Teresa Garc¨ªa, suplencias para eludir el paro en Castell¨®n
La asistencia m¨¦dica rural mantiene un nivel aceptable en las comarcas valencianas. Al m¨¦dico rural le corresponden unas cifras relativamente razonables de cartillas de la Seguridad Social y poblaci¨®n. La media de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) de 750 cartillas por m¨¦dicos se respeta, en t¨¦rminos generales. La proporci¨®n es mejor en el interior, m¨¢s despoblado, que en la saturada franja litoral.Sin embargo, las deficiencias surgen m¨¢s bien de la dificultad de comunicaci¨®n entre los peque?os n¨²cleos de poblaci¨®n del interior que est¨¢n dedicados a cultivos de secano y el equipamiento insuficiente que sustenta la disponibilidad del m¨¦dico rural. ?El problema no es la falta de m¨¦dicos, sino el equipamiento?, asegura Ferr¨¢n Mart¨ªnez Navarro, jefe provincial de Sanidad.
En algunas zonas de la regi¨®n, la vida de un enfermo grave depende de encontrar una ambulancia que pueda trasladarle al hospital m¨¢s pr¨®ximo, a sesenta u ochenta kil¨®metros.
Hacia los a?os cuarenta, un m¨¦dico recorr¨ªa a caballo la comarca. Los ¨²ltimos cuatro a?os la situaci¨®n asistencial mejor¨®, al crearse cuatro plazas de m¨¦dicos.
En general, estas plazas fueron ocupadas por m¨¦dicos que acabaron la carrera despu¨¦s de 1976, porque no hab¨ªa otras zonas con mejores condiciones.
Los m¨¦dicos en paro han visto en este campo de la medicina rural una posible salida a su situaci¨®n de desempleo. Este es el caso de Teresa Garc¨ªa, de veintis¨¦is a?os, que hace dos a?os, despu¨¦s de terminar la carrera, tuvo la posibilidad de realizar sustituciones en esta comarca. ?En mi caso?, afirma, ?es una situaci¨®n agradable, porque se me ofrece la posibilidad de trabajar, y a m¨ª en concreto me gusta trabajar en contacto m¨¢s humano con el enfermo, disponer de ese tiempo que necesita el paciente para contarte sus dolencias, e incluso poder conocer otros aspectos de su vida, que en un ambulatorio, por la escasez de tiempo, no es posible?.
Teresa Garc¨ªa inici¨® su experiencia profesional haciendo una suplencia que supuso una puerta abierta para tratar a los escasos m¨¦dicos de la zona, que posteriormente le ofrecieron hacer nuevas sustituciones en vacaciones.
?En el comp¨¢s de espera, entre suplencia y suplencia, el tiempo lo invierto en preparar oposiciones que no convocan y enriquecer mis conocimientos te¨®ricos, ya que el ejercicio pr¨¢ctico no me lo facilitan?.
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