Lem¨®niz y el riesgo at¨®mico

EL PA?S public¨® el pasado 14 de agosto, en su secci¨®n Tribuna libre, un art¨ªculo de Jos¨¦ Joaqu¨ªn Azurza, director de Medios de Comunicaci¨®n Social del Gobierno Vasco, bajo el t¨ªtulo ?Lem¨®niz y el riesgo at¨®mico?. En ¨¦l, el se?or Azurza se remit¨ªa, en esencia, a un art¨ªculo de EL PA?S que comentaba el informe de diecinueve p¨¢ginas sobre ?Evacuaci¨®n de emergencia?, elaborado por esta Comisi¨®n de Defensa de una Costa Vasca no Nuclear. El se?or Azurza, lejos de analizar y criticar nuestro informe, se limita a criticar ciertos p¨¢rrafos entresacados del art¨ªculo, del rotativo para luego lanzarse a tumba abierta por la glorificaci¨®n de la energ¨ªa nuclear, y Lem¨®niz en particular. Sin embargo, cita en varias ocasiones el informe de esta Comisi¨®n de Defensa. Por ello, y por clarificar algo sus avezadas afirmaciones y maniqueos comentarios, nos vemos obligados a salir al paso del grotesco juicio salom¨®nico de tal personaje del Gobierno vasco.No hemos de ocultar la verg¨¹enza ajena y el bochorno que nos produjo la lectura de su art¨ªculo en EL PA?S, as¨ª como el hecho de tener que comentar hoy el mismo. Fundamentalmente, dos son las razones para hacerlo:

- Nos preocupa la imagen que podamos ofrecer a Espa?a con este representante del Gobierno vasco. Quisi¨¦ramos que la misma no fuera extensible a nuestro pueblo.

- Hasta la fecha, sus escritos se hablan limitado a un diario del partido mayoritario, hoja parroquial de ¨¢mbito local y singular factura. Al aparecer sus opiniones en un diario de la talla y el prestigio de EL PA?S es ya otra cosa, oblig¨¢ndonos a cambiar nuestra actitud, m¨¢xime cuando firma como miembro del Gobierno vasco y cita a esta Comisi¨®n de Defensa.

A pesar de su absoluto desconocimiento condicionado y trivializaci¨®n de la grave problem¨¢tica nuclear y de Lem¨®niz, nos remitiremos s¨®lo a los puntos fundamentales de su escrito, conscientes de su limitado y parcial ¨¢mbito.

El se?or Azurza se sorprende de que nadie haya salido a rebatir la afirmaci¨®n ?Un accidente grave en Lem¨®niz obligar¨ªa a evacuar un mill¨®n de personas?, y en consecuencia, ¨¦l, con el s¨®lido prestigio de su conocimiento, su probada objetividad e imparcialidad, y su notoria personalidad de analista energ¨¦tico, se presta a hacerlo desinteresadamente en EL PA?S.

?Ojal¨¢ las cr¨ªticas a nuestro informe no dieran m¨¢s de s¨ª que lo manifestado por el se?or Azurza!

El se?or Azurza fundamenta su paneg¨ªrico en la frase ?Es un error afirmar que el centro de Bilbao se encuentra a quince kil¨®metros de la central?, reproduciendo algo que dijo EL PA?S en su comentario, pero que nunca lo ha dicho la Comisi¨®n de Defensa, ni por supuesto aparece en nuestro informe sobre ?Evacuaci¨®n de emergencia?. En descargo del articulista de EL PA?S , y a efectos de clarificar su afirmaci¨®n, hay que se?alar varios puntos.

1. En la tem¨¢tica de la evacuaci¨®n de emergencia no tiene sentido hablar de Bilbao como municipio. Es el ¨¢rea urbana, el ¨¢rea metropolitana, la conurbaci¨®n que hoy confirma el Gran Bilbao, con m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, lo que debe considerarse. Y el l¨ªmite del Gran Bilbao est¨¢ a once kil¨®metros del proyecto. En consecuencia, en el radio de veinti¨²n kil¨®metros y dentro de un semic¨ªrculo (el otro corresponde al mar) se concentran ya hoy m¨¢s de 1.100.000 habitantes, con una densidad de poblaci¨®n espeluznante a efectos de una evacuaci¨®n.

2. Cuando el corresponsal de EL PA?S habla de quince kil¨®metros, se estaba remitiendo a lo que dijo el se?or Benegas en el Congreso. En aquella ocasi¨®n Benegas ten¨ªa que haber afirmado, en lugar de ?a quince kil¨®metros de Bilbao?, ?a quince kil¨®metros del Gran Bilbao?. Por otra parte, este tipo de errores son usuales incluso a nivel de ministro de Gobierno vasco. El se?or Azurza deber¨ªa haber corregido tambi¨¦n al consejero de Industria y Energ¨ªa del Gobierno vasco, Garc¨ªa Egocheaga, cuando el pasado 11 de agosto declaraba en El Diario Vasco: ?Lem¨®niz, ubicada a catorce kil¨®metros de Bilbao... ?. Pero es que realmente no estaba equivocado, pues se entiende que se refer¨ªa al ¨¢rea urbana, al Gran Bilbao, y no a l¨ªmites jurisdiccionales de Bilbao municipio,

3. El se?or Azurza defiende, a rengl¨®n seguido, la tesis de que ?si se aplicara la norma de evacuar diecis¨¦is kil¨®metros al caso de Lem¨®niz, Bilbao quedar¨ªa excluido del plan de evacuaci¨®n?. Tal interpretaci¨®n de las normas para el caso de una evacuaci¨®n de emergencia en el entorno de una central nuclear desautoriza y descalifica per se al mantenedor de la misma. Adicionalmente, al ser su defensor un miembro del Gobierno vasco, encargado de velar y salvaguardar la salud y seguridad de la comunidad, el caso adquiere una mayor gravedad. El radio de diecis¨¦is kil¨®metros a partir de la zona de exclusi¨®n del proyecto Lem¨®niz pasa por la mitad del Gran Bilbao, afectando d e lleno a Guecho, Lejona, Erandio, etc¨¦tera. ?Piensa el miembro del Gobierno vasco que si la norma dice diecis¨¦is kil¨®metros, a partir de los diecis¨¦is kil¨®metros la poblaci¨®n puede descansar tranquila, pues en caso de accidente no tendr¨ªan-que evacuar? Es decir, que si el radio de diecis¨¦is kil¨®metros pasa por la mitad de la r¨ªa, como es el caso, ?la margen derecha deber¨¢ evacuar pero la poblaci¨®n de enfrente, los de la margen izquierda, deber¨¢n, en todo caso, ayudar a pasar la poblaci¨®n de Guecho a Portugalete? ?Pero qu¨¦ locura es esa?

Estudiar los informes

Si el se?or Azurza se leyera los informes comentados en nuestro trabajo, y el trabajo mismo, se percibir¨ªa del resbal¨®n tan incomprensible que ha dado. Podr¨ªamos extendernos ampliamente en este tema, pero nos remitirnos a los informes americanos comentados y a nuestro propio trabajo, que no es m¨¢s que una refundici¨®n, como all¨ª se se?ala, de tales informes.

El se?or Azurza contin¨²a su art¨ªculo con otra serie de carnavalescas afirmaciones. As¨ª, cuando argumenta que hay dos centrales en EE UU, Indian Point y Zion con gran poblaci¨®n en su entorno que ?siguen funcionando con todos los permisos oficiales?, parece querer justificar con ello la idoneidad de Lem¨®niz. Se olvida, como ya hemos informado a fondo y en muchas ocasiones, que esas ubicaciones pertenecen a la primera generaci¨®n de reactores nucleares de EE UU; que esas centrales est¨¢n siendo seriamente revisadas y consider¨¢ndose su clausura precisamente por la excesiva poblaci¨®n de su entorno; que en el caso de que no se clausuren tendr¨¢n que internalizar especiales exigencias y requerimientos de seguridad, evacuaci¨®n, etc¨¦tera, mucho m¨¢s restrictivas que para el resto de las centrales funcionando; que es oficialmente reconocido hoy en EE UU que fue una incorrecta decisi¨®n ubicar estos reactores donde est¨¢n. Adem¨¢s, ?por qu¨¦ cita el se?or Azurza las dos centrales americanas con mayores problemas de densidad en su entorno y se olvida de ponernos el ejemplo de las setenta y pico restantes, con unas densidades mucho menores? Pero es que incluso en el radio de 20-25 kil¨®metros rodeando al proyecto Lem¨®niz, la densidad de poblaci¨®n es bastante m¨¢s alta que en Indian Point y Zion, por lo que, siendo inmoral, dicha comparaci¨®n resulta improcedente.

Ya en el colmo de la manipulaci¨®n y falta de ¨¦tica, el se?or Azurza se?ala que el informe de la Comisi¨®n de Defensa ?presenta la emergencia sugiriendo que habr¨ªa que huir alocadamente, como si de la explosi¨®n de una bomba at¨®mica se tratara?. Ello es absolutamente falso y nos averg¨¹enza tener que denunciarlo. Todo lo ama?a para poder decir, acto seguido, ??pero se?ores, nada m¨¢s lejos de la realidad, una planta at¨®mica no pued¨¦ en ning¨²n caso explosionar!?. Argumento infantil y mal intencionado, sistem¨¢ticamente utilizado por las compa?¨ªas el¨¦ctricas, a falta de otros argumentos, para intentar desprestigiar a sus cr¨ªticos, aunque ¨¦stos jam¨¢s hayan afirmando tal cosa. Lo que, sin embargo, no dicen es que un accidente grave en una central nuclear como Lem¨®niz pudiera tener efectos mucho m¨¢s catastr¨®ficos que la explosi¨®n de una bomba at¨®mica, por la ingente cantidad de radiactividad que podr¨ªa liberarse.

El se?or Azurza ha llegado tarde y mal a la controversia nuclear en torno a Lem¨®niz y ha entrado en ella con cartas falsas, por lo que no es digno de ese di¨¢logo y confrontaci¨®n racional y c¨ªvica que venimos pidiendo y buscando, infructuosamente, desde hace ocho a?os. El se?or Azurza ha llegado, a afirmar, en su obsesi¨®n por defender lo nuclear y Lem¨®niz, la perogrullada de que ?Francia genera en plantas nucleares el 70% de su electricidad? (Deia, 14 de abril de 1981). Azurza declaraba cuatro meses antes: ?La exageraci¨®n acerca del peligro de las plantas at¨®micas ha sido fomentada por grupos pol¨ªticos de agitaci¨®n revolucionaria que, tomando como pretexto...? (Deia, 28 de marzo de 1981).

Finalmente, reiteramos una vez m¨¢s, como lo venimos haciendo desde hace muchos a?os, nuestra voluntad de di¨¢logo y confrontaci¨®n democr¨¢tica. Por ello, aceptar¨ªamos esta pr¨¢ctica con el se?or Azurza s¨®lo si el tal se?or posee una representaci¨®n delegada del Gobierno vasco o de su partido, el PNV, para tratar el grave y doloroso caso Lem¨®niz. Si cualquier medio de difusi¨®n se prestara a servir de plataforma objetiva e imparcial en este debate, nuestra predisposici¨®n es absoluta. De otra forma, queremos transmitir al se?or Azurza que no es interlocutor digno de nuestra atenci¨®n.