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me acostumbro a ir sin corbata y sin chaqueta?, ha dicho el ex presidente Su¨¢rez cuando paseaba el viernes por las calles de la localidad santanderina de Santillana de Mar vistiendo un jersei de pico gris, camisa azul con pa?uelo azul marino al cuello y pantalones del mismo color, llevando en la mano un abrigo marr¨®n, que no lleg¨® a ponerse. Su¨¢rez y su esposa, Amparo Illana, descansaban en la finca del propietario de la revista ?Hola! en Retortillo (Burgos), y los dos matrimonios decidieron llegarse hasta la villa del marqu¨¦s de la Serranilla, que recorrieron junto a algunos centristas c¨¢ntabros. La gente le reconoc¨ªa y hasta hubo alg¨²n ?viva Su¨¢rez?, que el ex presidente del Gobierno contest¨® con un ?gracias, chavales?.?Acostumbrado a dieciocho horas de actividad diaria, ahora me parece que no hago nada?, declar¨® Su¨¢rez despu¨¦s de negarse a hablar de pol¨ªtica. Estuvo hace unos d¨ªas viendo unos asuntos en un despacho que le dej¨® Abel C¨¢diz, presidente de la UCD de Madrid, ?y me pareci¨® que el trabajo era m¨ªnimo?. As¨ª que ha engordado seis kilos desde que dimiti¨®. ?Ahora tengo m¨¢s apetito, aunque sigo con mis tortillas francesas como plato fundamental?. Moreno, de excelente humor, ?distendido?, ese ?mejor aprecio de la mesa? lo atribuye Su¨¢rez a que siendo presidente no prestaba atenci¨®n a los restaurantes, sino a los problemas que en ellos se le planteaban.