La ca¨ªda de la demanda provoca una fuerte crisis en el sector de bienes de equipo
La coyuntura del sector de bienes de equipo estuvo dominada durante el pasado ejercicio y primer semestre del presente a?o por la ca¨ªda real de la demanda, una oferta y unos ofertantes superiores incluso a la demanda previsible y la falta de financiaci¨®n adecuada para la venta de los productos, seg¨²n manifest¨® ayer en el transcurso de la asamblea general ordinaria de 1981 de Sercobe su presidente, Juan Ignacio Trillo.
En su informe sobre la evoluci¨®n del sector en los ¨²ltimos a?os, y en especial durante 1980, Juan Ignacio Trillo destac¨® que la producci¨®n del sector de bienes de equipo alcanz¨® el pasado ejercicio los 550.000 millones de pesetas, con un incremento en t¨¦rminos corrientes del 6,4% sobre el a?o anterior.La importaci¨®n se elev¨® a 336.000 millones de pesetas, con un aumento en t¨¦rminos corrientes del 20,3% sobre 1979, y la exportaci¨®n ascendi¨® a 292.000 millones de pesetas, con un incremento del 23,8%, porcentaje similar al registrado en 1979 y el segundo m¨¢s bajo desde 1972.
El consumo aparente de bienes de equipo se situ¨® en 595.000 millones de pesetas, con un incremento sobre 1979 del 6%.
La tendencia negativa del sector la cifr¨® Juan Ignacio Trillo en el hecho de que la participaci¨®n de las importaciones en la cobertura del consumo aparente mantiene una curva hacia arriba. La producci¨®n nacional, que cubri¨® en 1971 el 67,4% del mencionado consumo, s¨®lo fue capaz de cubrir en 1980 el 43,4%. ?No es que no se exporte?, manifest¨® el presidente de Sercobe (Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo), ?sino que se importa cada vez m¨¢s, y ello por razones, como la financiera, en muchos casos por completo ajenas al sector?.
A continuaci¨®n, Juan Ignacio Trillo pas¨® revista a algunas magnitudes del sector a lo largo de los ¨²ltimos cinco a?os. En este cap¨ªtulo destac¨® que el volumen de contrataci¨®n anual en t¨¦rminos constantes ha descendido un 34% y lleg¨® en algunos subsectores a un grado de infrautilizaci¨®n de la capacidad productiva superior al 45%.
Los gastos de personal, en valores constantes, aumentaron un 47%, y los gastos financieros, un 56%, al tiempo que la contrataci¨®n durante todo el periodo se redujo un 66%. Esta situaci¨®n, afirm¨®, ?no s¨®lo ha hecho desaparecer como promedio el margen empresarial del sector, sino que lo ha convertido en fuertemente negativo?.
El coste por persona empleada, en valores constantes, aument¨® en un 50%, mientras que la facturaci¨®n por persona se redujo en un 13%. En 1974, los costes de personal representaron el 32% de la facturaci¨®n; en 1979 se lleg¨® al 55 %, y en 1980, casi al 60% ?.
Respecto a los tres hechos que dominan la coyuntura econ¨®mica del sector -falta de demanda, exceso de oferta y financiaci¨®n inadecuada- , Juan Ignacio Trillo mostr¨® su fe en posibles soluciones siempre y cuando todos los agentes que intervienen en el proceso a¨²nen sus esfuerzos.
Sobre la demanda afirm¨® que el ?ciertamente posible y recomendable estimularla?. Y cit¨® los planes del Ministerio de Industria -plan acelerado de centrales de carb¨®n, de refiner¨ªas y general ferroviario- como veh¨ªculos que pueden ser efectivos si se aderezan con una pol¨ªtica industrial y fiscal, adecuada.
Respecto al exceso de oferta asegur¨® que es preciso ajustar cuanto antes la competitividad actual a la de los competidores europeos. Y para ello se requiere una repercusi¨®n equilibrada del coste de los salarios sobre la facturaci¨®n, un esfuerzo tecnol¨®gico duro y esfuerzos solidarios.
Por ¨²ltimo, Juan Ignacio Trillo se defini¨® contra la actual l¨ªnea de cr¨¦dito para bienes de equipo (los fabricantes ofrecen la financiaci¨®n a los compradores), que causa enormes desajustes en la financiaci¨®n empresarial, y que es en la actualidad en las econom¨ªas occidentales internas el ¨²nico caso de este tipo que se produce.
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