Fern¨¢ndez Quintanilla: "El ?Guernica? ha sido politizado tanto a favor como en contra"
Declaraciones del embajador espa?ol que gestion¨® el traslado del cuadro
Las obras de acondicionamiento del Cas¨®n del Buen Retiro para situar all¨ª la obra de Pablo Picasso Guernica marchan al ritmo previsto y es probable que a partir de la pr¨®xima semana comience el proceso de instalaci¨®n del famoso cuadro del artista malague?o. Definitivamente, el lienzo ser¨¢ expuesto para la fecha del centenario del nacimiento del pintor, el inmediato 25 de octubre, aunque el p¨²blico la podr¨¢ ver un d¨ªa antes o un d¨ªa despu¨¦s, ya que el d¨ªa indicado es domingo. Para que eso ocurra, un equipo de hombres, de dentro y de fuera de la Administraci¨®n, hizo durante m¨¢s de cuatro a?os gestiones que dieron su fruto definitivo, el pasado 10 de septiembre. En ese equipo jug¨® un papel clave el embajador espa?ol Rafael Fern¨¢ndez Quintanilla, quien, acabada su misi¨®n, opina, en una entrevista que publicamos a continuaci¨®n, que ?el Guernica se ha politizado demasiado, tanto a favor como en contra?.
Embajador en misi¨®n especial para la entrega a Espa?a del Guernica, Rafael Fern¨¢ndez Quintanilla se convirti¨® en los ¨²ltimos tres a?os en el hombre que tendr¨ªa que traer la obra del inmortal malague?o a Madrid. Despu¨¦s del jueves 10 de septiembre es, entre otros, el art¨ªfice de la entrega al pueblo espa?ol de la m¨¢s conocida y universal obra de Pablo Picasso. C¨®nsul general en Munich, Santiago de Chile, Ginebra y Buenos Aires, Rafael Fern¨¢ndez Quintanilla, abogado de profesi¨®n, ha dedicado su actividad diplom¨¢tica a la cultura principalmente. Naci¨® en Madrid en marzo de 1921 y fue fundador de la revista Clavile?o y de la Asociaci¨®n Internacional de Hispanismo. Pronto publicar¨¢ un libro en la editorial Planeta titulado La odisea del Guernica.
Pregunta. En los tres a?os que lleva usted dedicado a conseguir la entrada del Guernica en Espa?a, ?qu¨¦ opini¨®n le ha merecido el trato dado al pintor y a su obra en su propio pa¨ªs?
Respuesta. Desgraciadamente, a Picasso se le ha tratado de politizar demasiado. Primero, su persona y obra en contra, durante el pasado r¨¦gimen. Y ahora, con la democracia, se sigue politizando su postura y formas de ver la vida, pero esta vez a favor. Lo que es evidente es que el cari?o del pintor hacia Espa?a s¨®lo es comparable con el desconocimiento de sus hombres respecto de ¨¦l. Aunque Picasso el Guernica no es un hombre localista, como su obra. El genial malague?o trat¨® de reflejar su protesta y horror hacia la guerra, el terror, la violencia. Cuando pintaba su cuadro no creo que estuviera pensando en Guernica, porque su obra ha superado plenamente el sentido local del bombardeo sobre la villa foral; se ha convertido en un gran s¨ªmbolo para la humanidad, en algo universal.
"La democracia ya hab¨ªa vuelto"
P. ?Cu¨¢les fueron las negociaciones que usted mantuvo para conseguir que el cuadro llegara por fin a Madrid?
R. Las negociaciones que he mantenido personalmente podr¨ªamos agruparlas en tres partes desde que me puse en contacto con mi t¨ªo Luis Quintanilla, jefe del servicio de Informaci¨®n de la Embajada espa?ola de Par¨ªs, en 1937. En primer lugar, trat¨¦ de que el entonces ministro de Asuntos Exteriores. me encargara la misi¨®n, lo que ocurri¨® en mayo de 1978.
En estos tiempos, la democracia hab¨ªa vuelto ya a Espa?a, pero el abogado de Picasso dudaba que el proceso pudiera seguir en marcha. Esta primera etapa se caracteriz¨® por el hecho de que dicho abogado pretend¨ªa tener en su poder los documentos acreditativos de que el Guernica era propiedad del Estado espa?ol. Y con estos documentos s¨®lo pod¨ªamos contar en el caso de que consigui¨¦ramos el archivo de Luis Araquistain, amigo de Picasso, y embajador entonces de Espa?a en Par¨ªs en 1937, pero el precio que se puso para su adquisici¨®n fue demasiado elevado en todos los ¨®rdenes.
En vistas de c¨®mo se present¨® el tema, decidimos acudir al Museo de Arte Moderno de Nueva York, en donde nos comunicaron que Claudio Picasso pretend¨ªa ejercer el derecho moral, para oponerse a la entrega del ¨®leo a Espa?a. Aunque lo que realmente intentaba impedir era que las obras que acompa?an al famoso lienzo entraran tambi¨¦n. Hay que tener en cuenta que Claudio Picasso es un hombre poco abierto, que ha sufrido mucho.
En este momento se plantearon en el seno de la familia tres posturas distintas. De una parte, Jacqueline y Marina, que pretend¨ªan que el Guernica estuviese pronto en Espa?a, pero sin ceder en las exigencias de Picasso; por otra, Claudio y Paloma, que exig¨ªan unanimidad en la familia para la entrega, y, por ¨²ltimo, Maya, que se ha negado por sistema alegando cuestiones pol¨ªticas.
"Las condiciones de Picasso se cumpl¨ªan"
Por ¨²ltimo, llegamos a una tercera fase en la que decidimos dirigirnos directamente al museo neoyorquino, depositarlo de la obra de Picasso, por lo que tuvimos que conseguir los originales del archivo de Araquistain.
La misma viuda me comunic¨® que exist¨ªa un documento sobre el destino del cuadro, pero que ignoraba su actual paradero.
Hallada su fotocopia, en poder del abogado Dumas, hubo que autentificarla. En ¨¦l se daban instrucciones concretas al museo de Nueva York para su devoluci¨®n y se declaraba que ?el Guernica y las obras que le acompa?an pertenecen al pueblo espa?ol?.
A partir de este momento, el camino quedaba definitivamente abierto.
P. ?Cu¨¢les fueron los momentos m¨¢s dif¨ªciles en las negociaciones?
R. Aparte de la localizaci¨®n y la adquisici¨®n de los documentos de Araquistain, la mayor dificultad fue la que opon¨ªan los herederos reticentes. Pero parece como si un extra?o sino hubiese conducido las cosas de suerte que el cuadro pudiese vencer todos los obst¨¢culos para cumplir su destino final de reunirse con quien lo inspirara: el pueblo espa?ol. Estoy seguro de que Picasso ayud¨® m¨¢s que nadie a ese final feliz. Y estoy cierto tambi¨¦n de que hubiera sido su mayor alegr¨ªa vivir ese momento.
Babelia
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