El "Jeep"
En el art¨ªculo referente a la desaparici¨®n del jeep del Ej¨¦rcito norteamericano (v¨¦ase EL PA?S de 22 de agosto, p¨¢gina 4) se han cometido algunas imprecisiones cuya correcci¨®n estimo conveniente. En primer lugar, el jeep no "supero su prueba de fuego en v¨ªsperas de la primera guerra mundial", sino qu¨¦ la ascensi¨®n al Capitolio de la que se hace menci¨®n ocurri¨® a mediados de febrero de 1941, cuando el conductor de pruebas de Wyllis-Overland (no el historiador) Red Haussman y el senador Mead, junto con otros acompa?antes, realizaron dicho acto simb¨®lico.Por otro lado, no existe ninguna evidencia de que el origen del apodo jeep se encuentra en las tiras c¨®micas de Popeye creadas por E. C. Segar, siendo ¨¦sta tan s¨®lo una de las muchas hip¨®tesis al respecto. Para su consulta me remito a la obra Indestructible jeep, de D. Denfeld y M. Fry; Madrid, 1976; p¨¢ginas 147 a 153.
En lo que se refiere a los intentos de copia del jeep por parte de la Datsun y Volkswagen, si bien el primero se encuentra documentado como real desde finales de 1944, no oc¨²rre lo mismo con el segundo, a pesar de la clara inferioridad de los veh¨ªculos alemanes k¨¹belwagen y schwimmwagen, ambos de la citada firma. S¨ª se conoce, sin embargo, la copia sovi¨¦tica, los GAZ 67 y 67 B (Gorki Automoci¨®n de Zabod), fabricados desde 1941 con motores Ford, y cuyos directos herederos contin¨²an prestando hoy servicio en el Ej¨¦rcito rojo./
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