Se confirm¨® la orientaci¨®n a la baja del mercado
La pasada semana ha resultado una de las peores para los mercados de valores nacionales de los ¨²ltimos tiempos. Y esto no tanto porque se hayan producido unas bajas muy aparatosas en los cambios como porque han quedado bastante de manifiesto las claras Antenciones vendedoras de los principales inversores institucionales, dando al traste con las esperanzas de los m¨¢s optimistas.El ¨¢cido clima que desataron las recriminaciones a los proyectos de ley del presupuesto desencadenados por la gran patronal y su previo descuelgue del ANE dieron lugar, hace dos semanas, a una quiebra en la tendencia positiva del mercado que hab¨ªa sido gestada y mantenida en base a innumerables sudores de las principales partes interesadas. desde finales del mes de julio ¨²ltimo.
Las puntualizaciones ulteriores por parte de algunos miembros destacados de la CEOE devolvieron algo de su perdida calma a los inversores, pero la semilla de la incertidumbre hab¨ªa quedado ya sembrada.
Comoquiera que la situaci¨®n en los mercados financieros internacionales tampoco se presentaba muy plet¨®rica para los inversores burs¨¢tiles, las disensiones dentro de de UCD continuaron saltando a la calle, a pesar de las consecutivas sordinas aplicadas y la posibilidad de que los resultados de las elecciones al Parlamento gallego representen un nuevo descalabro para el partido en el Gobierno est¨¢ cada vez m¨¢s pr¨®xima, buena parte de los inversores m¨¢s potentes parecen haber decidido que lo m¨¢s saludable para sus cuentas de resultados es plantear una liquidaci¨®n ordenada de sus partidas que presentan mayores plusval¨ªas y permanecer en liquidez o adquirir bonos del tesoro, en espera de que el propio mercado defina su trayectoria en los compases finales del a?o.
Por el momento se aproxima otro coco, especialmente para los inversores a corto: la emisi¨®n de 60.000 millones de pesetas de deuda p¨²blica, cuya fecha de emisi¨®n se establece en l¨¢ primera quincena del mes de noviembre..
Por lo dem¨¢s, los mercados de valores espa?oles no ofrecieron ninguna nota digna de menci¨®n. Su impasibilidad lleg¨® hasta el punto de ignorar por completo los rumores sobre la supuesta invasi¨®n de las tropas sovi¨¦ticas a Polonia que conmovieron el viernes las principales plazas financieras europeas.
El grupo qu¨ªmico fue quien acus¨® de forma m¨¢s evidente la presi¨®n de las ventas, produci¨¦ndose cesiones de consideraci¨®n en sus cambios. Las plusval¨ªas acumuladas en el sector y, lo que es m¨¢s importante, su escasa consistencia, parecen haber decidido a los inversores a generalizar sus ¨®rdenes de venta.
Los bancos arrastraron saldos vendedores a lo largo de toda la semana y acepta ron con una docilidad sorprendente las recomendaciones de bajar que les marcaba la caja, a pesar de que la mayor¨ªa de ventas no resultaba demasiado abrumadora. La excepci¨®n la constituy¨® el Santander, quien estaba finalizando su per¨ªodo de confecci¨®n de cambio medio para elicanje de sus bonos. de tesoreria de la emisi¨®n de 1980 por acciones de la propia entidad. El precio resultante para la operaci¨®n qued¨® establecido en el 367%.
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