Las Sociedades de Garant¨ªa Rec¨ªproca, sin respaldo del Estado, han facilitado 8.000 millones de pesetas en avales a las 'pymes'
M¨¢s de 4.500 millones de capital en poco m¨¢s de un a?o de funcionamiento, lo que significa un peso nada desde?able en el sistema crediticio, y el respaldo de un colectivo de enormes repercusiones econ¨®micas y electorales, como es el de las peque?as y medianas empresas (pymes), ha provocado un radical cambio de actitud de la Administraci¨®n, los partidos pol¨ªticos y la banca privada hacia las Sociedades de Garant¨ªa Rec¨ªproca (SGR).
Estas sociedades, que son un instrumento fundamental para la financiaci¨®n de las pymes, han logrado superar las divisiones existentes entre las distintas patronales que las auspician (Unipyme y Cepyme, entre otras), llevar a una mesa de negociaciones a cerca de cuarenta bancos y arrancar a la Administraci¨®n un compromiso de una regulaci¨®n m¨¢s eficaz del segundo aval del Estado a sus operaciones de cr¨¦dito.Diversos partidos pol¨ªticos, como el Partido Nacionalista Vasco, Convergencia i Uni¨® y el partido socialista, se han preocupado en varias ocasiones -principalmente con motivo de las discusiones presupuestarias en 1980 y 1981- de la promoci¨®n de las SGR y del segundo aval a cargo del Estado. La Administraci¨®n, que nunca ha regateado palabras de apoyo a dichas sociedades, ha seguido una pol¨ªtica titubeante y poco uniforme con respecto a las mismas. "En el Gobierno habr¨ªa que distinguir las intenciones pol¨ªticas y las disposiciones administrativas. Hay una gran diferencia entre las palabras de total apoyo del vicepresidente del Gobierno Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez y las disposiciones que aparecen publicadas en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. No obstante, a la vista de los ¨²ltimos contactos, estamos esperanzados de que en un futuro muy breve las palabras tengan su reflejo en hechos concretos", afirma Javier Pomes, secretario general de la Confederaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Garant¨ªa Rec¨ªproca (Cesgar), instituci¨®n que desde el pasado martes agrupa a todas las SGR existentes.
La creaci¨®n de la Sociedad Mixta del Segundo Aval y la designaci¨®n de una de las personalidades m¨¢s relevantes de UCD, el ex vicepresidente del Gobierno Fernando Abril Martorell, para presidirla supuso un importante avance en la actitud del Gobierno. El presidente de Cesgar, Luis Ac¨ªn Boned, reconoce que "la Sociedad Mixta del Segundo Aval ha demostrado un inter¨¦s claro de favorecer a ?as SGR, pero su acci¨®n se ha encontrado hipotecada a las cortapisas de las propias disposiciones administrativas. Sus manos est¨¢n tan atadas como las nuestras por la regulaci¨®n del segundo aval. Sin embargo, en los ¨²ltimos d¨ªas se est¨¢ gestando un cambio de actitud de la Administraci¨®n que es una prueba de su voluntad de apoyo a las SGR".
Las Sociedades de Garant¨ªa Rec¨ªproca, que se hab¨ªan negado a utilizar el segundo aval del Estado por disconformidad con su regulaci¨®n, pese a lo cual hab¨ªan otorgado avales a las pymes sin su refrendo por m¨¢s de 8.000 millones de pesetas, han logrado la creaci¨®n de una comisi¨®n mixta de estudio con la Administraci¨®n para modificar la concesi¨®n del segundo aval (a cambio de empezar a utilizarlo). Tambi¨¦n gestionan la recuperaci¨®n de las exenciones fiscales por el impuesto de transmisiones patrimoniales, fundamental para estas sociedades de capital abierto.
A lo largo de este a?o, sin embargo, ha habido un gran apoyo a las SGR por parte de algunas entidades oficiales, como el Banco de Cr¨¦dito Industrial, la Caja Postal de Ahorros y el Instituto de la Peque?a y Mediana Industria (IMPI). Los grandes bancos, que, salvo excepciones de convenios concretos con algunas SGR, se mostraron reticentes y desconfiados hacia estos nuevos competidores en la intermediaci¨®n del dinero (extremo que se les ha reconocido, por ejemplo, en relaci¨®n con los bonos del Tesoro), se muestran ahora muy dispuestos a colaborar. Prefieren que las SGR se conviertan en instrumentos complementarios del sistema financiero y no en sus competidores. La elevada cifra de avales concedidos por las SGR (m¨¢s de 8.000 millones), la seriedad de su funcionamiento (han rechazado el 44% de las operaciones que se les han propuesto y s¨®lo han tenido un fallido, y lo est¨¢n cobrando), la gran dispersi¨®n del riesgo (cr¨¦ditos promedio de 4,5 millones y reaval del 30% de cada operaci¨®n por la sociedad de seguros Sogasa), han hecho reconsiderar su postura a los bancos.
A finales de a?o, representantes de unos cuarenta bancos se reunieron en la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca Privada con representantes de las SGR. Dos de los siete primeros bancos del pa¨ªs est¨¢n a punto de suscribir convenios con la Confederaci¨®n de SGR, y no ha habido grandes objeciones a un proyecto del IMPI que va a suponer un importante abaratamiento del cr¨¦dito para las pymes. Este proyecto, que hoy ser¨¢ anunciado por el ministro de Industria, Ignacio Bay¨®n, consiste en subvencionar con trescientos millones de pesetas los intereses de los cr¨¦ditos solicitados para inversiones por las pymes, con el objetivo concreto de rebajar tres puntos el coste del dinero en estas operaciones. La concesi¨®n se har¨¢ en funci¨®n de las condiciones del proyecto de inversi¨®n y de la empresa solicitante del cr¨¦dito, ya que no se trata de implantar una ayuda indiscriminada. La idea es conseguir un tope razonable en el coste del dinero para estas inversiones, inferior al tipo de inter¨¦s preferente, y, en principio, supone una important¨ªsima innovaci¨®n en las ayudas a las pymes.
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