Feliz desenlace del secuestro de un ni?o salmantino por el que ped¨ªan diez millones de rescate
Marco Antonio Pav¨®n Guti¨¦rrez, un ni?o de siete a?os, secuestrado el pasado lunes en el pueblo salmantino de Babilafuente, apareci¨® la tarde del martes en un portal de la calle de Cea Berm¨²dez, de Madrid. Mientras la pol¨ªcia recog¨ªa al muchacho, la madre, Visitaci¨®n Guti¨¦rrez, segu¨ªa las instrucciones de los secuestradores, pero se negaba a entregar a uno de ellos un mill¨®n de pesetas antes de ver a Marco Antonio. Este individuo consigui¨® huir de la polic¨ªa.
Marco Antonio Pav¨®n, un ni?o que no cuenta muchas cosas, seg¨²n su padre, sonre¨ªa ayer por la tarde en su casa de Babilafuente y ense?aba contento un coche de polic¨ªa ?muy grande? que le hab¨ªan regalado los guardias de Salamanca. El chaval manifestaba que se lo hab¨ªan llevado una se?orita joven y un se?or m¨¢s viejo, y contestaba a casi todas las preguntas con monos¨ªlabos. Seg¨²n ha podido saber su padre, el ni?o afirma que durmi¨® en el coche, comi¨® bocadillos y bebi¨® agua, y que le trataron bien.Pascual Pav¨®n y Visitaci¨®n Guti¨¦rrez se enteraron del secuestro del cuarto de sus cinco hijos cuando uno de los secuestradores llam¨® por tel¨¦fono a las siete de la tarde del mismo lunes y pidi¨® diez millones de pesetas a cambio de su hijo Marco Antonio.
A las 16.30 horas, al salir de la escuela, el chico acept¨® la invitaci¨®n de unos desconocidos que se ofrecieron a llevarle a su casa -separada por un centenar de metros de all¨ª- en coche. Marco Antonio entr¨® en el veh¨ªculo, que debi¨® de tomar el camino hacia Salamanca. ?La primera llamada fue desde Salamanca?, manifiesta su padre; ?la segunda vez, ya desde Madrid, a las nueve de la ma?ana del d¨ªa siguiente. Nos preguntaron si ten¨ªamos el dinero preparado y mi mujer les dijo que no ten¨ªamos tanto?.
En el pueblo se comenta que hab¨ªan visto a un se?or desde hac¨ªa quince d¨ªas rondar alrededor de las escuelas, pero en distintos coches. ?Sin embargo, eso no se sabe; la gente hace ahora muchos comentarios?, dice Pascual Pav¨®n, ?y aqu¨ª, a mi almac¨¦n, viene gente de muchos sitios a buscar material de construcci¨®n?.
Los secuestradores volvieron a ponerse en contacto con la familia a las dos de la tarde, e indicaron que una persona deb¨ªa estar en la primera planta de El Corte Ingl¨¦s de la Puerta del Sol a las 17.30, horas. El matrimonio y un amigo salieron inmediatamente hacia Madrid para cumplir las instrucciones, pero los nervios traicionaron a la madre, que confundi¨® el lugar de la cita y permaneci¨® bastante tiempo en Galer¨ªas Preciados, hasta que el padre se acerc¨® a ella y le advirti¨® el fallo, pese a que su presencia contradec¨ªa las instrucciones de los secuestradores.
Pasadas las 17.30 horas, tras recibir varias llamadas en los tel¨¦fonos de los grandes almacenes, la madre de Marco Antonio se dirigi¨® en un taxi hacia el puente de Praga, lugar escogido por los secuestradores para la entrega del dinero.
Marco Antonio, mientras tanto, hab¨ªa sido trasladado a un portal de la calle de Cea Berm¨²dez, hecho que fue comunicado por los autores del secuestro a los familiares que permanec¨ªan en el domicilio de Babilafuente en espera de cualquier noticia. La polic¨ªa hab¨ªa tenido conocimiento de los hechos desde el primer momento y segu¨ªa las maniobras de la familia.
Visitaci¨®n Guti¨¦rrez ha manifestado que ella lleg¨® al puente y esper¨® bastante tiempo, hasta que apareci¨® un individuo que le reclam¨® el dinero, pero que ?ten¨ªa el dinero bien agarrado hasta que no viera a mi hijo?, y que se opuso a realizar la entrega antes de que se lo ense?ara. Repentinamente, el secuestrador temi¨® algo y se fue corriendo. La polic¨ªa, que tem¨ªa que el ni?o permaneciera en el coche utilizado por el individuo, no pudo intervenir abiertamente para darle alcance y huy¨® en la oscuridad.
Cuando los padres llegaron a las dependencias policiales, cada uno de ellos por separado, se encontraron con el ni?o recuperado por la polic¨ªa y que no presentaba ning¨²n signo de haber sufrido malos tratos.
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