El aumento de precios amenaza a la autogesti¨®n en Yugoslavia
Seg¨²n la revista yugoslava Ekonomska Politika, si el Estado se decidiera a tirar hacia atr¨¢s de la flecha de los precios disparados, ?ello equivaldr¨ªa a volver a las relaciones estatales de anta?o?. A ra¨ªz de la crisis sin precedentes que sacude la ¨²nica econom¨ªa autogestora de mercado de los pa¨ªses socialistas europeos, las seis rep¨²blicas federadas yugoslavas estar¨ªan dispuestas a ordenar estatalmente un retroceso de aquellos ?aumentos de precios que excedieran el 25%? en seis meses.?El tiempo ha comenzado a trabajar contra la autogesti¨®n, pero no hay lugar para el p¨¢nico ni para las medidas que ¨¦ste suele propiciar?. En su duro editorial, la revista yugoslava aboga por una vuelta al mecanismo de la autogesti¨®n, que manda a las empresas entenderse en di¨¢logo sobre el mecanismo de precios, sin descuidar nunca sus intereses, que no siempre coinciden con los del Estado federal.
Ello ha propiciado en Yugoslavia el surgimiento de un amargo chiste econ¨®mico: ?El Estado ha muerto, pero de sus cenizas han brotado miles de mini-Estados que dictan sus precios?. La revista se pronuncia contra la tendencia yugoslava a sanear las p¨¦rdidas de las empresas incapaces. Las f¨¢bricas pol¨ªticas, que en el pasado centralista del pa¨ªs surgieron del dedo de funcionarios que las emplazaban sobre el mapa sin criterios de rentabilidad, siguen tarando la econom¨ªa de municipios, comarcas y rep¨²blicas yugoslavas, que prefieren seguir inyectando en ellas papel moneda sin respaldo, en lugar de sacar al paro a sus trabajadores.
D¨¦ficit exterior y ca¨ªda de ingresos reales
?A los precios se les ha privado de sus propiedades de categor¨ªa econ¨®mica? y la liquidez vuelve a estar presente, seg¨²n Ekonomska Politika. Hasta el momento, Yugoslavia ha venido recurriendo demasiado a cr¨¦ditos extranjeros para subsanar sus d¨¦ficit. Pa¨ªs buen pagador, los n¨²meros rojos del servicio de la deuda se han encendido. Se estima que Yugoslavia tiene que dedicar ya anualmente, al servicio de la deuda externa un aproximado 25% de sus ingresos anuales en divisas.Mientras tanto, el incremento comercial con el CAME (Comecon) no basta para remendar el vac¨ªo creado por el d¨¦ficit con el Mercado Com¨²n Europeo, que ha puesto cerrojo a las carnes yugoslavas que Grecia importaba antes de ingresar en el Mercado Com¨²n. Se calcula que este a?o las p¨¦rdidas ser¨¢n de cien millones de d¨®lares en d¨¦ficit de exportaciones c¨¢rnicas. El mercado agropecuario yugoslavo intenta subsanarlo con ventas al Ir¨¢n, Jordania y otros pa¨ªses del Tercer Mundo, que no podr¨¢n, sin embargo, absorber los miles de toneladas que la Europa de los diez no desea.
Por otra parte, la crisis econ¨®mica, con un descenso superior al 10% en los ingresos reales del trabajador respecto al a?o pasado, propicia en el consumidor yugoslavo cierta benevolencia hacia intentos de que el Estado ponga orden en la guerra de intereses econ¨®micos entre las diversas rep¨²blicas yugoslavas.
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