Una playa en el Sina¨ª para los 'boinas verdes' de la Fuerza Internacional de Observaci¨®n
Si no fuera por el traje de campa?a, la botella de cola -in inscripciones hebreas- en la mano y los ejemplares gratuitos del Daily American, ser¨ªa dif¨ªcil distinguir a los paracaidistas de la 82? Divisi¨®n de Intervenci¨®n R¨¢pida de Estados Unidos de los turistas que, hasta hace s¨®lo una semana, acampaban en la playa de Ras Mohamed, a pocos kil¨®metros al sur de Sharm el Sheikh.
Los israel¨ªes han hecho un regalo inesperado a los boinas verdes de la Fuerza Internacional de Observaci¨®n (FMO): el edificio principal del complejo balneario (edificado por Tel Aviv), los dos restaurantes que, frente a la entrada, proclaman "el mejor pescado de todo el mar Rojo" y hasta los parasoles y hamacas que inundan la playa, de arena blanca, siguen en pie. S¨®lo algunos de los chal¨¦s colindantes con la playa han sido arrasados, as¨ª como el resto de las instalaciones. La FMO dispone de seis helic¨®pteros, pintados de blanco, estacionados en la antigua base a¨¦rea de Sharm el Sheikh, y m¨¢s de un centenar de veh¨ªculos ligeros, al volante de los cuales es posible ver a los j¨®venes militares norteamericanos degustando un helado, llegado, al igual que el resto de los suministros, de Estados Unidos, por avi¨®n especial.En Sharm el Sheikh, los norteamericanos intentan entenderse con algunos marinos italianos pertenecientes a la dotaci¨®n de los tres dragaminas, con base en esta localidad, encargados de controlar el estrecho de Tir¨¢n y la navegaci¨®n en el golfo de Akaba.
Los italianos erran como alma en pena por el puerto y fotograf¨ªan cualquier resto que atestig¨¹e de la presencia de Israel. "Son las ¨²nicas fotos interesantes", afirman.
El antiguo hostal de J¨®venes, construido por Israel, sigue en pie en Sharm en Sheikh, y ha sido habilitado como centro de Prensa provisional y albergue para los primeros t¨¦cnicos egipcios llegados a esta localidad del extremo sur del Sina¨ª. A la entrada del mismo, un cartel en hebreo, ingl¨¦s y franc¨¦s proclama que el hostal est¨¢ abierto "a todos los j¨®venes, sin distinci¨®n de raza, nacionalidad o religi¨®n... ".
Otro cartel advierte que est¨¢ prohibido extraer el coral, que constituye una de las m¨¢s conocidas riquezas marinas de la regi¨®n, Las habitaciones del hostal aparecen llenas con posters en hebreo.
La visita de los enviados de la Prensa extranjera a Sharm s¨®lo ha durado cuatro horas, durante las cuales pocas han sido las ocasiones de hablar con los raros beduinos que siguen viviendo en la localidad abandonada por Israel. Desde los dos aviones H¨¦rcules C-130 de las fuerzas a¨¦reas egipcias que emprenden vuelo de regreso a El Cairo, los periodistas sienten la impresi¨®n de haber visitado una ciudad que languidece, m¨¢s que una localidad destinada a revivir.. .
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