S¨®lo quedan tres abogados por intervenir en la fase de petici¨®n de lectura de folios del sumario
Al t¨¦rmino de la sesi¨®n de la tarde de ayer de la vista contra los 23 procesados por el intento de golpe del 23 de febrero, ¨²nicamente quedan tres abogados por intervenir en la fase de petici¨®n de lectura de folios del sumario. Dicha sesi¨®n se dedic¨®, al igual que sucediera por la manana, a la lectura de una serie de declaraciones referidas a la participaci¨®n de capitanes procesados en el asalto al Congreso de los Diputados.
Iniciada la sesi¨®n, el abogado Pedro Li?¨¢n Lechuga, defensor del capit¨¢n Ignacio Rom¨¢n, pidi¨® se leyera la declaraci¨®n del capit¨¢n de la Guardia Civil Jos¨¦ Piris, quien afirma que entre las 15.15 y las 17.30 horas del 23-F, vi¨® al tambi¨¦n capit¨¢n Ignacio Rom¨¢n impartiendo su clase diaria en la Academia de Tr¨¢fico, y volvi¨® a verle otra vez cuando ya hab¨ªa sido arrestado. Indica que no le hizo ning¨²n comentario sobre su participaci¨®n en el asalto al Congreso. No observ¨® s¨ªntomas de nerviosismo en el procesado.Casi id¨¦nticos detalles sobre la actuaci¨®n de Ignacio Rom¨¢n proporcionan las declaraci¨®nes de los capitanes de la Guardia Civil Amador Camacho y Jos¨¦ Garc¨ªa Diana, y un informe de la Academia de Tr¨¢fico, que ley¨® el relator a peticici¨®n del abogado Pedro Li?¨¢n Lechuga. El mismo solicit¨® se leyera tambi¨¦n parte del auto de procesamiento de su defendido, en el que se afirma que dicho oficial, tras concluir sus clases de la tarde el d¨ªa 23 de febrero, vi¨® un movimiento anormal de fuerzas en el patio del parque y se subi¨® a uno de los autobuses que despu¨¦s se trasladaron al Congreso. Se se?ala tambi¨¦n en el auto que cuando el procesado se encontraba formando parte del cord¨®n de seguridad en torno al Congreso, el general Aramburu Topete le pregunt¨® qui¨¦n era el jefe que le mandaba, y al no responderle, le arrest¨®.
Declaraciones de Alcal¨¢ Galiano
El abogado de Ignacio Rom¨¢n pidi¨® se leyeran las respuestas que di¨® el entonces jefe de la primera circunscripci¨®n de la Polic¨ªa Nacional, coronel Alcal¨¢ Galiano, a una serie de preguntas que se le hicieron a instancias de dicho letrado. De acuerdo con las mismas Alcal¨¢ Galiano entr¨®, sin impedimentos al Congreso en la tarde del 23-F. Como desconociera qui¨¦n era el jefe de los asaltantes, llam¨® desde all¨ª al teniente general Gabeiras, qui¨¦n le orden¨® que tratara de convencer a las fuerzas ocupantes para que depusieran su actitud. En ese momento, el mismo defensor pidi¨® constaran en acta, aunque ya hubieran sido leidas, las declaraciones del teniente: coronel Beguenas y de Aramburu Topete, Fern¨¢ndez Dopico, Manuel Ballesteros, el coronel Alcal¨¢ Galiano y del general de la Guardia Civil, en situaci¨®n especial, Manuel Prieto.
El presidente del tribunal dio luego la palabra al abogado Antonio G¨®mez P¨¦rez, defensor del capit¨¢n de infanter¨ªa Jos¨¦ Pascual G¨¢lvez, quien pidi¨® se leyera un escrito suyo, por el que se promov¨ªa ante el Consejo Supremo de Justicia Militar incidente de nulidad de lo actuado por el juez especial de la causa, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Escudero. El presidente del tribunal le neg¨® lo solicitado por no considerarlo una prueba. El abogado hizo constar p¨²blicamente su protesta, a la que se sumaron la mayor¨ªa de los defensores.
Intervenci¨®n del abogado Mu?oz Perea
El abogado Mu?oz Perea, defensor de Pascual G¨¢lvez, solicit¨® la lectura de algunos p¨¢rrafos de sus conclusiones provisionales, en los que se indicaba que sobre las doce de la noche del 23 de febrero el comandante Pardo Zancada indic¨® al capit¨¢n Pascual G¨¢lvez que iba a salir con una columna de la Polic¨ªa Militar hacia el Congreso de los Diputados, porque le pesaba que la Guardia Civil se hubiera quedado sola en dicho edificio. Pascual G¨¢lvez accedi¨® a acompa?arle, para lo cual acudi¨® a su despacho del Estado Mayor de la Brunete para cambiar de uniforme. En los momentos en que Pardo Zancada mand¨® al capit¨¢n Pascual G¨¢lvez que ordenara la columna de la Polic¨ªa Militar se hallaba presente el coronel San Mart¨ªn. Las conclusiones provisionales de Mu?oz Perea rese?an que a las 4.30 horas del 24 de febrero, el coronel San Mart¨ªn entreg¨® al comandante Pardo Zancada un escrito que supuestamente hab¨ªa autorizado la Zarzuela y en el que se ped¨ªa que los asaltantes depusieran su actitud.
El Consejo Supremo de Justicia Militar no acept¨® las peticiones que realiz¨® el abogado de Pascual G¨¢lvez para que se leyeran algunas diligencias de pruebas que hab¨ªa solicitado.
"Vamos a hacer bulto"
Posteriormente, y a petici¨®n del letrado Julio Ortiz, fue le¨ªda la declaraci¨®n del guardia civil Marcial Gonz¨¢lez Molina, prestada el 25 de febrero de 1981, en la que el oficial, que particip¨® en el asalto al Congreso de los Diputados, manifest¨® que esa noche, estando en el bar de la Academia de Tr¨¢fico, le llam¨® su jefe de clase y cuando subi¨® a las dependencias en que se hallaba su superior ya se estaban repartiendo armas largas y municiones entre varios guardias. Al hacerles constar que las municiones no se correspond¨ªan con las armas le respondieron que eso no ten¨ªa importancia porque ellos iban "a hacer bulto".
El guardia civil Gonz¨¢lez Molina manifest¨® que en el autob¨²s en que viajaban hacia el Congreso, el capit¨¢n que les mandaba les dijo que iban al Palacio de las Cortes y oy¨® a Tejero decir que iban a realizar una misi¨®n a las ¨®rdenes del Rey.
El relator ley¨® despu¨¦s la declaraci¨®n del teniente coronel de la Guardia Civil C¨¢ndido Blanco Hern¨¢ndez, perteneciente al parque de automovilismo el 23 de febrero, donde se se?alaba que sobre la una de la tarde de ese d¨ªa recibi¨® orden de formar la compa?¨ªa para las cuatro de la tarde para una revista de armas. A esa hora pasaron la revista ¨¦l y el capit¨¢n, y en un momento determinado ¨¦ste se ausent¨® y regres¨® con el coronel Manchado. Seg¨²n el testimonio del teniente, Manchado se dirigi¨® a los guardias civiles con palabras casi imperceptibles, pero se pudo o¨ªr como indicaba que hab¨ªa que prestar un servicio a Espa?a. El coronel Manchado se dirigi¨® a los guardias civiles pidiendo voluntarios, a lo que se prestaron todos.
El presidente del Congreso, amenazado con una pistola
Posteriormente fue le¨ªda la declaraci¨®n prestada por el diputado de Uni¨®n Nacional, Blas Pi?ar, quien indicaba que el comportamiento de la fuerza que ocup¨® el Congreso fue caballeroso y cort¨¦s en todo momento, llegando los guardias civiles incluso a atender a los diputados.
Tambi¨¦n fue le¨ªda la declaraci¨®n del diputado de UCD Jos¨¦ Luis Ruiz Navarro, quien manifest¨® que se lleg¨® a amenazar con una pistola puesta en la sien al presidente del Congreso, Landelino Lavilla.
Tambi¨¦n fue le¨ªdo un informe del juez instructor sobre las condiciones de la rendici¨®n. En este informe se dec¨ªa que el comandante Pardo Zancada tuvo dudas de si el general Armada estaba debidamente autorizado para firmar las condiciones de la capitulaci¨®n, por cuanto sab¨ªa que el citado general hab¨ªa preparado toda la operaci¨®n.
Sin embargo, Pardo Zancada acept¨® a Armada como intermediario, dado que hab¨ªa invocado a la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEN) para negociar la rendici¨®n. Tambi¨¦n se indic¨® que las condiciones fueron aceptadas por el Rey, la JUJEN, las m¨¢s altas autoridades del Estado y el gobierno provisional.
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