El a?o fiscal
Los delitos que se cometen en Espa?a est¨¢n adquiriendo formas de ins¨®lita agresividad, y concretamente los delitos terroristas llegaron a alcanzar cotas inimaginables durante 1980, seg¨²n la memoria del fiscal general del Estado. El caudal delictivo se mantuvo en niveles ordinarios y se instruyeron 12.773 procesos menos que en el a?o anterior, pese a lo cual existe el dato preocupante de que los delitos acceden a formas m¨¢s amenazantes y peligrosas.En el a?o 1980 se incoaron en Espa?a 747.806 procesos. Los delitos que m¨¢s aumentan son los dirigidos contra la seguridad interior del Estado -en los que se incluyen atenados y desacatos-, la salud p¨²blica -comprendido el problema de la droga-, los homicidios y, los denominados delitos contra la honestidad.
La nieniorlzi del fiscal comenta que las violaciones en grupo aparece como una nueva forma delictiva, en la que los componentes de dichos grupos ?abusan salvaje y sucesivamente de sus cuyas vivencias de atroz y a veces pr¨®longada brutalidad deja profundas huellas en aquella, contribuyendo a la creaci¨®n de una atm¨®sfera de zozobra e inseguridad ciudadana?.
Por lo que se refiere a delitos de robo (210.517 en total, 1.276 m¨¢s que en el a?o anterior), se detecta con frecuencia la utilizaci¨®n de armas peligrosas y letales, ?con indiferente desprecio por la vida humana, al punto de ocasionar la muerte ociosa e innecesaria a sus Cines?.
A su vez, los delitos contra el honor aumentaron en un 10%. A este respecto, la memoria dice que ?el uso natural y necesario de la libertad de expresi¨®n y el deber de respeto a la imagen, intimidad o buen nombre de los dem¨¢s entran en una situaci¨®n esencialmente conflictiva con ocasi¨®n de la lucha pol¨ªtica?.
Por lo que se reciere al terrorismo, en 1980 resultaron v¨ªctimas del mismo 121 personas, y asimismo fueron heridos 78 civiles, seis militares y 48 miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.
El fiscal destaca, no obstante, que la principal preocupaci¨®n del Estado en 1980 fue el hallazgo de los medios adecuados para conbatir el terrorismo con eficacia, y alude a las disposiciones legales elaboradas ese a?o. Asimismo destaca dos notas positivas en la lucha contra el terrorismo: el despertar de la solidaridad ciudadana en lo que se refiere a Espa?a y el principio sostenido por el Gobierno brit¨¢nico respecto al car¨¢cter no pol¨ªtico del delito terrorista.
Buena parte de la Memoria est¨¢ dedicada a destacar el ritmo acelerado del tr¨¢fico de estupefacientes. ?La penetraci¨®n de buena parte de la sociedad espa?ola en el mundo apocal¨ªptico de la droc,a se ha consolidado?, asegura el fiscal. En 1980. fueron detenidas 9.176 personas por tenencia y tr¨¢fico de estupefacientes, y decomisados 11. 156 kilos de cannabis, 58.192 gramos de coca¨ªna, 6.129 gramos de hero¨ªna y 14.868 dosis de LSD. Treinta personas murieron por sobredosis.
Las causas criminales incoadas por infracciones relacionadas con la libertad de expresi¨®n descendieron espectacularmente. En Madrid fueron planteadas ocho querellas por el ministerio p¨²blico: dos por delito de esc¨¢ndalo p¨²blico, una por delito contra la religi¨®n cat¨®lica y cinco por injurias a clase determinada del Estado.
La Memoria atribuye ese descenso al ?reconocimiento por la Prensa de que el ejercicio a la libre informaci¨®n no es absoluto e ilimitado?, y a la mayor comprensi¨®n de los citados en las informaciones respecto a que ?la cr¨ªtica, cuando no tiene por fin la injuria o el menosprecio, redunda en beneficio de todos?.
?Problema candente y que no puede soslayarse?, a?ade el fiscal, ?es el que plantea el secuestro de publicaciones. Desaparecido el secuestro administrativo y dejando la posibilidad de la medida al arbitrio judicial, surge aqu¨¦l, dado el plazo perentorio de media hora que para el dep¨®sito de diarios y semanarios se?ala el art¨ªculo 12 de la vigente ley de Prensa. Tan corto lapso de tiempo impide el estudio del texto posiblemente delictivo, planteamiento de la querella, presentaci¨®n de la misma al organismo judicial competente y que ¨¦ste, en tiempo h¨¢bil, pueda realizar el secuestro acordado?.
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