Un "ultra arrepentido" denuncia actuaciones de miembros del Batall¨®n Vasco Espa?ol en Euskadi
M¨¢s de doce presuntos miembros del Batall¨®n Vasco Espa?ol (BVE) y de otros grupos ultraderechistas de signo violento aparecen identificados con nombre y apellidos en una confesi¨®n, escrita pu?o y letra por un antiguo integrante de la trama negra en Euskadi. El documento se encuentra en poder del correspondiente juzgado central de instrucci¨®n, adscrito a la Audiencia Nacional.
Entre los identificados aparece Ignacio Iturbide, Piti, detenido en marzo del presente a?o y procesado por su presunta participaci¨®n en seis asesinatos, como militante del BVE. El documento en cuesti¨®n fue redactado con anterioridad a la fecha citada, lo que vendr¨ªa a confirmar el valor general de sus revelaciones sobre presuntos terroristas de extrema derecha. El texto al que ha tenido acceso el PAIS es el mismo que present¨® ante un juzgado de San Sebasti¨¢n, en la primera quincena de mayo ¨²ltimo, el senador por la coalici¨®n Herri Batasuna (HB) Miguel Castells, seg¨²n confirm¨® ¨¦l mismo a este peri¨®dico. Castells se encuentra en la actualidad pendiente del desarrollo de un sumarlo incoado a petici¨®n de la fiscal¨ªa general del Estado, al haber concedido el pleno de la C¨¢mara alta el suplicatorio necesario para su procesamiento, por la publicaci¨®n enjunio de 1979 de un art¨ªculo en el que calificaba de impunidad la situaci¨®n de los grupos terroristas de extrema derecha en el Pa¨ªs Vasco.
El documento que fue presentado ante el juzgado de guardia est¨¢ escrito sobre diez hojas de tama?o cuartilla, arrancadas de un dietario del a?o 1979. La fecha de las hojas es correlativa, desde el viernes 16 de febrero hasta el 9 de marzo, a excepci¨®n de la que corresponde a los d¨ªas 24 y 25 de febrero, que no se encuentra entre las utilizadas.
Del propio texto del documento aludido se deduce que su autor, de ideolog¨ªa nacional-socialista, particip¨® en las actividades violentas de inspiraci¨®n ultraderechista desde 1974, hasta que fue detenido por un robo de armas.y recluido en la prisi¨®n de Burgos. Fue en la c¨¢rcel donde, seg¨²n sus propias palabras, tom¨® ?conciencia de todo? y se dio cuenta de que ?en el fondo ese modelo de sociedad, a la cual yo hab¨ªa defendido, era la que me ten¨ªa all¨ª pudri¨¦ndome?.
El ultra arrepentido asegura que en los a?os 1973 y 1974 comenz¨® a actuar contra librer¨ªas, lo que le permiti¨® darse a conocer. Por mediaci¨®n de un compa?ero de estudios en el instituto, perteneciente a Falange, fue presentado en el club Guip¨²zcoa, sito bajo unos locales del Movimiento Nacional, en el n¨²mero diez, de la antigua calle de V¨ªctor Pradera, de San Sebasti¨¢n, hoy Easo. En este inmueble, precisamente, contin¨²a registrado hasta el momento un n¨²mero de tel¨¦fono a nombre de la Jefatura Provincial del Movimiento. En el club se reun¨ªan antiguos combatientes de Falange, requet¨¦s y miembros de la guardia de Franco.
En el club Guip¨²zcoa ?preparaban atentados la gente joven y la mayor. All¨ª sal¨ªa dinero para financiar actos terroristas y de all¨ª sal¨ªan a pintar la ciudad (...). All¨ª mismo circulaban las armas, casi todos ten¨ªan las suyas, unas legales y otras ilegales?. Un polic¨ªa de la antigua Brigada Pol¨ªtico-social frecuentaba el lugar y facilitaba propaganda gubernamental.
Un militar retirado, presunto responsable
El ultra arrepentido atribuye a ,un teniente coronel retirado, nacido en Guip¨²zcoa y probable militante de Fuerza Nueva, la direcci¨®n actual del BVE. Este individuo se traslad¨® a San Sebasti¨¢n y propuso al activista, luego arrepentido, ante otros compa?eros, formar parte de un comando que ¨¦l dirigir¨ªa y apoyar¨ªa desde Madrid. Aunque el redactor del texto no lleg¨® a pertenecer a la organizaci¨®n, por tener que acudir al servicio militar, en abril de 1977, el resto del grupo s¨ª lo hizo. Un emisario se encargaba de la coordinaci¨®n del comando de San Sebasti¨¢n y de otro que exist¨ªa en Bilbao, proporcion¨¢ndoles desde Madrid armas y explosivos.
El elemento coordinador huy¨® poco despu¨¦s de que fueran detenidos los autores de la matanza del despacho laboralista de la calle de Atocha, y pas¨® a ocupar su puesto otra persona, esta vez un vecino de San Sebasti¨¢n, que manten¨ªa el aprovisionamiento de armas y explosivos, y que particip¨® directamente en la voladura de dos chal¨¦s en Vizcaya, pertenecientes a un miembro del Partido Nacionalista Vasco y a un tal Domingo Unzalu. Estos atentados fueron atribuidos por sus autores a Antiterrorismo ETA (ATE). El paradero actual del segundo coordinador es desconocido.
La confesi¨®n, redactada en las primeras semanas de febrero, aporta, adem¨¢s de los nombres y apellidos de los tres dirigentes citados, la identidad de otras siete personas, de las que dice pertenec¨ªan al mismo grupo. Uno de ellos es Ignacio Iturbide, Piti, detenido en el mes de marzo del presente a?o, en San Sebasti¨¢n, Junto a Ladislao Zabala, y acusado de haber participado como miembro del Batall¨®n Vasco Espa?ol en el asesinato de, por lo menos, seis personas en la provincia de Guip¨²zcoa, varios intentos frustrados e innumerables atentados con explosivos e incendio. A Iturbide le califica, el ultra arrepentido, como uno de los elementos ?m¨¢s peligrosos y activos? y se menciona su participaci¨®n en atentados contra el bar Alaya, de San Sebasti¨¢n, perpetrado en diciembre de 1975; una tienda de la parte vieja donostiarra, la villa de los padres de Eduardo Moreno Bergareche, Pertur, en Ir¨²n; voladura de dos chal¨¦s en Vizcaya, y apaleamiento, en Zarauz, de la madre y hermanas de Juan Paredes, Txiki, militante de ETA fusilado en 1975.
Tambi¨¦n se alude a su residencia durante cierto tiempo en un pueblo vizca¨ªno bajo la protecci¨®n de un capit¨¢n de la Guardia Civil. Iturbide permaneci¨® cinco meses en prisi¨®n, en 1978, acusado de participar en el incendio de la sede del Partido Comunista de Euskadi (PSE-EPK), de San Sebasti¨¢n, y en la voladura de una t¨®mbola del equipo de baloncesto Askatuak. La causa fue sobrese¨ªda. El documento asegura que Iturbide realiz¨® trabajos para la Presidencia del Gobierno y, refiri¨¦ndose al per¨ªodo anterior a su detenci¨®n definitiva, dice que ?viene de vez en vez por San Sebasti¨¢n a hacer acciones o a ver c¨®mo anda esto. Se cree que ahora milita en el Batall¨®n Vasco Espa?ol, por lo que habla de ¨¦l, y ¨²ltimamente fue visto en San Sebasti¨¢n dos d¨ªas antes del atentado de Hendaya?. La detenci¨®n de Iturbide, en fecha posterior a la de la confesi¨®n, permiti¨® comprobar la exactitud de su adscripci¨®n al BVE y su actividad en Amorebieta, donde lleg¨® a cobrar sueldo de la Polic¨ªa Municipal antes de las primeras elecciones democr¨¢ticas, sin vestir nunca el uniforme ni prestar servicio conocido (v¨¦ase EL PAIS del 5 de marzo de 1981).
El ultra arrepentido acusa a Ignacio Iturbide de trabajar en estrecho contacto con Kokoliso, apodo de un individuo muy conocido en el Pa¨ªs Vasco, que logr¨® infiltrarse en ETA. Seg¨²n el documento, Kokoliso reside en Madrid, y ?se cree que es otro de los m¨¢s importantes del BVE?.
En cuanto a los restantes miembros del grupo, se identifica a un militante de Fuerza Nueva de San Sebasti¨¢n, detenido en 1978 y puesto en libertad al cabo de un mes; un vecino de Hernani, detenido y liberado junto al anterior, y otros tres.
El documento identifica a dos presuntos miembros del GAE, organizaci¨®n que reivindic¨® la autor¨ªa de algunos atentados ultraderechistas. Se trata de una persona detenida, en 1979, por robar un autom¨®vil a punta de pistola, y de un m¨¦dico de San Sebasti¨¢n que alarde¨® de haber participado en la voladura de las oficinas del Consejo General Vasco. En 1980, fue detenido cuando se encuontra en un bar, a la espera de cobrar un impuesto patri¨®tico, y puesto al poco tiempo en libertad.
A preguntas de EL PAIS, el abogado y senador de HB Miguel Castells dijo que el documento le hab¨ªa sido entregado en su despacho jur¨ªdico, en los primeros d¨ªas de mayo, por una persona distinta a su redactor. Castells lo traslad¨® al juzgado de guardia. El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de San Sebasti¨¢n lo admiti¨® a tr¨¢mite y. despu¨¦s de cierto tiempo, se inhibi¨® en favor de la Audiencia Nacional. Esta situaci¨®n supone de hecho, en opini¨®n del letrado y senador de HB, la apertura de una investigaci¨®n sobre el BVE.
Castells manifest¨® que se trata de un hecho de trascendencia, al facilitar un principio de indagaci¨®n de las actividades de los sectores ultraderechistas y sus implicaciones, sobre la base del interrogatorios e investigaci¨®n de las personas identificadas, y de un testimonio escrito. Destac¨® que, en la situaci¨®n actual, no puede conocerse el desarrollo de los tr¨¢mites judiciales. ?A la vista de la trascendencia del hecho y los evidentes riesgos y dificultades que esta investigaci¨®n supone, ser¨ªa importante sumar una amplia colaboraci¨®n ciudadana a la investigaci¨®n judicial. En este sentido, creo que podr¨ªa interesar la personaci¨®n jur¨ªdica en el sumarlo, ejercitando la acci¨®n popular que compete a todo ciudadano?.
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