La econ¨®mica brit¨¢nica crecer¨¢ un 1% el pr¨®ximo a?o

El canciller del Exchequer brit¨¢nico, sir Geoffrey Howe, al presentar ayer su "minipresupuesto", que incluye algunas medidas duras para el contribuyente, reconoci¨® que el gasto p¨²blico aumentar¨¢ en unos 5.000 millones de libras (925.000 millones de pesetas) para el a?o fiscal 1982-1983. La raz¨®n es, por una parte, la recesi¨®n, y, por otra, la inflaci¨®n.El canciller dijo que la producci¨®n aumentar¨¢ en el Reino Unido en un 1% el pr¨®ximo a?o, hablando de "una recuperaci¨®n gradual" de la econom¨ªa brit¨¢nica, lo cual provoc¨® grandes risas sarc¨¢sticas entre las filas laboristas. Por otra parte, hace un a?o Howe indic¨® que por estas fechas la inflaci¨®n estar¨ªa por debajo del 10%. Ayer esta meta fue de nuevo oficialmente retrasada hasta finales de 1982.

El aumento del gasto p¨²blico esta fundamentalmente destinado a las industrias nacionalizadas (120.000 millones de pesetas), a la defensa, cuyos gastos aumentar¨¢n en 89.000 millones de pesetas; a los nuevos programas de formaci¨®n profesional para los j¨®venes en paro (150.000 millones de pesetas), y al Gobierno local (250.000 millones de pesetas).

Aumento de las cuotas a la Seguridad Social

Este aumento del gasto p¨²blico ha sido pues una victoria para los conservadores moderados, que lo ven¨ªan pidiendo desde tiempo atr¨¢s. La otra cara de la moneda es que, con el Gobierno empe?ado en su pol¨ªtica monetarista, con un deseo concreto de no aumentar el d¨¦ficit presupuestario, el dinero para este aumento del gasto p¨²blico deber¨¢ provenir de alg¨²n lugar.Para comenzar, y estas medidas s¨®lo ser¨¢n efectivas a partir de abril de 1982, se reducir¨¢ el coste administrativo del Gobierno central, limitando, como ya se hab¨ªa anunciado hace algunas seemanas, el aumento salarial de los funcionarios a un 4% anual, con una inflaci¨®n de un 11,7% en la actualidad. El Gobierno se propone tambi¨¦n reducir la plantilla de funcionarios para llegar en 1984 a la meta que se hab¨ªa fijado en mayo de 1979: la eliminaci¨®n de 102.000 puestos de trabajo en la Administraci¨®n.

El canciller ha decidido aumentar la contribuci¨®n directa a la Seguridad Social de los trabajadores -y no de las empresas- en un 1%, lo cual supone que los empleados se llevar¨¢n entre 900 y 1.800 pesetas menos al mes a sus casas. El precio de las medicaciones de la Seguridad Social aumentar¨¢ en un 30%.

Aunque se revisar¨¢n las pensiones de viudas y jubilados para que se ajusten al ¨ªndice de la inflaci¨®n, ¨¦ste no ser¨¢ el caso para los casi tres millones de personas que cobran el seguro de desempleo. De hecho, su nivel de vida bajar¨¢. Por otra parte, las becas de los estudiantes tampoco aumentar¨¢n con la inflaci¨®n, sino tan s¨®lo en un 4%, como en el sector p¨²blico.

Para Peter Shore, portavoz laborista para Asuntos Econ¨®micos, estas medidas son "un da?o innecesar¨ªo" para los brit¨¢nicos, demostrando los "dos a?os y medio de fracaso sin parang¨®n en la gesti¨®n de la. econom¨ªa brit¨¢nica" desde que los conservadores llegaran al poder en mayo de 1979.

El "minipresupuesto" prueba que la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher no tiene la intenci¨®n, por el momento, de revisar su pol¨ªtica econ¨®mica. En estas condiciones, los observadores contin¨²an siendo particularmente pesimistas en cuanto a la posibilidad de que ¨¦sta alcance su doble objetivo: vencer la inflaci¨®n reduciendo la masa monetaria.

Sindicatos y trabajadores parecen estarse preparando, en efecto, para hacer frente a las medidas de austeridad de la primera ministra, quien ya ha anunciado que los aumentos salariales deber¨¢n estar por debajo de la inflaci¨®n.