La batalla decisiva para el control de Port Stanley se est¨¢ librando a las puertas de la capital de las Malvinas
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El grueso de las tropas brit¨¢nicas est¨¢n en tierra, a unos 20 kil¨®metros de Port Stanley, capital de las islas Malvinas, preparados para lanzar el asalto final contra la guarnici¨®n argentina. Seg¨²n la agencia de noticias, brit¨¢nica Press Association, los 3.000 guardias galeses, escoceses y gurkas del Nepal que hab¨ªan llegado al Atl¨¢ntico sur en el Queen Elizabeth 2, establecieron una segunda cabeza de playa al norte de Port Stanley.
Esta misma agencia, citando fuentes del Ministerio de Defensa, afirm¨® que las tropas brit¨¢nicas hab¨ªan desalojado a los argentinos de una posici¨®n en el monte Two Sisters, a 13 kil¨®metros de la capital."La batalla se est¨¢ desarrollando cerca del monte Kent, a veinte millas (32 kil¨®metros) de Port Stanley, pero es demasiado pronto para decir qu¨¦ cariz est¨¢ tomando", informaba en directo a media tarde de ayer Bryan Manrahan, corresponsal de la BBC con las fuerzas brit¨¢nicas. En su opini¨®n, los brit¨¢nicos tienen ahora la iniciativa, y las fuerzas argentinas est¨¢n "cercadas por tierra y por mar".
El Ministerio de Defensa mantuvo ayer los labios bien cerrados. Por la noche admiti¨® en un comunicado que hab¨ªa habido choques entre sus fuerzas y las argentinas en la zona del monte Kent. "No estamos dispuestos a hacer por el momento ning¨²n comentario m¨¢s", a?adi¨®. El Ministerio no desment¨ªa ni confirmaba nada. Tan s¨®lo repet¨ªa, "no tenemos informes".
Los paracaidistas, que hab¨ªan llegado desde la cabeza de puente de San Carlos por la ruta del sur, se concentraron a pocos kil¨®metros de la capital con los comandos de marines y otras tropas que hab¨ªan seguido la ruta del norte, seg¨²n la versi¨®n no confirmada. 7.000 soldados brit¨¢nicos, con artiller¨ªa, morteros y lanzagranadas se enfrentan pues a un n¨²mero similar de argentinos, entre los que se cuentan una buena cantidad de soldados profesionales, que han dispuesto de dos meses para establecer fortificaciones, y que tienen artiller¨ªa pesada, misiles y blindados.
Diez d¨ªas despu¨¦s de establecer su cabeza de puente en San Carlos, las tropas brit¨¢nicas parecen estar controlando las colinas estrat¨¦gicas desde las que se domina la capital, a unos 20 kil¨®metros de distancia. El monte Kent, de 458 metros de altura, est¨¢ en medio de una peque?a pen¨ªnsula, a cuyo extremo se encuentra Port Stanley. El monte Two Sisters (326 metros) est¨¢ situado entre estos dos puntos. Las fuerzas brit¨¢nicas, seg¨²n estas informaciones, se disponen a lanzar el ataque final sobre la capital, esperando forzar una rendici¨®n argentina.
La captura de Goose Green, en el Oeste, y de Douglas y Teal Inlet, en el Este, ha abierto la v¨ªa hacia Port Stanley a las tropas brit¨¢nicas, que siguen la cl¨¢sica estrategia de la tenaza. Desde el mar y desde el aire los buques y aviones brit¨¢nicos siguen bombardeando constantemente las posiciones de los 7.000 soldados argentinos en la zona. La batalla de Goose Green cost¨® la vida de diecisiete brit¨¢nicos, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio de Defensa, y de quiz¨¢ hasta cien argentinos. La guerra se ha cobrado hasta el momento 131 muertos por parte brit¨¢nica.
El Ministerio de Defensa en Londres volvi¨® a negar ayer categ¨®ricamente que alguno de sus buques, incluidos sus dos portaviones, hubiese sido alcanzado el domingo por la aviaci¨®n argentina. Ratific¨® su comunicado de la v¨ªspera que dec¨ªa: "Varios aviones navales argentinos intentaron atacar el grupo de portaviones esta tarde (domingo). Ninguno de los buques fue alcanzado".
Seg¨²n los corresponsales brit¨¢nicos, los argentinos lanzaron dos misiles Exocet contra los buques. Uno de ellos fall¨® y el otro fue interceptado por un antimisil brit¨¢nico.
Incursiones "poco ortodoxas"
Seg¨²n los corresponsales brit¨¢nicos, por primera vez en esta guerra los argentinos llevaron a cabo el s¨¢bado y el domingo incursiones a¨¦reas nocturnas "de modo muy poco ortodoxo". Con sus Camberra lanzaron bombas desde gran altura que no da?aron a nadie. En una ocasi¨®n los argentinos utilizaron un avi¨®n de transporte H¨¦rcules C-130 para estos menesteres, abriendo su puerta trasera y simplemente empujando las bombas.
Los corresponsales brit¨¢nicos han hablado de los malos modales de las tropas argentinas. En Douglas, seg¨²n estos relatos, unos sesenta soldados argentinos hab¨ªan dormido en las camas de los habitantes de la aldea. Hab¨ªan saqueado sus casas y se hab¨ªan llevado los objetos de valor cuando fueron evacuados en helic¨®pteros dos d¨ªas antes de la llegada de los inarines brit¨¢nicos. Llegan tambi¨¦n historias de incidentes en los que las tropas argentinas izan la. bandera blanca de rendici¨®n para luego disparar sobre los soldados brit¨¢nicos que se les acercan.
En estas horas cruciales, el gabinete de crisis de la primera ministra Margaret Thatcher parece profundamente dividido.
Francis Pym, titular de esa instituci¨®n sospechosa para muchos conservadores, el Foreign Office, ha hablado repetidamente de "negociar con Argentina sobre el futuro alargo plazo" de las islas Malvinas y ha mencionado la posibilidad de una administraci¨®n del archipi¨¦lago por las Naciones Unidas.
Margaret Thatcher no quiere o¨ªr hablar de negociaciones con los argentinos. Seg¨²n The Times, estar¨ªa ya pensando en proyectos a largo plazo para el desarrollo econ¨®mico del archipi¨¦lago de las Malvinas.
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