Tirantez en la asamblea de la Caja Rural de Santander

El director de la Caja Rural de Santander, Tom¨¢s Mier, manifest¨® ante la asamblea general de socios, reunida en sesi¨®n extraordinaria, que la entidad mantiene ?una diferencia filos¨®fica con el Banco de Espa?a en la interpretaci¨®n de la regulaci¨®n de los balances?. Esa diferencia hace que la Caja haya perdido, en 1980, 68 millones de pesetas, seg¨²n las cuentas del Banco de Espa?a, mientras que para la direcci¨®n de la entidad ese balance se cerr¨® con veintis¨¦is millones de beneficio.

Los miembros de la junta rectora de la Caja han decidido, en consecuencia, presentar un recurso para hacer valer sus c¨¢lculos. Al tiempo insistieron en que el resto de las irregularidades, ?de que tanto se ha hablado con mala intenci¨®n?, quedan reducidos a ese ?ajuste de n¨²meros?.

A puerta cerrada y con extremado hermetismo, la asamblea extraordinaria excluy¨® el cap¨ªtulo de ruegos y preguntas, lo que provoc¨® cierta tirantez entre algunos de los 36 representantes de cooperativas presentes en la reuni¨®n. Adem¨¢s del d Irector, habl¨® el industrial hotelero Jos¨¦ L¨®pez Garc¨ªa, porque, seg¨²n ¨¦l, ?alguien tiene que dirigir?, mientras que el presidente del consejo manten¨ªa un discreto mutismo. Tanto Jos¨¦ L¨®pez como Tom¨¢s Mier son los hombres de confianza del diputado centrista Justo de las Cuevas, se?alado como el centro de la pol¨¦mica en torno a las irregularidades de la Caja Rural. Como la asamblea era ?puramente informativa y aclaratoria del balance?, el director general anunci¨® la convocatoria de otra para finales de este mes. No hubo referencia alguna a las denuncias sobre irregularidajes publicadas ¨²ltimamente.

El director de la Caja Rural, ante esas y otras denuncias, f¨¢cilmente comprobables en documentos a los que ha tenido acceso EL PAIS, se limit¨® a calificarlos de ?campa?a de desprestigio?.