Los socialistas, decididos a obtener la mayor¨ªa absoluta para evitar pactos pol¨ªticos 'inoportunos'
El Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE) emprende la carrera electoral andaluza desde la posici¨®n de favorito, aunque la inicia con la obsesi¨®n de conseguir la mayor¨ªa absoluta. Ante esto sus adversarios pol¨ªticos comentan que los socialistas tienen que ponerle velas a La Macarena para no convertirse en la "mayor¨ªa minoritaria". Despu¨¦s del 23 de mayo, la clase pol¨ªtica estar¨¢ pensando ya en las pr¨®ximas elecciones generales de 1983, y cualquier movimiento pol¨ªtico ser¨¢ utilizado durante la campa?a electoral. El PSOE es la ¨²nica fuerza pol¨ªtica que no tiene problemas para encontrar un l¨ªder regional con suficiente carisma entre el pueblo andaluz. Tienen a Rafael Escuredo, su m¨¢s firme valor en estos momentos, y una posible fuente de conflictos a medio plazo.El PSOE necesita no verse obligado a pactar para poder gobernar. Si lo hace con los comunistas, vuelve a resurgir el fantasma del frentepopulismo, imagen que no interesa a la pol¨ªtica de moderaci¨®n de que est¨¢ haciendo gala Felipe Gonz¨¢lez, mientras que la alianza con UCD tiene dif¨ªcil explicaci¨®n, porque "?C¨®mo se puede atacar a los centristas en la campa?a electoral al Parlamento de Madrid si se ha pactado con ellos en Andaluc¨ªa?", se preguntaba hace poco uno de los responsables de la campa?a. Con Manuel Clavero y Alianza Popular el entendimiento es impensable, y con el PSA, el principal enemigo del PSOE en estos comicios, no es aconsejable pol¨ªticamente, ya que ambos se disputan un electorado muy similar, aunque no tengan nada en com¨²n ideol¨®gicamente. En este contexto, lo m¨¢s probable es que gobiernen en solitario y busquen alianzas coyunturales entre varios interlocutores pol¨ªticos.
Un l¨ªder potencialmente conflictivo
Rafael Escuredo se ha convertido en el l¨ªder regional insustituible para los socialistas andaluces gracias a su identificaci¨®n con el nacionalismo, a veces contra la voluntad de su propio partido. La huelga de hambre que protagoniz¨® en v¨ªsperas del 28 de febrero, en se?al de protesta por la lentitud con que el Gobierno enviaba los fondos a Andaluc¨ªa para financiar la campa?a del refer¨¦ndum, termin¨® por consolidar su popularidad Hasta su principal "adversario", el senador Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, secretario general del PSOE andaluz, no escatima elogios hacia el candidato: "Rafael Escuredo" manifest¨®, " es quien mejor ha sabido conectar con nuestro pueblo".
Sin embargo, Escuredo, a quien ahora consideran los socialistas su valor m¨¢s Firme para ganar las pr¨®ximas elecciones, puede convertirse en el mayor conflicto que tenga este partido a medio plazo. Fuentes pr¨®ximas al actual presidente de la Junta, aseguran que Escuredo no se siente c¨®modo en el PSOE. En el 29 Congreso nacional, sali¨® derrotada, por amplia mayor¨ªa, su candidatura a secretario ejecutivo. Tampoco logr¨® que se incluyera su nombre entre los 151 miembros que componen el com¨ªt¨¦ federal, m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos. Las tensiones internas entre Escuredo y el aparato llegaron a su punto culminante el pasado verano, cuando este ¨²ltimo present¨® su dimisi¨®n firme, con el prop¨®sito de marcharse a su casa Fueron necesarias mil y una promesas por parte de Alfonso Guerra, en el sentido de que contar¨ªa con el apoyo del partido, para que Escuredo cambiara de idea.
Pol¨¦mica formaci¨®n del autogobierno
No obstante, lo ocurrido en el Congreso nacional no ha hecho sino abrir heridas que no estaban del todo cerradas. Y en el aparato del PSOE se teme que Escuredo adopte posiciones de fuerza en su propio partido cuando haya sido elegido presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, el 23 de mayo pr¨®ximo
Las ¨²ltimas discrepancias entre Escuredo y el aparato se produjeron en el reciente congreso regional que los socialistas celebraron en Granada, un congreso que, en teor¨ªa, termin¨® en tablas, pero todav¨ªa se preguntan los compromisarios el significado de la frase aprobada en los estatutos de la defensa de un "nacionalismo de clase". "En t¨¦rminos puramente marxistas, esta frase en s¨ª no tiene sentido", comentaba a este peri¨®dico uno de los principales dirigentes andaluces. "Pero Escuredo se empe?¨® en meter la dichosa palabrita nacionalismo y hubo que rizarle el rizo a Marx para conseguir que se aprobara".
Por lo dem¨¢s, Escuredo logr¨® ser incluido en el comit¨¦ nacional, aunque no por votaci¨®n, sino como miembro nato en su calidad de presidente de la Junta. Para conseguir que Escuredo no quedara fuera del ejecutivo -lo que no hubiera sido presentable en v¨ªsperas de las elecciones- hubo que modificar los estatutos. Asimismo, Escuredo logr¨® iricluir a un hombre suyo en este ¨®rgano directivo, Joaqu¨ªn Gal¨¢n, y consigui¨® plenos poderes para nom.brar a los consejeros del Gobierno aut¨®nomo, en el supuesto de que el PSOE gane las elecciones, con una salvedad que puede convertirse en un futuro pr¨®ximo en el detonante de un conflicto de consecuencias imprevisibles: el comit¨¦ ejecutivo regional tiene que ratificarlo, y cuenta con potestad para alterar los nombres o bien los cargos correspondientes.
En estos comicios, los socialistas van a tratar de hacer unas listas lo mas heterog¨¦neas posible, para evitar que se repita lo que ocurri¨® en las elecciones del 77. En aquella ocasi¨®n, el PSOE buscaba hombres del campo para inclu¨ªrlos en las candidaturas electorales. En Sevilla, s¨®lo encontraron a un campesino, experto en el cultivo de la remolacha, a lo que se hab¨ªa dedicado desde sus a?os mozos. Escuredo y el campesino se recorrieron toda la provincia dando mitines, y en todas partes el hombre disertaba sobre lo ¨²nico que conoc¨ªa a fondo, la remolacha.
En la zona arrocera del Guadalquivir, el auditorio, un tanto receloso ante la te¨®rica que estaba escuchando desde hac¨ªa m¨¢s de una hora, decidi¨® por fin increpar al conferenciante: "Pero bueno, compa?ero", exclam¨® uno de ellos, "y los problemas del arroz. ?Qu¨¦ pasa con eso?". El candidato socialista, en un alarde de ingenio salom¨®nico, respondi¨®: ?El arr¨®?, pue el arr¨® lo mismo que la remolacha. Que el Gobierno nos ti¨¦ explotaos a toos. Eso es lo que pasa". Todav¨ªa se comenta hoy la an¨¦cdota en Sevilla, y se cuenta que el campesino recibi¨® grandes aplausos. Ahora los socialistas buscan "cuadros" y aceptan de buen grado a los independientes que puedan suplir lagunas de profesionales o t¨¦cnicos.
Durante la campa?a electoral, en la que Felipe Gonz¨¢lez ocupar¨¢ un lugar preferente en los carteles, junto a Escuredo, van a intentar descalificar al PSA con el argumento de que "nosotros hemos defendido simpre a Andaluc¨ªa, mientras que ellos lo han hecho s¨®lo durante los ¨²ltimos meses, desde que fracas¨® su pacto con Mart¨ªn Villa", en palabras de Rodriguez de la Borbolla. De UCD van a resaltar "su incapacidad manifiesta en las tareas de gobieriio y les vamos a recordar aquella campa?a que hicieron de andaluz, este no es su refer¨¦ndum". De Luis Merino, el candidato centrista a la Junta, el secretario general del PSOE coment¨®: "?Y ¨¦se qui¨¦n es?, mientras los socialistas del Ayuntamiento de M¨¢laga se est¨¢n dedicando con enorme inter¨¦s a elaborar un informe en el que se narran presuntas irregularidades de Luis Merino mientras ocup¨® la alcald¨ªa malague?a.
El Partido Socialista Obrero Espa?ol cuenta en la actualidad en Andaluc¨ªa con 274 alcaldes, 2.726 concejales y 24.843 militantes. De los 118 diputados que integran el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, veintitr¨¦s fueron elegidos en las ocho provincias.
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