Los cient¨ªficos de la Comisi¨®n Ballenera Internacional piden una pausa en la caza de cet¨¢ceos
El comit¨¦ cient¨ªfico de la Comisi¨®n Ballenera Internacional (CBI), aprob¨® el pasado lunes la propuesta de moratoria efectuada por las Seychelles, para que la caza de ballenas se reduzca paulatinamente durante los dos pr¨®ximos a?os hasta ser definitivamente suspendida en todo el mundo en 1985. Este voto de los cient¨ªficos que asesoran a los delegados de los 38 paises miembros de la CBI no es vinculante y s¨®lo es tomado como punto de referencia para la votaci¨®n final del pleno de la CBI, que durante toda esta semana permanecer¨¢ reunido en la ciudad de Brigtbon (Gran Breta?a).
La delegaci¨®n espa?ola vot¨® en contra de esta propuesta de las Seychelles, a pesar de la resoluci¨®n adoptada el pasado 16 de diciembre por la Comisi¨®n de Agricultura y Pesca del Congreso de los Diputados en el sentido de que "el Gobierno d¨¦ instrucciones para que la delegaci¨®n espa?ola vote a favor de la moratoria en la caza de ballenas a nivel mundial".Seg¨²n manifest¨® el representante del Gobierno espa?ol ante la CBI y subdirector general de Relaciones Pesqueras, Ram¨®n de Miguel, el voto negativo de su delegaci¨®n no incumple el mandato de las Cortes ya que la proposici¨®n de las Seychelles no es una aut¨¦ntica moratoria, al prever que se siga cazando ballenas durante los pr¨®ximos dos a?os. Por otra parte, los delegados espa?oles consideran que la propuesta de las Seychelles es "discriminatoria" para los grandes paises cazadores de ballenas, como Jap¨®n, la URS S y la propia Espa?a, ya que en ella se prev¨¦ que los pueblos abor¨ªgenes, como los esquimales, puedan seguir cazando estos mam¨ªferos marinos, vitales para su supervivencia.
El voto espa?ol, decisivo
La votaci¨®n del comit¨¦ cient¨ªfico, en la que por primera vez en la historia se ha conseguido superar la barrera de los tres cuartos de votos necesarios para imponer una decisi¨®n dentro de la CBI, ha provocado una aut¨¦ntica batalla de pasillos entre los diecinueve paises que han votado a favor y los seis que han votado en contra, para convencer a los nueve que se han abstenido de que se sumen a su respectivo bando. De repetirse en el pleno el resultado de la votaci¨®n de su comit¨¦ cient¨ªfico, se habr¨ªa impuesto la moratoria mundial en la caza de ballenas, propugnada ya en 1972 por la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente celebrada en Estocolmo, y que ha sido defendida dentro de la CBI por Estados Unidos, Francia, Gran Breta?a y Australia.
La organizaci¨®n ecologista internacional Green Peace, que asiste a la reuni¨®n de la CBI como miembro observador, ha anunciado que sus esfuerzos se concentran en estos momentos en conseguir que la delegaci¨®n espa?ola siga las indicaciones del Parlamento espa?ol y se sume al grupo de paises conservacionistas. El voto negativo de un solo pa¨ªs puede inclinar definitivamente la balanza hacia la continuidad en la caza de ballenas, ya que para contrarrestar un s¨®lo voto en contra se requieren tres paises que voten a favor de la moratoria. Este es el motivo por el que la delegaci¨®n espa?ola ha cobrado un gran protagonismo dentro de la CBI. En el caso de que el voto espa?ol sea negativo, Green Peace ha advertido que dirigir¨¢ hacia las costas gallegas a su buque Syrius para que vuelva a interrumpir pac¨ªficamente la actividad de los balleneros del industrial Juan Mass¨¦, la ¨²nica persona que todav¨ªa puede cazar ballenas en Espa?a.
En el caso de que la moratoria sea aprobada, se teme que los japoneses, que son los mayores cazadores y consumidores de carne de ballenas -las capturas espa?olas se exportan en su mayor¨ªa a este pa¨ªs-, puedan abandonar la Comisi¨®n Ballenera Internacional y continuar cazando al margen de las decisiones de la CBI. Esta situaci¨®n podr¨ªa provocar, sin embargo, graves conflictos internacionales ya que algunos paises, como Estados Unidos, poseen rigurosas leyes que prev¨¦n sanciones econ¨®micas en el sector pesquero para los paises que no respeten las decisiones de la CBI.
Para evitar esta escisi¨®n algunos paises propugnan una reducci¨®n progresiva de cuotas, de forma que la moratoria no da?e los intereses de los japoneses. Esta estrategia podr¨ªa conseguir que a las reducciones de cupos ya logradas en a?os anteriores se sumen el fin de: la caza de cachalotes en el Pac¨ªfico Norte y de rorcuales comunes en el Atl¨¢ntico Norte, especie de la que los tres buques balleneros del gallego Mass¨¦ cazan en estos momentos unos doscientos ejemplares al a?o.
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