Precio pol¨ªtico en la emisi¨®n de bonos de Banca Catalana
Un consejo de administraci¨®n formado por "notables" de la vida econ¨®mica catalana y el compromiso pol¨ªtico asumido por las principales empresas de la zona y las cajas de ahorro que centran su actividad, son el resultado de la negociaci¨®n que se ha desarrollado en las ¨²ltimas semanas entre la Administraci¨®n central, la auton¨®mica y las fuerzas econ¨®micas para encontrar una salida airosa a la ola de rumores que convergieron sobre Banca Catalana, que en la actualidad es el ¨²nico banco catal¨¢n que segu¨ªa en activo.
El presidente de Banca Catalana, Raimon Carrasco, ha puesto a disposici¨®n del nuevo consejo su cargo; seis consejeros, entre ellos Francesc Cabana, abandonan sus sillones para dar entrada a las nuevas personalidades y tratar de desvincular la direcci¨®n de Banca Catalana con la presidencia de la Generalidad. En este sentido se espera que Pujol tome alg¨²n tipo de decisi¨®n respecto al paquete de acciones que tiene.Con ello se pretende que se vea al grupo financiero privado catal¨¢n simplemente como un banco y no como una derivaci¨®n pol¨ªtica de Jordi Pujol.
Juan Alegre Marcet, presidente de Fecsa y hombre ligado a la Banca March; Jes¨²s Serra Santamans, consejero delegado de Catalana de Occidente; Gabriel Bux¨®, empresario del textil; Josep Camp, de la empresa de detergentes del mismo nombre; Juan Antonio Delgado, consejero delegado de Cros; Gonzalo Turell, de Aguas de Barcelona, y Gabriel Ferrater, rector de la Polit¨¦cnica de la Ciudad Condal, son los nuevos hombres que componen el Consejo de Administraci¨®n de Banca Catalana.
Desde fuera, pero aportando su apoyo econ¨®mico y moral, se encuentran Pedro Dur¨¢n Farell, de Catalana de Gas y consejero del Hispano y del Urquijo; Pedro Mas¨®, del Bilbao, ex alcalde de Barcelona y ligado a empresas de la regi¨®n y Jos¨¦ Mar¨ªa Figueras, vinculado a las c¨¢maras de comercio, quien habr¨ªa preferido seguir ostentando sus cargos p¨²blicos a comprometerse directamente en la operaci¨®n Catalana aunque, como manifest¨® en el transcurso de la junta general de accionistas, ¨¦sta debe seguir existiendo para el bien de las empresas y de Catalu?a misma.
La renovaci¨®n del Consejo de Administraci¨®n acompa?a al intento de duplicar los recursos propios de Banca Catalana mediante una emisi¨®n de bonos convertibles cuya definitiva aprobaci¨®n depende de una nueva junta general extraordinaria que ser¨¢ convocada en breve y cuyo punto del d¨ªa fundamental ser¨¢ la aprobaci¨®n de las caracter¨ªsticas de dichos bonos.
En principio, y hasta que sea definitivamente aprobado, se quieren emitir bonos por valor de 5.700 millones de pesetas a dos a?os de amortizaci¨®n o su conversi¨®n en acciones de la entidadd, y con una rentabilidad del 5%.
Tres escalones
La suscripci¨®n de estos bonos se trata de conseguir en tres escalones: con car¨¢cter preferente los accionistas de Banca Catalana, algunos de los cuales se mostraban dispuestos a hacerlo, seg¨²n manifestaron en sus intervenciones en la junta general, siempre y cuando existiera el compromiso por parte de Banca Catalana de su posterior transformaci¨®n en acciones a la par y no a precios demasiado elevados.En segundo plano por las principales empresas catalanas, y ah¨ª se justifican los nuevos nombramientos del consejo de administraci¨®n.
En tercer lugar, las cajas catalanas, quienes se han comprometido a asegurar la emisi¨®n de bonos en las cantidades que no sean adquiridas por los dos grupos anteriores.
Medios de las cajas catalanas estiman que entre 3.000 y 3.500 millones de pesetas ser¨¢ la parte de la emisi¨®n que tendr¨¢n que cubrir y no ocultan que puede ser un precio demasiado elevado el que tienen que pagar para ayudar a que salga de la crisis Banca Catalana. "Ser¨¢ muy dif¨ªcil convencer a los consejos de las cajas de que una rentabilidad del 5% es buena", manifestaron portavoces de estas entidades comentando las propuestas de Banca Catalana.
Soluci¨®n a corto plazo
Pero lo malo no se encuentra en esta casi nula rentabilidad, que se entiende como precio pol¨ªtico no discutible, sino en los problemas que pueden surgir a la vuelta de dos a?os cuando tengan que amortizarse estos bonos o se plantee la posibilidad de convertirlos en acciones.En el primero de los casos es bastante dif¨ªcil que Banca Catalana consiga en los pr¨®ximos dos ejercicios unos resultados suficientemente elevados como para que puedan amortizarse estos bonos sin que perjudique de forma excesiva a sus balances; en el caso de que se traten de convertir en acciones, las cajas de ahorro -que controlar¨ªan m¨¢s del 25% del nuevo capital de Banca Catalana-, se encontrar¨ªan con la limitaci¨®n legal existente para que una caja posea m¨¢s del 10% del capital de un banco.
Hay que tener en cuenta que La Caixa, por ejemplo, tiene en estos momentos el 7% del capital de Banca Catalana y, en funci¨®n del importe de los bonos que tiene que asegurar en esta emisi¨®n dada su importancia en el ¨¢mbito financiero catal¨¢n, sobrepasar¨ªa ampliamente el m¨¢ximo del 10%. Medios financieros catalanes y madrile?os consideran que la soluci¨®n aprobada en la junta de accionistas no pasa de ser provisional y, traslada a unos meses vista la definitiva, que podr¨ªa pasar por la desaparici¨®n del grupo Catalana, su fraccionamiento en algunos de los bancos que hoy forman parte de ¨¦l y su entroncamiento con alg¨²n banco nacional.
Nuevas obligaciones
Para apoyar esta tesis se dice que la emisi¨®n de bonos convertibles no supone una aportaci¨®n de capital sino nuevas obligaciones financieiras por parte de Banca Catalana que trata de sanear su actividad pero que, a cambio, tiene que hacer frente a unos intereses, el 5% que rendir¨¢n esos bonos, y a unas amortizaciones que vencen en dos a?os.La integraci¨®n, callada, en el grupo de un banco nacional una vez que se hayan olvidado los momentos de tensi¨®n actuales y cuando se compruebe la viabilidad de las entidades que forman parte del grupo, ser¨ªa menos preocupante y continuar¨ªa sirviendo para el proceso de concentraci¨®n de la actividad bancaria que se concreta cada vez que se da una soluci¨®n a alguna entidad en crisis.
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