Desempleo y mercado clandestino de trabajo
Recientemente se han dado a conocer las cifras del desempleo de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), realizada por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Son casi dos millones de personas las que, oficialmente, figuraban como paradas a finales del a?o pasado. Este hecho, de cuya gravedad nadie duda, se intenta analizar aqu¨ª desde una ¨®ptica diferente a la habitual, es decir, como elemento constitutivo de una potencial oferta de mano de obra para el mercado paralelo de trabajo, inmerso en lo que se ha denominado econom¨ªa oculta o subterr¨¢nea.
Si no fuera tan restrictivo el criterio aplicado en la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) para definir el desempleo, posiblemente, tal como se ha puesto de manifiesto en repetidas ocasiones, la cifra oficial de parados rebasar¨ªa con amplitud los dos millones. Tanto del volumen del desempleo, sea uno u otro el que se considere, como de la estructura interna (el 55% de los parados son j¨®venes menores de veinticuatro a?os y en m¨¢s de 350.000 familias no trabaja ninguno de sus miembros), cabr¨ªa esperar una situaci¨®n altamente conflictiva. Si esto no ocurre, al menos de forma generalizada, no cabe atribuirlo tanto a las prestaciones econ¨®micas por desempleo (que en total s¨®lo afectan al 45% de los parados contemplados en la EPA) como al creciente desarrollo de la contrataci¨®n al margen de la normativa legal en el sector oculto de la econom¨ªa, gener¨¢ndose as¨ª empleos que quedan fuera del campo de observaci¨®n de las estad¨ªsticas oficiales.La existencia de trabajo clandestino en Espa?a tiene ya una larga tradici¨®n; sin embargo, a partir de la actual crisis econ¨®mica y coincidiendo con el fuerte crecimiento de las cifras de desempleo, se est¨¢ apreciando un acelerado avance de los mercados paralelos de trabajo.
La contrataci¨®n de mano de obra al margen de la legalidad vigente est¨¢ experimentando un fuerte ascenso en los ¨²ltimos a?os. Desde el punto de vista del empresario, existe un conjunto de motivaciones que pueden convertir en atractivo el paso de la esfera oficial de la econom¨ªa a situaciones de ilegalidad manifiesta. Sus razones est¨¢n relacionadas con el coste creciente que implica el mantenerse dentro de las instituciones y normas que regulan el mercado oficial de trabajo. As¨ª, se ha de soportar la presi¨®n en ascenso de los pagos a la Seguridad Social, que, dado el sistema de cotizaci¨®n existente, es m¨¢s gravosa para las empresas m¨¢s intensivas en factor trabajo. La negociaci¨®n colectiva introduce costes adicionales (Seguridad Soc¨ªal complementaria o ventajas sociales, etc¨¦tera) y rigidez en la organizaci¨®n del trabajo. En este mismo sentido se interpretar¨ªa la acci¨®n de los sindicatos en las empresas. La legislaci¨®n sobre despidos dificulta la posibilidad de flexibilizar plantillas, en respuesta a una situaci¨®n recesiva de la demanda de bienes y servicios y, por tanto, con capacidad infrautilizada en las empresas. A todo ello habr¨ªa que a?adir el fraude fiscal que todas estas situaciones conllevan.
En suma, para algunos empresarios, las ventajas comparativas que obtienen de su ocultaci¨®n frente a los organismos oficiales compensan el riesgo de ser descubiertos por las inspecciones de Hacienda o de la Seguridad Social.
En las empresas que utilizan trabajo no declarado se puede extraer un conjunto de caracter¨ªsticas comunes que explican sus mayores posibilidades para mantenerse en el sector oculto del sistema econ¨®mico: 1. Son poco intensivas en capital. 2. Cuentan con procesos productivos susceptibles de descentralizaci¨®n y de gran movilidad f¨ªsica. 3. Utilizan tecnolog¨ªas ligeras y en ocasiones muy especializadas y de uso individual. 4. En el sector industrial dan ocupaci¨®n a mano de obra bastante especializada. 5. Generalmente, son de tama?o reducido. 6. Proliferan en el sector servicios; y, por ¨²ltimo, 7. Organizan el trabajo de m¨²ltiples formas, poco convencionales: a domicilio, a contrato, a destajo, etc¨¦tera.
Frente a esta demanda de trabajo en el mercado paralelo se constituye una oferta abundante, constituida no s¨®lo por los trabajadores oficialmente considerados como desempleados.
Se puede intentar estimar de forma aproximada el volumen de personas que estar¨ªan dispuestas a emplearse en un trabajo no declarado o, dicho de otro modo, la oferta potencial para el mercado de trabajo paralelo. Hay una serie de supuestos que justifican el posible inter¨¦s de los colectivos, considerados como componentes de esa oferta potencial, para incorporarse al mercado paralelo. Para unos, por la imposibilidad por imperativos legales de acceder a un empleo en el mercado regular u oficial (parados con subsidio o jubilados); para otros, las especiales caracter¨ªsticas de su condici¨®n principal (amas de casa, estudiantes, pluriempleados) les permite mejor adaptaci¨®n a las condiciones m¨¢s flexibles del trabajo no declarado (a domicilio, por horas, etc¨¦tera). Pero adem¨¢s hay que tener en cuenta que, en una proporci¨®n importante de casos, se cuenta con cierta cobertura de prestaciones sociales (al menos, las sanitarias) por distintas v¨ªas (mujeres casadas, parados con subsidio, jubilados, estudiantes); t¨¦ngase en cuenta que el 83% de la poblaci¨®n espa?ola est¨¢ cubierta por la asistencia sanitaria de la Seguridad Social.
Estas razones ayudan a explicar a existencia de personas dispuestas a emplearse en trabajos no declarados. Para algunas familias puede ser la ¨²nica fuente de ingresos; para otras, complementarios. Pero, en ¨²ltima instancia, lo que determina el acceso a este mercado paralelo es la ausencia de expectativas de empleos, en el mercado regular, adecuadas a las particulares caracter¨ªsticas de cada colectivo ofertante de trabajo.
La oferta potencial
A partir de la informaci¨®n estad¨ªstica disponible se ha estimado, en base a diversos supuestos, el volumen de oferta, el potencial de mano de obra susceptible de emplearse en el mercado paralelo de trabajo. Se han analizado dos estimaciones diferentes, apoyadas en fuentes distintas. Una primera, con car¨¢cter de m¨ªnima, tiene en cuenta aquellos colectivos que posiblemente ya trabajan en el mercado paralelo (activos marg¨ªnales, menores de diecis¨¦is a?os, pluriempleados y parados) o que estar¨ªan dispuestos a hacerlo de modo inmediato en cuanto se les presente una oportunidad (los denominados desanimados). Para los parados con subsidio se han tenido en cuenta adem¨¢s dos hip¨®tesis alternativas: una considera que s¨®lo el 3,41% de ¨¦stos trabaja, es decir, comete fraude (seg¨²n estimaciones de los servicios de inspecci¨®n del INEM) (hip¨®tesis A en el cuadro). Y otra supone que el 30% de los que se declaran parados, subsidiados o no, realizan alg¨²n tipo de trabajo (seg¨²n diversas estimaciones privadas coincidentes). Tras este c¨¢lculo, elaborado conestad¨ªsticas de la EPA, se concluye que entre el 9,6% y el 11,3%de la poblaci¨®n activa constituyen la oferta m¨ªnima de trabajo en el mercado paralelo. El dato obtenido es muy similar al que se ha estimado en Italia por un organismo oficial (ISTAT) para el mismo concepto, pero con metodolog¨ªa diferente.
En segundo lugar, se ha procedido a calcular con criterios m¨¢s amplios recogiendo a los subempleados en el sector oficial y los que ya trabajan o se puede presuponer que estar¨ªan dispuestos a hacerlo en el mercado paralelo una cifra de oferta potencial de trabajo no declarado. Operando de este modo, y en base a una encuesta realizada por la Fundaci¨®n FIES, se obtiene que para el cuarto trimestre de 1979 el volumen de dicha oferta potencial es superior a la cuarta parte de la poblaci¨®n activa que refleja la EPA (?v¨¦ase cuadro adjunto). Tambi¨¦n aqu¨ª el resultado de la estimaci¨®n se aproxima al obtenido en Italia por la citada instituci¨®n para el mismo concepto y con m¨¦todos distintos (25,7% de la poblaci¨®n activa).
Lo expuesto aqu¨ª no pretende ser m¨¢s que un c¨¢lculo aproximado de un fen¨®meno en expansi¨®n, no s¨®lo en la econom¨ªa espa?ola, y enraizado en la presente crisis econ¨®mica. Mientras subsisten las causas que se han se?alado como motivaciones para la existencia de importantes vol¨²menes de demanda y oferta de trabajo en el mercado paralelo, la econom¨ªa subterr¨¢nea seguir¨¢ un curso ascendente.
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