Una sociedad an¨®nima espa?ola ya predice con computadoras el rendimiento del atleta
Benito Castej¨®n cuando era director del Consejo Superior de Deportes intent¨® poner en marcha el Centro de Investigaci¨®n Cient¨ªfica del Rendimiento Humano y Deportivo, similar a los que ya funcionan en Leipzig, Colonia, Los Angeles o Indiana. En ellos, con laboratorios, procedimientos biom¨¦dicos y computadoras determinan el m¨¢ximo rendimiento del deportista, sus errores, la forma de corregirlos, y detectan a los plusmarquistas mundiales del futuro. Estos sistemas han sido utilizados por Bob Beamon, Connors, Beckenbauer, Mark Spitz, Mac Wilkins y Jack Nicklaus, entre otros.
El cese de Castej¨®n dio al traste con el proyecto, cuando ya se estaban tirando las paredes de una planta del INEFF para instalar all¨ª el centro. Hoy, sus mismos promotores han formado una sociedad an¨®nima que ofrece sus servicios a federaciones y clubes. El presidente de uno de los clubes m¨¢s importantes de la primera divisi¨®n de f¨²tbol acept¨® el proyecto, ofreci¨® sus instalaciones y hasta la utilizaci¨®n del escudo de la entidad; pero el cuadro m¨¦dico del club lo desaconsej¨®, "porque el sistema vale para los alemanes y americanos, pero no para los espa?oles. A mis jugadores", dijo un m¨¦dico del club, "les va bien con espinacas".El sistema ya es viejo en los pa¨ªses avanzados. Comenz¨® la RDA con su centro de Leipzig, de donde han salido las mejores nadadoras del mundo. Estados Unidos, con sus centros de Indiana y Los Angeles, y la RFA, con el centro de Colonia, les imitaron. Los primeros frutos se vieron en los Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal. En Espa?a, s¨®lo Benito Castej¨®n se atrevi¨® a crear el centro, a¨²n sabiendo que ser¨ªa cesado - pero no tan pronto como para impedir su realizaci¨®n-. Desde entonces, 1980, el Centro Superior de Deportes, las federaciones, y los clubes han derrochado el dinero invirtiendo en la preparaci¨®n de deportistas que jam¨¢s alcanzar¨¢n un prestigio mundial, que es para lo que invierten. Los centros de investigaci¨®n lo predicen. cient¨ªficamente.
Eliminado el azar
La forma de la predicci¨®n es el an¨¢lisis biomec¨¢nico computarizado (ABC), que elimina el azar y la limitaci¨®n del ojo humano. Las c¨¢maras de alta velocidad determinaron que los caballos de carreras en alg¨²n momento tienen las cuatro patas en el aire. El hombre no lo hab¨ªa podido resolver. La filmaci¨®n con c¨¢maras de alta velocidad permite observar la coordinaci¨®n y ejecuci¨®n de las fuerzas del atleta, y, por tanto, sus acciones defectuosas. La pel¨ªcula es analizada por los ordenadores, dispuestos previamente por t¨¦cnicos en inform¨¢tica. El ordenador hace de ojo humano, pero sin que se le escape detalle alguno. As¨ª captan el movimiento del atleta, del futbolista, o de cualquier deportista en acci¨®n. Observado el individuo, la m¨¢quina se?ala los fallos, sugiere los m¨¦todos de correci¨®n y la mejora que alcanzar¨¢ aplic¨¢ndolos. Tambi¨¦n permite la comparaci¨®n con un modelo idealizado, por ejemplo Bob Beamon.Bob Beamon salt¨® en longitud 8,90 metros; nadie, ni ¨¦l ni su entrenador lo saben explicar, jam¨¢s se hab¨ªa acercado a esa distancia y no volvi¨® a hacerlo. Los ordenadores estudiaron el incre¨ªble r¨¦cord y encontraron la causa, que contradec¨ªa todas las teor¨ªas: su ¨¦xito no estuvo en la pierna de apoyo, sino en la libre.
Hasta entonces, los saltadores de longitud fortalec¨ªan los m¨²sculos de sus piernas, para batir con la mayor fuerza posible. La computadora detect¨® que la mayor parte del impulso depende de la pierna libre, debido a que esta y el resto del cuerpo tiran de la pierna base hacia delante. La pierna base ni salta ni empuja. De la pierna libre de Beamon -y de todos- depende la altura y la longitud y, por tanto, es la que hay que entrenar.
En 1975, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico de los Estados Unidos reuni¨® a los 12 mejores lanzadores de disco, para someterles a este examen. El sistema proporcion¨® a cada atleta unos 50 folios de informaci¨®n, despu¨¦s de haber filmado sus lanzamientos. El ordenador detect¨® en uno de los lanzadores, Mac Wilkins, que su pierna delantera absorb¨ªa demasiada energ¨ªa, restando fuerza al disco. Hab¨ªa que frenar la base, las piernas y, el tronco, para que los miembros superiores generaran la m¨¢xima velocidad. Wilkins giraba m¨¢s r¨¢pido que los dem¨¢s, pero dispersaba la fuerza Las coniputadoras calcularon esta correci¨®n y dictarninaron que Wil kins podr¨ªa aumentar sus 66,43 metros, que lanzaba entonces, hasta 75,83. Wilkins aplic¨® las modificaciones y a los pocos meses obtuvo el r¨¦cord mundial con 70,33 y la medalla de oro en los Juegos de Montreal.
El mismo procedimiento de aceleraci¨®n y desaceieraci¨®n es apli cable a jugadores de b¨¦isbol y balonmano.
Por este procedimiento, a Connors le hicieron un duplicado de Nastase. El tenista norteamericano era derrotado sistem¨¢ticamen te por el rumano. Se filmaron varios partidos de Nastase. Los datos proporcionados por la pel¨ªcula fueron absorbidos por la computadora, que dise?¨® un ca?¨®n que lanzaba las pelotas con la misma intermitencia, la misma velocidad, cadencia y efecto que la mu?eca de Nastase. A los seis meses, Connors no ten¨ªa dificultades para ganar al rumano.
El sistema es ya aplicado a equipos. La m¨¢quina determina la t¨¢ctica m¨¢s adecuada para vencer al contrario; y las costumbres, virtudes, y defectos de cada uno de los componentes del conjunto, las fases de mejor y peor juego, los momentos de cansancio de los jugadores y su reacci¨®n.
Pero tambi¨¦n existen modelos de deportistas y de equipos. En este caso, el ordenador encuentra y cuantifica la genialidad de un Franz Beckenbauer, el poder¨ªo de Mark Spitz, o la colocaci¨®n de los pies del golfista Jack Nicklaus. Estos n¨²meros 1 saben intuitivamente que poseen unas virtudes, pero no pueden explicarlo. El ordenador lo hace, y as¨ª establece unos par¨¢metros objetivos, los del plusmarquista.
De aqu¨ª a la utilizaci¨®n de los ordernadores como jueces objetivos de la competici¨®n gimn¨¢stica hay poco camino, de hecho est¨¢ en estudio. El p¨²blico deber¨¢ insultar al ordenador cuando consideren que la Comaneci de turno mereci¨® una puntuaci¨®n mayor.
Detectar ni?os precoces
El an¨¢lisis biomec¨¢nico computarizado tiene otras aplicaciones. Por ejemplo, calibrar cient¨ªficamente la rentabilidad de un fichaje o detectar valores precoces. De todo nuevo fichaje futbol¨ªstico se puede determinar su salud, vida deportiva, lesiones pasadas y futuras, estado psicol¨®gico. Es decir, determinar, eliminando el capricho del intermediario, y tambi¨¦n las leyes de la olerta y de la demanda, si por un futbolista hay que pagar 20 o 50 millones, porque ese jugador va a estar en forma dos a?os o porque va a lesionarse. Adem¨¢s controla permanentemente su rendimiento y evoluci¨®n.Tambi¨¦n los clubes y las federaciones gastan muchos millones en operaciones de detecci¨®n de valores precoces. Desde hace a?os en estos centros de Am¨¦rica y Europa se analizan ni?os, su constituci¨®n f¨ªsica y, seg¨²n ella, ya se les orienta a un deporte. En Alemania Oriental, la familia de la futura campeona de nataci¨®n vive junto a ella, en la ciudad que sea, asegur¨¢ndoles el trabajo y la residencia.
En Espa?a se ha copiado lo m¨¢s sencillo, el aspecto econ¨®mico, la beca o el peque?o salario, para que entrene con menos apuros, dependiendo el rendimiento de la capacidad del entrenador, que tambi¨¦n trabaja en solitario, sin un equipo cient¨ªfico que le respalde.
De la biopsia a la Kinantropometr¨ªa
Sin embargo, este sistema, ya casi viejo en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados deportivamente y que en Espa?a parece de ciencia-ficci¨®n, es m¨¢s complicado que una simple filmaci¨®n y una calculadora. Esto, es casi el final; el comienzo es as¨ª: en primer lugar se comprueba manualmente el tono muscular, con lo que ya se elimina una serie de incertidumbres, y que puede descalificar un porcentaje de deportistas de alta competici¨®n. A continuaci¨®n se toma una biopsia muscular del atleta, y que es indolora. Ya a partir de aqu¨ª, los laboratorios analizan las fibras musculares (si abundan las de color blanco el atleta podr¨ªa ser un velocista, si las rojas, un fondista o un centrocampista); determinan la relaci¨®n entre las propiedades qu¨ªmicas y mec¨¢nicas de las fibras y, consecuentemente, su exacto rendimiento deportivo con el entrenamiento adecuado.Con un estudio bioqu¨ªmico del metabolismo se obtiene un medio informativo y de control. Luego sigue el estudio del comportamiento i¨®nico. Los datos se extrapolan, mediante ordenador, a la actividad deportiva que m¨¢s se adapta a sus caracter¨ªsticas. Comienza as¨ª el entrenamiento isokin¨¦tico con el fin de variar la fibra muscular que se desee, y la movilidad y flexibilidad de las articulaciones.
El hasta ahora proceso biomec¨¢nico es analizado por la computadora. La actuaci¨®n del atleta es filmada y su imagen digitalizada, es decir, convertida en una silueta con los puntos fundamentales de su movimiento. La computadora descompone la actuaci¨®n del atleta y encuentra en la siluetas los movimientos err¨®neos que impiden una mejor marca, un disparo correcto. Ejercicios y pruebas practicados para los astronautas de la NASA se aplican ya para los deportistas. No hay raz¨®n para no hacerlo as¨ª, sobre todo cuando una medalla de oro proporciona prestigio al pa¨ªs representado y a su Gobierno.
Los promotores del centro, desahuciada la ayuda del Consejo Superior de Deportes, han calculado los ingresos anuales por trabajar con entidades privadas o federaciones en unos 500 millones de pesetas, en una primera fase; y valorado la hora de consulta en unas 7.000 pesetas, que dicen baja para el nivel cient¨ªfico que poseen y lo que cobran en otros trabajos m¨¦dicos. Por ahora trabajan en otras facetas m¨¢s lucrativas, como la homologaci¨®n de material deportivo. Una firma comercial utiliza los razonamientos cient¨ªficos de los ordenadores para lanzar publicitariamente zapatillas.
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