La cooperativa Ulgor considera anticonstitucional su exclusi¨®n de los beneficios de la reconversi¨®n industrial
La direcci¨®n de la sociedad cooperativa Ulgor, de Mondrag¨®n (Guip¨²zcoa), primera empresa del sector de electrodom¨¦sticos de Espa?a, ha remitido un informe a su Consejo Social (equivalente al comit¨¦ de empresa en las no cooperativas) en el que comunica a los 3.200 trabajadores-propietarios el duro contencioso que mantiene con el Ministerio de Industria por haber sido excluidos, "de forma discriminatoria y anticonstitucional", de todos los beneficios previstos para el sector de electrodom¨¦sticos en el decreto de reconversi¨®n industrial y al que ya se han acogido las principales sociedades an¨®nimas.
Las razones aducidas por la Direcci¨®n General de Industrias Siderometal¨²rgicas para rechazar la petici¨®n de Ulgor, fabricante de la marca Fagor, se fundamentan en que "los beneficios se conceden exclusivamente a agrupaciones empresariales". Ulgor consider¨® tal resoluci¨®n "lesiva para sus intereses y contraria a derecho" y formul¨® recurso de alzada ante el ministro de Industria. Las fusiones y agrupaciones empresariales son viables entre sociedades cuyo capital est¨¢ en manos de accionistas pero son muy dif¨ªciles entre sociedades cooperativas, donde propietarios y trabajadores son la misma cosa, y sociedades an¨®nimas.
Pierden salario pero mantienen empleo
La crisis del sector, motivada por el exceso de oferta y la fuerte ca¨ªda de la demanda, se empez¨® a presentir en 1979 -aunque aqu¨¦l fue un buen a?o- y se agrav¨® progresivamente en 1980, con una ca¨ªda del 15% en la demanda, y en 1981 que acabar¨¢ probablemente repitiendo este mismo descenso. En el caso de Ulgor, la crisis se manifest¨® tambi¨¦n en estos dos ¨²ltimos a?os produciendo p¨¦rdidas, por primera vez desde que comenzaron a fabricar frigor¨ªficos en 1963. Como sociedad cooperativa, el reparto de las p¨¦rdidas, si mantienen -como han hecho- el nivel de empleo, repercute directamente en los salarios de los cooperativistas, que cobran a modo de anticipo sobre los resultados del ejercicio.En el caso de las sociedades an¨®nimas del sector de electrodom¨¦sticos, la ca¨ªda de ventas y la sobrecapacidad productiva repercutieron en regulaciones de empleo, suspensiones de pagos o cierre de empresas. La aplicaci¨®n de los beneficios oficiales, previstos en el decreto 2280/ 1980 sobre reconversi¨®n industrial, ha permitido, entre otras cosas, la resurrecci¨®n de empresas que como Bru, por ejemplo, murieron por el veredicto de la mano invisible del mercado. El ung¨¹ento milagroso de los beneficios p¨²blicos, repartidos por la ventanilla del Ministerio de Industria, ha favorecido la resurrecci¨®n de los muertos y ah¨ª est¨¢, reflotada y agrupada, la Nueva Bru como un L¨¢zaro ejemplar de la pol¨ªtica industrial aplicada a un sector sobredimensionado donde sobran una buena parte de las empresas actuales y donde el nivel de stocks acumulado se acerca hoy peligrosamente a la producci¨®n total de cuatro a cinco meses.
La resurrecci¨®n de los "l¨¢zaros"
Esta pol¨ªtica industrial inel¨¢stica impide los ajustes del mercado, aumenta la capacidad de producci¨®n, mediante una racionalizaci¨®n y especializaci¨®n de los productos, y ayuda a resucitar o sobrevivir a empresas que tendr¨¢n que enfrentarse pronto al ingreso de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea. Altos directivos de la cooperativa de Mondrag¨®n han comentado que "por este camino, todas las empresas privadas del sector comprometidas ya con el Estado a unos determinados reajustes acabar¨¢n formando una gran empresa p¨²blica en brazos del INI". Tampoco se explican estos cooperativistas como la Administraci¨®n puede haber legislado el marco de la pol¨ªtica industrial, aplicada al sector de electrodom¨¦sticos, sin tener en cuenta y, lo que es m¨¢s grave, excluyendo mediante artificios jur¨ªdicos, al primer grupo industrial del sector. Sobre todo teniendo en cuenta peculiaridades laborales que, como cooperativa, le han convertido en modelo a imitar por otros pa¨ªses europeos. El caso m¨¢s reciente es el de los sindicalistas brit¨¢nicos que estudian minuciosamente el fen¨®meno de Mondrag¨®n como est¨ªmulo para salir de la crisis.Como nadie es profeta en su tierra, los cooperativistas de Mondrag¨®n han recibido escasa atenci¨®n oficial, de lo que a menudo presumen, y han asumido personalmente los costes de su crisis. Uno de ellos ha declarado: "Nos est¨¢n llevando a un callej¨®n sin salida, pues mientras se ayuda a las empresas capitalistas del sector de forma discriminatoria contra nosotros, el Estado establece una competencia desleal y, castiga precisamente a quienes estamos asumiendo la totalidad de los costes, sosteniendo nuestra propia seguridad social, sin girar contra el Estado, y aumentando nuestra productividad".
Las cuotas de mercado conquistadas por los productos Fagor, de la Cooperativa Ulgor -ligada a la Caja Laboral Popular de Mondrag¨®n- suponen aproximadamente la cuarta parte de todo el mercado nacional. Concretamente, tienen el 27% en cocinas, el 25% en frigor¨ªficos, el 20% en lavadoras y, el 21% en lavavajillas. La facturaci¨®n de Ulgor superar¨¢ este a?o los 17.000 millones de pesetas, de los que unos 7.500 millones -un tercio del total exportado por el sector- proceden de sus exportaciones que han crecido un 12% en 1979, un 27% en 1980 y un 43% en 1981.
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