"La receta es la protagonista", confiesa Sebasti¨¢n Mart¨ªn, m¨¦dico sevillano
?La medicina rural es un teatro donde el protagonista principal es la receta?. Con estas palabras resume su experiencia de m¨¦dico en pueblos agr¨ªcolas Sebasti¨¢n Mart¨ªn Recio. Tiene s¨®lo veintisiete a?os, cinco de ellos ejerciendo su profesi¨®n, y ha pasado por los sinsabores de quien esperaba satisfacer su vocaci¨®n en condiciones y se encuentra con una realidad rutinaria y desesperante. Hasta se encontr¨® con un expediente profesional amenazante sobre su cabeza y una multa gubernativa de 50.000 pesetas cuando era m¨¦dico interino de Manzanilla (Huelva) y secund¨® la iniciativa de la asociaci¨®n de vecinos del pueblo de instalar su mesa de consulta en la puerta del Ayuntamiento en se?al de protesta por el estado del consultorio: dos cuartuchos con menos de cuatro metros cuadrados, sin camilla exploratoria ni ventanas y con las paredes desconchadas.
Su actitud le vali¨®, en contrapartida, ser elegido alcalde de Manzanilla por gran mayor¨ªa. Pero lo suyo era y es la medicina. As¨ª que en el ¨²ltimo concurso de traslado vio que hab¨ªa una plaza de titular en Guadajoz (Carmona). Opt¨® por ella pensando que se trataba de una barriada de la villa carmonense y result¨® una aldea a catorce kil¨®metros de Carmona.
?El m¨¦dico que empieza en un medio rural se encuentra con que el 80% de lo que te han ense?ado en la facultad no te vale en la pr¨¢ctica, porque es una ense?anza te¨®rica, basada en clases magistrales en las que el catedr¨¢tico va a tirarse el pegote y a hacerte creer lo mucho que ¨¦l sabe?, se?ala Sebasti¨¢n Mart¨ªn, y pone como ejemplo los varios d¨ªas que dedicaron en clase a estudiar las fiebres propias de las Monta?as Rocosas, ?una cosa que no vas a ver en tu vida?.
A esta situaci¨®n de partida hay que a?adir que el m¨¦dico rural trabaja solo, sin equipo con el que compartir e intercambiar criterios, sin medios en muchos casos, y as¨ª ha de enfrentarse a una consulta a la que acuden entre veinte y sesenta personas diarias, ?que no vienen a consultarte ni preguntarte nada, sino a que les recetes medicamentos?, o a avisos intempestivos que en casi todos los casos no son aut¨¦nticas urgencias.
De esta forma, la medicina que se hace tiene que ser forzosamente rutinaria. Adem¨¢s se crea un c¨ªrculo vicioso terrible: como hay muchos enfermos, el m¨¦dico puede dedicarles poco tiempo, el enfermo se siente mal atendido, conf¨ªa menos en ¨¦l y acude con m¨¢s frecuencia a la consulta, y vuelta a empezar?. El profesional, as¨ª, se estanca en sus conocimientos, se dedica a trabajos burocr¨¢ticos de rellenar fichas, controlarlas bajas, extender volantes, llevar al d¨ªa cartillas de embarazadas...
?Tanto el m¨¦dico como el enfermo conf¨ªan m¨¢s en los medicamentos que en s¨ª mismos. El m¨¦dico receta lo m¨¢s efectivo a corto plazo, es decir, antibi¨®ticos cada vez m¨¢s potentes, y la poblaci¨®n est¨¢ intoxicada de ellos.
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