Una nueva hip¨®tesis sobre el envenenamiento por aceite de colza adulterado
Hemos seguido por los medios de difusi¨®n los resultados de las investigaciones realizadas para averiguar la causa del envenenamiento masivo de la poblaci¨®n espa?ola que se llam¨®, en un principio, neumon¨ªa at¨ªpica, y ahora, s¨ªndrome t¨®xico. Los adulterantes descritos hasta el momento han sido los siguientes: anilina, azobenceno, metilanilina, dimetilquinole¨ªna, bromoanilina, bromoazobenceno, oleanilida y nitrobenceno.Todos estos compuestos qu¨ªmicos no pueden ser los causantes de tantas muertes en las cantidades que, suponemos, han sido ingeridos. Hay que tener en cuenta que el aceite de colza se desnaturaliza a?adiendo s¨®lo un 2% de anilina, que en el proceso de refino (lavado con ¨¢cidos) se elimina toda o su mayor parte y que muchos de los compuestos dados a conocer son procedentes de las impurezas propias de la anilina o de la descomposici¨®n de colorantes (no t¨®xicos a corto plazo) fabricados con ella.
Grandes cantidades o proceso acumulativo
La toxicidad aguda de un producto qu¨ªmico se mide por lo que denominamos dosis letal 50 (DL50), que es la dosis expresada en mg/kg de peso del animal, a la cual mueren el 50% de los anima les a los que se les ha administrado.
La DL50 de todos los productos arriba mencionados var¨ªa entre 440 mg/kg para la anilina y 1.285 mg/kg para la n-metil-anilina estando el resto en cifras de alrededor de los 1.000 mg/kg. Por tanto, para que se produjese una intoxicaci¨®n de las caracter¨ªsticas de la presente, ser¨ªa necesario haber ingerido grandes cantidades, o tal vez pensar en un lento proceso acumulativo.
La aparici¨®n brusca, hacia el mes de mayo, de la enfermedad, as¨ª como el que se haya producido en muchos casos por la ingesti¨®n de unos determinados alimentos cocinados con el supuestamente aceite t¨®xico, descarta, a nuestro juicio, el que los compuestos arriba mencionados sean los causantes exclusivos del s¨ªndrome t¨®xico.
Hemos examinado los productos que se agregan a la colza antes de hacer la extracci¨®n del aceite. Entre los insecticidas empleados para la protecci¨®n de la planta contra Ceuthorrhynchus assimilis y Dasyneura brassicae, se encuentran Phosalone (cuyo fabricante es Rh?ne Poulenc y cuya DL50 en ratas por v¨ªa oral es 120-175 mg/kg) y el Vamidothion (del que, por el momento, no hemos podido encontrar toxicidad).
El fungicida m¨¢s empleado para combatir la Leptosphaeria maculans, el pat¨®geno m¨¢s frecuente en la colza, es el Benomyl. Este producto se ha utilizado en veterinaria como antihelm¨ªntico y tampoco es suficientemente t¨®xico.
El herbicida m¨¢s utilizado en las plantaciones de colza es el Devrinol, del que, por la urgencia, no hemos encontrado su toxicolog¨ªa. Sin embargo, en la bibliograf¨ªa consultada es el que menor fitotoxicidad posee.
As¨ª pues, consideramos que tampoco ninguno de estos productos pueda ser el causante, a tan corto plazo, de las muertes acaecidas. Hay que tener en cuenta que las lluvias, lavados, etc¨¦tera, arrastrar¨ªan adem¨¢s parte de estos productos.
La colza, planta cruc¨ªfera de las especies Brassica napus L. y Brassica rapa L. (= B. campestris), contiene naturalmente una esencia parecida a la de la mostaza, que es t¨®xica para el ganado. Parasita la planta habitualmente un hongo, Leptosphaeria maculans (Desm.) Ces et de Not., en cuya fase asexuada es conocida como Phoma lingam Tode. Este hongo produce tambi¨¦n una toxina: epipolitiodecetopeperazina.
Extracci¨®n en fr¨ªo o en caliente
El aceite de colza se obtiene por prensado y extracci¨®n posterior de la torta obtenida con disolventes. La extracci¨®n puede hacerse en fr¨ªo o en caliente. El aceite de colza extra¨ªdo en fr¨ªo se emplea como comestible, mientras que el extra¨ªdo en caliente, si bien tiene un mayor rendimiento en aceite, no es comestible.
Las tortas, residuo de la extracci¨®n de las semillas de la colza, suelen emplearse como pienso, pero han causado accidentes mortales en aleunos animales a los que se les hab¨ªa dado como alimento. En Inglaterra no se emplea para el ganado, sino que se utiliza como abono, ya que contiene entre un 5%-6% de nitr¨®geno.
Las toxinas responsables de estos envenenamientos del ganado parecen ser aflatoxinas, glucosinolatos, tioglic¨®sidos, isotiocianatos, oxazolidinetionas y nitrilos. Las aflatoxinas son unos productos metab¨®licos del hongc Aspergillus falvus, par¨¢sito de vegetales, que se descubrieron a ra¨ªz de un envenenamiento (aflatoxicosis) con cacahuetes en Estados Unidos y que tambi¨¦n se han hallado en la colza (Natl. Acad. Sc. Lett. 3(1): 5-6, 1980).
Para eliminar estos compuestos t¨®xicos y otros factores antinutritivos que contiene la colza y las tortas procedentes de su prensado y extracci¨®n (algunos producidos por hidr¨®lisis enzim¨¢tica de los glucosinolatos de la propia colza), el Institut National de la Recherche Agronomique ha desarrollado var¨ªas patentes (EE UU 3.803.328 y EE UU 3.969.338, de julio de 1976), en las que se emplean cultivos de Geotrichumm candidum Link ex Pers., haciendo a las tortas de la colza at¨®xicas y de alto poder nutritivo.
Investigaci¨®n de toxinas
En la descripci¨®n de estas patentes y del trabajo citaclo se explicita la aparici¨®n en la colza de las aflatoxinas de que hernos hablado, que, adem¨¢s de su toxicidad, inhiben la s¨ªntesis de los ¨¢cidos nucleicos y producen interacciones enzim¨¢ticas, formando ligandos con el DNA (¨¢cido desoxirrbonucleico) y modificando ¨¦ste (v¨¦ase Nature 209: 312,1966).
Estas afiatoxinas, con una elevada toxicidad (DL50 sobre 15 mg/kg), solubles en disolventes org¨¢nicos, pasar¨ªan perfectamente a la extracci¨®n en caliente que los franceses hacen para el uso industrial del aceite, y se disolver¨ªan bien despu¨¦s en las adulteraciones hechas en Espa?a al mezclar el aceite de colza importado para usos industriales con otros aceites comestibles.
Puestas as¨ª las cosas. nos parece que deber¨ªa, con toda rapidez, iniciarse una l¨ªnea de investigaci¨®n de todas estas toxinas en los aceites supuestamente t¨®xicos, puesto que, hasta la fecha no se han buscado m¨¢s que compuestos qu¨ªmicos a?adidos al aceite, habi¨¦ndose pasado por alto dos cosas: a) los m¨¦todos de extracci¨®n utilizados en Francia para obtener el aceite destinado a usos industriales, y b) la posibilidad de que las sustancias envenenadoras sean de origen biol¨®gico.
Tenemos noticia de que aisladamente se ha acometido ya en alg¨²n laboratorio espa?ol la detecci¨®n de aflatoxinas en el aceite adulterado, con resultados no satisfactorios. Por ello es preciso advertir que para que las investigaciones sean significativas ha de hacerse un muestreo de aceites que comprobadamente procedan de familias en las que se han producido intoxicaciones, ya que se est¨¢n recogiendo muchas muestras supuestamente sospechosas de tener alg¨²n tipo de adulteraci¨®n, como anilinas, grasa de cerdo, etc¨¦tera, sustancias que, aun cuando no debieran estar en un aceite puro e incluso puedan causar alg¨²n otro tipo de enfermedad, no son las responsables de este s¨ªndrome t¨®xico.
Finalizamos insistiendo en que el presente art¨ªculo es exclusivamente una hip¨®tesis de trabajo, resultante de una revisi¨®n bibliogr¨¢fica, y que debe ser confirmado o rechazado experimentalmente antes de poder alentar ninguna esperanza en la poblaci¨®n afectada.
Este es el motivo por el que nos decidimos a publicarlo ahora, para urgir a que las instituciones y organismos a quienes corresponde colaboren con sus medios humanos y t¨¦cnicos en esta r¨¢pida lucha por el descubrimiento del t¨®xico y de su ant¨ªdoto.
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