Las familias con ingresos mensuales superiores a 100.000 pesetas soportaran el incremento de retenciones fiscales en 1982

Los casi 120.000 millones de pesetas de incremento que Hacienda espera obtener durante el presente a?o en las retenciones por trabajo personal saldr¨¢n fundamentalmente de los hogares con ingresos mensuales superiores a las 100.000 pesetas y con menos de 4 hijos. Este ser¨¢ el principal efecto de la tabla de retenciones aprobada por el ¨²ltimo Consejo de Ministros. Los contribuyentes con sueldos inferiores notar¨¢n menos la erosi¨®n de las retenciones fiscales sobre los aumentos salariales que depare la inminente negociaci¨®n colectiva.

De los 947.000 millones de pesetas de ingresos previstos para 1982 por el Impuesto sobre la Renta de las Personas F¨ªsicas, cifra superior en un 21,4% a la recaudaci¨®n estimada en 1981 (v¨¦ase cuadro n¨²mero 1), Hacienda espera conseguir 718.000 millones de las retenciones por trabajo personal; es decir, un 19,7% m¨¢s que en el a?o que acaba de terminar.Tales previsiones, elaboradas con el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio, no parecen haber sido modificadas como consecuencia del debate y aprobaci¨®n parlamentaria, a juzgar por las declaraciones del Gobierno. Tras los cambios introducidos, medios gubernamentales dijeron que se mantendr¨¢ en l¨ªneas generales el equilibrio presupuestario.

As¨ª, las mayores deducciones familiares sobre la cuota del impuesto y la deducci¨®n general del 1 % en la cuota para los rendimientos del trabajo personal, decididas recientemente por el Parlamento, deber¨¢n compensarse con la tercera novedad a?adida: la elevaci¨®n general del tipo de gravamen del impuesto en un 5,20%.

Ajustar al m¨¢ximo las retenciones

Como dichos cambios favorecen a los contribuyentes m¨¢s modestos o con m¨¢s hijos, a la vez que perjudican a los mejor situados, Hacienda propuso al ¨²ltimo Consejo de Ministros la modificaci¨®n de la tabla de retenciones sobre el trabajo y el aumento del 15 al 16% en las del capital. La decisi¨®n apareci¨® publicada el 30 de diciembre en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, en el mismo Real Decreto que rebaja los beneficios fiscales en negociaci¨®n de acciones procedentes de ampliaciones de capital liberadas parcial o totalmente, medida duramente criticada por la patronal CEOE.

El objetivo declarado de la nueva tabla, la cuarta desde 1978, es ajustar lo m¨¢ximo posible las retenciones a la cuota l¨ªquida que tenga que satisfacer cada contribuyente cuando, en los pr¨®ximos meses, haga las, cuentas sobre sus ingresos correspondientes a 1981. De esta forma, los contribuyentes ver¨¢n distribuidos a lo largo del a?o sus pagos a Hacienda, sus cuotas diferenciales finales ser¨¢n m¨¢s peque?as y Hacienda no tendr¨¢ que afrontar tantas devoluciones, salvando las deducciones particulares por vivienda, inversiones o gastos extraordinarios.

Sin embargo, la difusi¨®n de estos objetivos ha provocado errores de interpretaci¨®n en algunas informaciones, como el de que el aumento de las retenciones por capital se destina a compensar la reducci¨®n en las del trabajo.

Seg¨²n expertos fiscales consultados, ello es imposible, debido a que cerca del 80% de las rentas declaradas a efectos del Impuesto proceden de sueldos y salarios. Los ¨²ltimos datos conocidos, relativos a las declaraciones hechas en 1980 por rentas de 1979, se?alan que el resto se lo reparten las rentas por capital mobiliario (5,7%), rentas empresariales (5%), rentas urbanas (3,4%), aumentos por plusval¨ªas patrimoniales (0,4%), y rentas agrarias (0,25%).

La comparaci¨®n de las dos ¨²ltimas tablas de retenciones, promulgadas en octubre ¨²ltimo (dentro del nuevo reglamento del Impuesto) y el pasado mi¨¦rcoles, puede permitir a cada contribuyente aclarar su caso concreto, mientras se ofrece una imagen gr¨¢fica (la del cuadro n¨²mero 3) de lo que realmente ocurrir¨¢ en t¨¦rminos generales.

Al resumir las diferencias entre las dos tablas, los n¨²meros en negro delimitan una zona en la que no cambiar¨¢n los porcentajes de retenci¨®n: fundamentalmente la de rentas anuales superiores al mill¨®n y medio de pesetas, en unidades contributivas con menos de cuatro hijos.

Seg¨²n los expertos fiscales consultados, el mantenimiento de los tipos relativos en dicha zona supondr¨¢ l¨®gicamente: el aumento de las retenciones absolutas, pues los sueldos pueden subir en los pr¨®ximos meses por t¨¦rmino medio un 10%. As¨ª, por ejemplo, un contribuyente o una familia que llegue a superar tras las pr¨®ximas subidas ingresos mensuales de 100.000 pesetas (con doce pagas ordinarias y tres extraordinarias, mill¨®n y medio, proceda de uno) o varios sueldos) pasar¨¢ del 15 al 16%, sobre un sueldo, adem¨¢s, mayor.

La comparaci¨®n se acerca mejor a la realidad, no obstante, si se hace a partir de las tablas en vigor desde el 20 de junio de 1.980, las aplicadas durante 1981 (cuadro 2), pues las publicadas en octubre pasado no han tenido pr¨¢cticamente operatividad.

La unidad familiar con pocos hijos que ingresara 1,3 millones de pesetas al a?o pagaba el 16%, y ahora, si pasa la barrera del mill¨®n y medio, sigue pagando el mismo porcentaje. De otro lado, las rentas superiores al mill¨®n y medio ser¨¢n en 1981 las que aporten m¨¢s de la mitad de los ingresos por Renta, seg¨²n se desprende de los ¨²ltimos datos disponibles sobre la distribuci¨®n de las cuotas l¨ªquidas (es decir, la resultante de restar de la cuota? ¨ªntegra o tarifa todas las deducciones).

Tales rentas son aproximadamente, contando los aumentos salariales de los dos ¨²ltimos a?os, las que en 1979 superaban el mill¨®n de pesetas anuales. En ese a?o, cuando hubo algo m¨¢s de cinco millones de declaraciones, representaron el 20% del total, aunque acumularon algo m¨¢s del 66% de las cuotas l¨ªquidas, aunque sus ingresos declarados no llegaron al 40%. El tramo que iba de un mill¨®n a 1,4 millones aport¨® el 17%, y el siguiente, de 1,4 a 1,8 millones de renta, el 10,25%.

Opiniones socialistas

Al margen de una posible opini¨®n oficial del partido, fuentes del PSOE, partido que contribuy¨® en el debate parlamentario a las tres modificaciones mencionadas en el Impuesto, han se?alado que las tres ¨²ltimas tablas de retenciones han sido bastante realistas y han mejorado unas a otras, al ajustarse a las obligaciones finales de los contribuyentes. Esta tendencia contrasta con la tabla sacada a finales de 1978 por el entonces m¨¢ximo responsable econ¨®mico del Gobierno, Fernando Abril, que por motivos pol¨ªticos, y de cara a la siguiente negociaci¨®n salarial, hizo creer a los trabajadores que consegu¨ªan grandes mejoras salariales; las posteriores liquidaciones pillaron a muchos sin dinero, al llegar en algunos casos a las cien mil pesetas.