Equilibrio entre solidaridad y autonom¨ªa en la regionalizaci¨®n de la ense?anza

La planificaci¨®n educativa necesita armonizar una pol¨ªtica solidaria de reparto de recursos, que tenga siempre presente los desequilibrios socioecon¨®micos y culturales y el progreso equilibrado y sin pausas de dos procesos paralelos e ¨ªntimamente relacionados: la democratizaci¨®n de la ense?anza y la autonom¨ªa educativa de las nacionalidades y regiones.Esta podr¨ªa ser la s¨ªntesis informal de las conclusiones del seminario sobre regionalizaci¨®n de la ense?anza que ha tenido lugar durante toda la pasada semana en la Universidad Internacional Men¨¦ndez y Pelayo, y en el que se advirti¨® la inexplicable ausencia de UCD y de las autoridades educativas de los Gobiernos auton¨®micos.

Pese a la indudable importancia de estas ausencias, no debe concluirse necesariamente un balance negativo del seminario. Ya se ha hablado de la valiosa aportaci¨®n al actual debate educativo espa?ol que supuso el conocimiento del modelo de regionalizaci¨®n de la ense?anza en Am¨¦rica Latina, expuesto por German W. Rama, experto de la Unesco, cuya presencia en el seminario de Santander es fruto de la colaboraci¨®n del Instituto Iberoamericano de Cooperaci¨®n a trav¨¦s de la unidad de educaci¨®n que dirige Victoria Galvani.

Por otra parte, la ausencia del partido del Gobierno tal vez pueda considerarse parcialmente compensada con la presencia del secretario general t¨¦cnico de Educaci¨®n y Ciencia, Miguel Angel Arroyo, a quien el seminario debe una exposici¨®n de la interpretaci¨®n gubernamental sobre la evoluci¨®n del proceso de las autonom¨ªas educativas y el trazado de las l¨ªneas b¨¢sicas de la futura estrategia pol¨ªtica. Todo ello, a la luz de un an¨¢lisis riguroso de toda la legislaci¨®n constitucional y estatutaria que, en opini¨®n de Miguel Angel Arroyo, ?hasta ahora se ha movido m¨¢s a impulsos pol¨ªticos y sentimentales que en base a construcciones intelectuales suficientemente s¨®lidas y reflexivas?.

El representante ministerial se esforz¨® en dejar claro que una cooperaci¨®n sincera entre el Estado y las comunidades aut¨®nomas es la garant¨ªa contra la desintegraci¨®n del sistema educativo, situaci¨®n a la que sin duda podr¨ªa conducirnos la persistencia en una dial¨¦ctica que pusiera m¨¢s el ¨¦nfasis en la consecuci¨®n de cada autonom¨ªa aislada que en la construcci¨®n de un nuevo modelo, que la Constituci¨®n quiere profundamente solidario.

A esto es, en opini¨®n de Miguel Angel Arroyo, a lo que alude la voluntad de caminar con firmeza en la construcci¨®n del Estado de las autonom¨ªas, por lo que carece de sentido el interpretar en t¨¦rminos de confrontaci¨®n el mero enunciado de las competencias exclusivas del Estado en materia educativa, que se perfilan n¨ªtidamente en la lectura desapasionada de la Constituci¨®n y de los estatutos de autonom¨ªa. Competencias que concret¨® en la ordenaci¨®n general del sistema educativo, la determinaci¨®n de las ense?anza; m¨ªnimas, la alta inspecci¨®n y, la regulaci¨®n de los t¨ªtulos acad¨¦micos.