Se agrava la crisis en el Partido Socialista portugu¨¦s

El surgimiento de una moci¨®n ?socialista democr¨¢tica y autogestionaria? complica a¨²n m¨¢s la crisis del Partido Socialista portugu¨¦s (PS), a seis semanas de su congreso nacional.El enfrentamiento entre firmantes de las diversas mociones de orientaci¨®n pol¨ªtica ha llegado a tal violencia verbal, han sido formuladas tan graves acusaciones rec¨ªprocas, que muchos observadores empiezan a dudar de que el principal partido de la oposici¨®n portuguesa consiga recuperar su equilibrio y un m¨ªnimo de unidad interna despu¨¦s del congreso.

Toda la clase pol¨ªtica, y los dirigentes socialistas mejor que nadie comprende la gravedad de la situaci¨®n y los peIigros potenciales que significa para la democracia portuguesa. Una vez m¨¢s se habla de la italianizaci¨®n como consecuencia de un vac¨ªo entre el bloque de centro derecha, actualmente en el poder, que consolidar¨ªa su poder, y un partido comunista que no renunci¨® nunca a sus pretensiones de hegemon¨ªa sobre la izquierda portuguesa.

Surgida como consecuencia del conflicto entre Mario Soares y la mayor¨ªa de la direcci¨®n pol¨ªtica del PS acerca del apoyo a la reelecci¨®n del presidente, Ramalho Eanes, la crisis del PS no ha sido resuelta, contrariamente a lo que pod¨ªa esperarse, con la incuestionable victoria electoral de Eanes el 7 de diciembre ¨²ltimo.

En su af¨¢n de tomar en sus manos, lo que considera como su partido deseoso de justificar a cualquier precio su actitud, Mario Soares se ha convertido en aliado natural de Alianza Democr¨¢tica, que design¨® a Eanes como el enemigo principal de su proyecto pol¨ªtico. Esta convergencia t¨¢ctica asegura a Soares una tribuna permanente en la radio y la televisi¨®n estatal y en la Prensa gubernamental, desde la que el dirigente socialista fustiga diariamente a sus adversarios.

Mario Soares ha decidido presentarse solo ante el congreso socialista, con una moci¨®n de orientaci¨®n pol¨ªtica de que es el ¨²nico firmante y arriesga el todo por el todo, convencido de ser insustituible, y anuncia de antemano que no aceptar¨¢ conciliaciones y que dimitir¨¢ si obtiene la mayor¨ªa.

La polarizaci¨®n del conflicto entre soaristas y antisoaristas ha tenido una consecuencia tal vez inesperada: el surgimiento de dos mociones, que se oponen a los dos bandos y los acusan, por igual, de la crisis que atraviesa el PS.