por tanto, y aunq ue no est¨¦ cercano el d¨ªa, por pura l¨®gica hay que sustituir primero el mas antiguo. Todo esto nos llevar¨¢ tiempo, pero est¨¢ claro que con nuestra tecnolog¨ªa se pueden sustituir perfectamente en un momento los modelos actuales. Seat tiene suficiente tecnolog¨ªa para hacer esto, y en Europa se Cuenta con firmas especializadas para la colaboraci¨®n t¨¦cnica en dise?os, etc¨¦tera. El centro t¨¦cnico de Martorell est¨¢ trabajando ya en esta posibilidad.,
P. ?El proyecto Panda ha supuesto para Seat un bal¨®n de ox¨ªgeno?
R. S¨ª, yo creo que s¨ª. Como tambi¨¦n lo est¨¢ siendo el Ritmo. Estamos actualmente intentando ofrecer el producto que parece que la gente va a necesitar, una herramienta de trabajo, un producto bien acabado y de po?o mantenimiento..
P. ?C¨®mo son las relaciones de Seat con sus trabajadores?
R. Creo que nos entendemos bastante bien. Ahora, en la discusi¨®n del convenio, desgraciadamente, dada la situaci¨®n de la sociedad, podemos ofrecer muy poco a corto. Porque el tema es as¨ª de claro, la representaci¨®n de los irabajadores debe entender que, si la compa?¨ªa est¨¢ en una situaci¨®n p¨¦rdidas econ¨®micas, es dif¨ªcil de ofrecer importantes compensaciones salariales.
P. Para el INI, ?cu¨¢l puede ser la soluci¨®n de Seat?
R. Para el INI y para Seat la soluci¨®n es la misma: intentar colaborar con una marca internacional. Si eso no se consiguiera, lo que pa rece casi imposible, aplazar¨ªamos el problema para solucionarlo m¨¢s ad¨¦lante, optando, hasta entonces, por la v¨ªa independiente, fabricar nuestros propios modelos. Para finales de 1981 tiene que haber una soluci¨®n o, por lo menos, un plan para llegar a ella.
P. Entre Toyota y N issan, ?cu¨¢l de las dos firmas est¨¢ m¨¢s interesada en Seat?
R. No creo que podamos decir que una tenga m¨¢s inter¨¦s que la otra. El problema de la industria automotriz japonesa, versus Europa, es el mismo para las dos, y arribas son marcas y compa?¨ªas de primera l¨ªnea. Estamos hablando con Toyota y Nissan, pero puede que entablemos conversaciones con otros marcas japonesas. Con Toyota y Nissan estamos en fase de consultas y calculo que en este mes tendremos otro encuentro; todav¨ªa no hemos concertado nada, pero queremos un acto de colaboraci¨®n importante. No basta una participaci¨®n japonesa en el capital de Seat. Queremos un proyecto importante que nos ayude, sobre todo, en el campo de la exportaci¨®n a Europa.
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