Los socialistas provocan la ca¨ªda del Gobierno italiano de centro-izquierda que preside Forlani
La dimisi¨®n del Gobierno de centro izquierda que preside el democristiano Arnaldo Forlani abri¨® ayer una nueva crisis pol¨ªtica en Italia, en la que el l¨ªder socialista Bettino Craxi ha desempe?ado un activo papel al retirar su apoyo al Gabinete en el que figura su propio partido. La hip¨®tesis m¨¢s plausible para explicar esta actitud es que los socialistas van a exigir ahora la presidencia del Gabinete, algo a lo que la Democracia Cristiana (DC) no parece dispuesta, con lo que la ¨²nica salida ser¨ªa el recurso a unas elecciones anticipadas.
La Democracia Cristiana, partido de la mayor¨ªa relativa, no oculta su preocupaci¨®n por la situaci¨®n, y un ministro de este partido ha reconocido en privado que esta crisis es m¨¢s grave para la DC que todas las anteriores.Forlani comunic¨® su decisi¨®n al presidente de la Rep¨²blica, Sandro Pertini, a las 11.30 horas de ayer, despu¨¦s de haber celebrado una reuni¨®n del Consejo de Ministros. El presidente de la Rep¨²blica acept¨® la dimisi¨®n y empezar¨¢ r¨¢pidamente las habituales consultas pol¨ªticas para designar la persona que deber¨¢ formar el nuevo Gobierno, que ser¨¢ el 41 de la Rep¨²blica, desde 1945.
La decisi¨®n de Forlani fue tomada inmediatamente despu¨¦s de que el secretario general del partido socialista (PSI ), Bettino Craxi, se negase a participar en una cumbre convocada por el primer ministro con los cuatro partidos que apoyan al actual Gabinete, para estudiar una remodelaci¨®n del Gobierno tras la dimisi¨®n del ministro de Gracia y Justicia, el democristiano Adolfo Sarti, implicado en el esc¨¢ndalo de la logia mas¨®nica Propaganda 2 (P-2).
Puesto que la. crisis fue indirectamente abierta por los socialistas en un momento tan delicado, los observadores pol¨ªticos se han planteado un¨¢nimemente qu¨¦ es lo que pretenden los socialistas con esta acci¨®n por sorpresa.
Dos dirigentes socialistas, los ministros Formica y, De Michelis, amigos de CraXi, han declarado abiertamente que piensan ?pedir la presidencia del Gobierno para el PSI?. Y a?aden que esta era la perspectiva del partido tras el congreso de Palermo, aunque no se imaginaban que los acontecimientos iban ?a anticipar tanto las cosas?.
La respuesta de la Democracia Cristiana (DC) ha sido r¨¢pida: ?Las peras verdes son siempre amargas?, ha afirmado Gerardo Gianco, jefe del grupo parlamentario democristiano, mientras el secretario general de la DC, Flaminio Plecoli, ha declarado que el nuevo Gobierno ?deber¨¢ mantener la misma estructura que el actual Gabinete Forlani?, que es lo mismo que deber¨¢ ser presidido por la Democracia Cristiana.
Si Craxi presenta la candidatura socialista a la presidencia del Gobierno, lo m¨¢s seguro es que habr¨¢ que recurrir a nuevas elecciones anticipadas, que en este momento podr¨ªan da?ar, sobre todo, a la Democracia Cristiana despu¨¦s de haber perdido la batalla del aborto y haberse visto implicada a fondo en el esc¨¢ndalo de la P-2, que, como escribi¨® ayer L'Unita, ¨®rgano oficial del partido comunista, ?ha desbordado al Gobierno?. Estas elecciones se celebrar¨ªan, dados los plazos que impone la Constituci¨®n, en el pr¨®ximo mes de septiembre.
En todos los c¨ªrculos pol¨ªticos se habla de una ?crisis distinta a las anteriores?. Esta vez ha venido por la sacudida provocada por un problema moral global, despu¨¦s de un esc¨¢ndalo en el que, seg¨²n las acusaciones formuladas, est¨¢n implicadas personas pertenecientes a todos los centros del poder. Podr¨ªa ser esta una ocasi¨®n, escribi¨® ayer la Prensa progresista, para proponer, despu¨¦s de casi cuarenta a?os de Gobierno democristiano, una alternativa formada por aquellas fuerzas que han estado menos implicadas en los esc¨¢ndalos de este pa¨ªs.
Una de las grandes inc¨®gnitas de esta crisis es qu¨¦ va a hacer el anciano presidente socialista Sandro Pertini, que no oculta su oposici¨®n a disolver el Parlamento, pero que, al mismo tiempo, ha sido siempre la conciencia moral m¨¢s firme frente a la degradaci¨®n moral de la vida pol¨ªtica.
La m¨¢s preocupada en este momento es la Democracia Cristiana, ya que es el ¨²nico partido que no puede defenderse en el asunto de la P-2, puesto que el estatuto del partido prohibe tajantemente, bajo pena de expulsi¨®n, a quienes se afilian a cualquier tipo de logia mas¨®nica.
Una oportunidad ¨²nica
Por otra parte, el presidente del Gobierno, Forlani, tuvo retenido durante m¨¢s de dos meses, todo el expediente de la P-2 sin pasarlo al Parlamento. Ahora se le acusa de haber esperado a que se votara el refer¨¦ndum contra el aborto, que apoy¨® la Democracia Cristiana y la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica.
Ahora toda la atenci¨®n est¨¢ puesta en los socialistas y en las fuerzas progresistas del pa¨ªs. Podr¨ªa ser una ocasi¨®n, quiz¨¢ ¨²nica, seg¨²n afirman los observadores, para plantear finalmente un cambio radical al sistema de Gobierno de este pa¨ªs, que trata de esclarecer tantos misterios y tantos presuntos esc¨¢ndalos que desde hace anos acaban sutilmente enterrados por toda una serie de fuerzas conservadoras que han conseguido, hasta ahora, salvarse in extremis, escapando al Juicio de la Magistratura y de la opini¨®n p¨²blica.
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