Proyecto de Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos para las cajas rurales
El Banco de Espa?a proyecta crear un Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos para las cooperativas de cr¨¦dito, cuyos 450.000 millones de pesetas en recursos ajenos, captados en su mayor¨ªa por las cajas rurales, suponen un 3,5% del sistema financiero. El asunto replantea los intentos de control de dichas entidades, emparentadas con el franquismo y que ejercen gran influencia en el campo, a trav¨¦s del dominio de las cooperativas agrarias.Seg¨²n medios financieros, el proyecto de Fondo es similar a los puestos en marcha a partir de 1977 para la banca y las cajas de ahorro. Adem¨¢s de garantizar los dep¨®sitos hasta 1.500.000 pesetas por cuenta, tendr¨ªa facultades para sanear las entidades en crisis y conducir su venta. La financiaci¨®n estar¨ªa a cargo del Banco de Espa?a y de las cooperativas, que aportar¨ªan el 1 por 1.000 de sus recursos ajenos.
En principio, el decreto creador del nuevo Fondo iba a ser aprobado ayer por el Consejo de Ministros.
Sin embargo, a ¨²ltima hora se decidi¨® formalizar una ronda de consultas, que puede encontrarse con dificultades. Algunos de los afectados ven en el intento una prolongaci¨®n de los prop¨®sitos de control del exvicepresidente econ¨®mico Fernando Abril Martorell, sellados en 1979 con un fracaso. El proyecto fue concretado en las ¨²ltimas semanas, a la vista de las crisis sufridas por diversas cajas rurales. Tras los esc¨¢ndalos conocidos en la de Santander, la Guardia Civil tuvo que disolver una asamblea de la Caja Rural La Prosperidad, de Monc¨®far (Castell¨®n), y recientemente ha suspendido pagos la Caja de Cr¨¦dito Mutual de Barcelona.
La autoridad monetaria empez¨® a temer que se multiplicaran las crisis. Ciertamente, el terreno est¨¢ abonado. El coste de los recursos es bajo y su captaci¨®n crece en torno al 30%, (casi el doble en cajas de ahorro y bancos), pero las entidades financian cooperativas agr¨ªcolas escasamente capitalizadas y en muchas ocasiones han concedido cr¨¦ditos a otros negocios.
El imperio Sol¨ªs
Los ¨®rganos de control han sido impermeables a la realidad social y han seguido en manos de personalidades de] antiguo r¨¦gimen. En 1978 empezaron a rendir cuentas al Banco de Espa?a y algunos de sus ¨®rganos rectores no han podido impedir ser penetrados por cierto pluralismo de los cooperativistas, aunque en general las cajas rurales se han resistido a las pretensiones de los sindicatos de agricultores.El t¨¢ndem Domingo Sol¨ªs-Francisco de la Caballer¨ªa, respectivos presidentes de la Caja Rural Nacional y de la Federaci¨®n Espa?ola de Cooperativas, consigui¨® frenar en 1979 las elecciones inmediatas previstas por el decreto que promovi¨® Abril Martorell, con el respaldo casi absoluto de otros presidentes y alejando perjuicios irreparables ante el Tribunal Supremo. No hubo "limpia de franquistas", como alguien denomin¨® a la operaci¨®n desde el Ministerio de Econom¨ªa, aunque t¨¦cnicamente las cooperativas de cr¨¦dito quedaron equiparadas al resto de los intermediarios financieros.
Actualmente, del centenar y medio de cooperativas de cr¨¦dito, una treintena tienen car¨¢cter industrial, profesional o laboral. La m¨¢s importante entre todas es la Caja Laboral de Mondrag¨®n, con dep¨®sitos superiores a los 52.000 millones de pesetas. Las restantes, cooperativas de cr¨¦dito agr¨ªcolas o cajas rurales, est¨¢n aglutinadas en torno a dos grupos: el consorcio, mayoritario, y la Central de Cajas, que supone un 15% aproximado del sector.
Domingo Sol¨ªs, ilocalizable para este peri¨®dico, est¨¢ al frente del Consorcio de Cajas Rurales y de la Caja Rural Nacional, por su representaci¨®n de la de Jaen, que controla la UTECO provincial y la cooperativa olivarera COSUR. Este grupo es el m¨¢s organizado, pues dispone incluso de un sistema de compensaci¨®n de liquidez entre los miembros. El otro est¨¢ presidido por Salvador Ibarra Franc¨¦s.
De las crisis conocidas hasta ahora, el consorcio acudi¨® en enero pasado en ayuda de la Caja Rural de Santander, que ten¨ªa cerca de 3.000 millones de dep¨®sitos. La Caja de Cr¨¦dito Mutual, con casi 2.000 millones, no ha corrido igual suerte; hubo un intento de absorci¨®n de la Caja de Ahorros de Catalu?a (CAC), vinculada a la Diputaci¨®n de Barcelona, pero las cajas de ahorro de Baleares se han opuesto a recibir por esta v¨ªa la competencia de la segunda caja catalana, siendo respaldadas por la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros.
El Ministerio de Econom¨ªa, que deb¨ªa autorizar esta operaci¨®n, no la ha consentido hasta el momento, aunque parece que cuenta con el respaldo de la propia Generalidad de Catalu?a.
Opina la Administraci¨®n que ser¨ªa una soluci¨®n at¨ªpica, pues romper¨ªa para un caso particular la normativa de 20 de diciembre de 1979 sobre expansi¨®n de las cajas. Se ha planteado, en suma, la misma situaci¨®n que con Fidecaya, por cuyos restos se interes¨® la propia Caja de Ahorros de Catalu?a desde un principio, y luego La Caixa, siempre y cuando se les autorizara a adquirir tambi¨¦n toda o parte de la red de oficinas.
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