Proyecto para que los emigrantes puedan conservar su vecindad de origen
Los emigrantes podr¨¢n conservar su vecindad de origen -y votar, por tanto, en el lugar donde han nacido- y las mujeres casadas no tendr¨¢n que seguir la vecindad civil del marido, si se aceptan los criterios de los jurisconsultos espa?oles, reunidos en Zaragoza durante cuatro d¨ªas, para estudiar aspectos concretos de los derechos civiles territoriales, que en la actualidad conservan seis comunidades espa?olas (Arag¨®n, Baleares, Catalu?a, Navarra y el Pa¨ªs Vasco en las provincias de Vizcaya y Alava).Estas dos conclusiones forman parte de las siete adoptadas en la ponencia de vecindad civil. La primera supone un punto intermedio entre las posturas de las comunidades receptoras de emigraci¨®n y las que le sirven de punto de partida. En la segunda equipara al hombre y la mujer en cuanto a la adquisici¨®n de la vecindad civil y se hace extensiva a los hijos del matrimonio. El mismo criterio de equidad se aplica al r¨¦gimen econ¨®mico del matrimonio diferente en los sistemas jur¨ªdicos de los territorios con derecho civil propio- y a la vecindad de los extranjeros nacionalizados.
La otra ponencia abordada en el congreso se refer¨ªa a los l¨ªmites de las comunidades aut¨®nomas para legislar dentro del marco de la Constituci¨®n, que ampara -en su art¨ªculo 149, 1, 8- la existencia y desarrollo de los derechos civiles particulares.
El Congreso admiti¨® la competencia exclusiva de los parlamentos aut¨®nomos para legislar sobre su derecho civil, equiparando sus normas a las de las Cortes Generales. En cuanto a la unificaci¨®n del sistema jur¨ªdico espa?ol, que fue la tendencia dominante en el congreso de jurisconsultos de 1946 y que tuvo tambi¨¦n en ¨¦ste algunos defensores, se acord¨® respetar la libre voluntad de cada pueblo.
El congreso clausurado el domingo en Zaragoza es el tercero que con el mismo tema se celebra en cien a?os. El primero fue en 1881 y sus recomendaciones permitieron conservar los derechos forales que el proyecto de c¨®digo civil quer¨ªa derogar. El c¨®digo vigente, promulgado en 1889, los respet¨®, como lo hace la Constituci¨®n de 1978.
Las conclusiones de este tercer congreso fueron entregadas al ministro de Justicia, P¨ªo Cabanillas, que presidi¨® la clausura.
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