Una, canta; la otra, tambi¨¦n
Se ha presentado Carmen Flores en la madrile?a sala de fiestas Florida Park. Y all¨ª seguir¨¢, hasta el pr¨®ximo s¨¢bado, celebrando una serie de galas con las que la cantante espera conseguir algo as¨ª como su consagraci¨®n definitiva. Para darle ¨¢nimos, acudi¨® la familia en pleno: su madre, su sobrina Lolita y, por supuesto, su hermana Lola. Hab¨ªa, asimismo, un sinf¨ªn de conocidos rostros faranduleros. Y todo el mundo dio claras muestras por adelantado de su fe ciega en el arte brioso de la que iba a aparecer.Aparece vestida de rojo, entre las notas emblem¨¢ticas de un lejano bautizo: ?Te he de querer mientras viva ... ? El braver¨ªo arrecia desde ese mismo instante. Carmen Flores, por encima del nerviosismo, rumia consejos filos¨®ficos: ?H¨¢blame con fantas¨ªa, / no me cuentes realidades...? Sus canciones, m¨¢s o menos ya conocidas, hablan de cari?os divididos, adioses, chamuscadas distancias y desenga?os en flor. Ella las interpreta ambiguamente, a caballo entre la manera folkl¨®rica y la manera rom¨¢ntica, m¨¢s con rotunda y desgarrada voz.
Temperamento y familia
Carmen Flores tiene temperamento. Lo fastidioso para ella es ser hermana de quien es, que lo es todo. De ah¨ª que tenga que librar, a la par, dos batallas: para conquistar al p¨²blico y para vencer a su hermana. Esto ¨²ltimo no le resulta f¨¢cil, no tanto por semejanzas interpretativas como por el parecido f¨ªsico. (Alguien comentaba: ?Es igual que Lola, pero con peluca rubia?). Ella, despu¨¦s de tantos a?os de lucha, debe percibir eso directamente. Y se entrega con desmesura para que llegue, al fin, el milagro.
As¨ª, cuando canta un tema de Lolita de la Colina, Ya no seguir¨¦ contigo, introduce buenas dosis de morbosidad propia en la dicci¨®n, borda los desplantes y se derrama astutamente. Recuerda luego otro cari?o sincero, baila un poquito, exhibe el dedo ¨ªndice, pide palmas contra el sufrimiento y grita y llora de placer: ?Si la noche volviera...? Pero el n¨²mero m¨¢s turbulento, el que sirve de im¨¢n a mayor cantidad de claveles, se titula Punto y coma: ?Usted no ha estado enamorado / ni de broma./ Usted no ha estado enamorado, / punto y coma?.
"Estoy muy a gust¨ªsimo"
El desd¨¦n con espuma es su fuerte, la evocaci¨®n de la mentira. El p¨²blico se ha puesto varias veces en pie. Ella aclara: ?Yo no me voy todav¨ªa. Estoy muy a gust¨ªsimo ... ? Presenta a los m¨²sicos. Interpreta, entre otras canciones, Mi vida privada. Delirio generalizado.
Y llega la ceremonia del saludo a los farnosos, en la que Lola siempre es reina. Carmen no se queda corta. Campuzano salta al escenario, deseoso de que baile Lola y de que a ¨¦l le dejen tocar alguna melod¨ªa al piano. Carmen Flores viene a decir, en mitad de un soberbio guir¨ªgay, que esa es su noche y que la dejen sola. Pero sube Lolita, que confiesa que a su madre la llaman Castelar en familia. Y sube, sobre todo, Lola. Ella resalta el arte de su hermana. Pero en el aire queda lo que niega con tanta gracia: ?Yo no soy Pit¨¢goras?.
En resumen, que una canta y la otra tambi¨¦n. El problema que tiene Carmen Flores es que su hermana hace algo m¨¢s.
Babelia
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